A día de hoy muchas personas siguen pensando en los tatuajes como algo propio de la modernidad, sin embargo, no podrían estar más equivocados. El primer tatuado del que se tiene constancia se remonta a miles de años atrás, un cazador neolítico de hace aproximadamente 5.300 años.
El tatuaje es una tradición que ha estado presente a lo largo de la historia en culturas tan importantes como la egipcia o la oriental y, seguramente, siga siendo así durante milenios. Eso sí, puede que actualmente estemos a punto de pasar a una nueva etapa en la historia de los tatuajes: la llegada de los tatuajes electrónicos.
Ya hemos hablado de varias tecnologías que consisten en implantar en la piel componentes electrónicos como si de tatuajes se tratara, pero, en este artículo vamos a hablaros de una nueva tecnología que permitiría imprimirlos directamente en la piel. ¡A continuación los detalles!
Imprimiendo en la piel tatuajes electrónicos
Un grupo de ingenieros eléctricos de la Universidad de Duke ha desarrollado una técnica innovadora que permite imprimir tatuajes electrónicos directamente en superficies delicadas, como el papel o la piel humana.
Los tatuajes electrónicos no son nada nuevo, no obstante, en la mayoría de los casos para ponerlos en la piel han de pasar por un largo proceso de calentamiento, lavado y recubrimiento con determinados materiales. La técnica de estos expertos lo hace mucho más sencillo con un solo paso: imprimiéndolo directamente en la piel.
Los investigadores de la Universidad de Duke lo logran mediante una nueva tinta que contiene nanocables de plata que se pueden imprimir con una simple impresora de aerosol. Así, crean una película capaz de mantener su conductividad sin ningún proceso adicional.
¿Serán así los tatuajes del futuro?
Una vez impresa, la tinta se seca en menos de dos minutos y conserva un alto rendimiento eléctrico incluso después de flexionarse un 50% en más de mil ocasiones. En el vídeo que hemos insertado podéis ver cómo hacen el "tatuaje" y cómo es posible doblar el dedo sin que el componente electrónico deje de funcionar.
Aaron Franklin, uno de los líderes del proyecto, cree que su técnica tiene un gran potencial para su uso en la medicina. Éste pone como ejemplo la creación de vendajes a medida que incluyan componentes electrónicos para que puedan servir como biosensores.
¿Llevaremos algún día un tatuaje electrónico de este tipo? Quién sabe, quizás podrían servir para controlar nuestras constantes vitales y prevenir problemas de salud antes de que éstos nos golpeen con toda su fuerza.