La tecnología ha revolucionado multitud de campos de nuestra vida. Por desgracia, en el caso de la medicina la progresión es más lenta, ya que hay que comprobar multitud de factores relacionados con la salud de los pacientes.
Pese a ello, ya hemos conocido grandes avances que podrían hacer la vida un poco más fácil a millones de personas, como la posibilidad de crear piel viva, huesos humanos e incluso órganos mediante el uso de la impresión 3D.
En este caso, venimos a contaros la historia de un grupo de investigadores que han sido capaces de desarrollar una piel electrónica que se carga directamente con nuestro sudor y que serviría para controlar algunas constantes vitales.
Frecuencia cardíaca, temperatura y más
Wei Gao, profesor de Ingeniería Médica en el Instituto Tecnológico de California (también conocido como Caltech), es quien lidera el proyecto en cuestión, como explican en TechXplore.
Esta innovadora piel electrónica está compuesta por una goma suave y sensible en la que pueden integrarse multitud de sensores para medir constantes vitales. Tan solo habría que aplicarla sobre nuestra piel real y obtendríamos datos tan relevantes como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y los niveles de azúcar en sangre.
No necesita baterías
Pese a lo futurista que suena, no es la primera piel electrónica o artificial capaz de ofrecer información útil sobre lo que ocurre en el interior de nuestro organismo. Sin embargo, sí resulta tremendamente innovadora en lo que a baterías se refiere, puesto que no integra ninguna, ya que se alimenta de nuestro sudor.
Gao explica que el sudor humano contiene niveles muy altos de lactato químico, un compuesto generado como un subproducto de los procesos metabólicos normales, especialmente por los músculos durante el ejercicio. Aprovechando esa circunstancia, las células de combustible incorporadas en la piel electrónica absorben ese lactato y lo combinan con el oxígeno de la atmósfera, generando agua y piruvato, otro subproducto del metabolismo.
A medida que funcionan, las celdas de combustible de la piel electrónica son capaces de generar la suficiente electricidad como para alimentar los sensores y un dispositivo Bluetooth similar al que conecta tu móvil con tu coche. Así, la piel electrónica logra transmitir información de tu cuerpo de forma inalámbrica.
Gao relata que el plan es desarrollar una gran variedad de sensores que puedan incrustarse en la piel electrónica, sirviendo así para diversos propósitos. "Además de ser un biosensor portátil, puede ser una interfaz hombre-máquina. Los signos vitales y la información recopilada podría usarse para diseñar y optimizar prótesis de próxima generación".
Quién sabe, por muy futurista que suene en estos momentos, quizás dentro de unos años todos llevemos este tipo de dispositivos en la piel para controlar nuestras constantes y prevenir posibles enfermedades o problemas de salud.