Mientras las filas ucranianas se enfrentan a una situación crítica por la retirada de tropas en el norte del país, en el lado comandado desde el Kremlin también se viven momentos tensos. El quebradero de cabeza de las tropas de Putin es la enorme cantidad de blindados y efectivos que su ejército pierde cada día a manos de los miles de drones que Ucrania lanza contra ellos.
Estas pequeñas aeronaves no tripuladas, pero cargadas con explosivos, son las responsables de un número de bajas tan alto que los ingenieros rusos han optado por instalar caparazones metálicos a algunos de sus vehículos, asemejándolos a tortugas. Se trata de una medida que va más allá de los sacos llenos de arena y troncos con los que parapetaron algunas unidades rodantes a principios de la invasión y que mostraron su poca fiabilidad en el campo de batalla.
Los blindados modificados son principalmente unidades del tanque T-72 pertenecientes a la 5ª Brigada de Fusileros Motorizados, según tal y como explica The Economist. Se usan para abrir camino en zonas donde se sospecha que existen minas y la posibilidad de recibir ataques aéreos.
Del mismo modo, un funcionario de la OTAN ha dicho al mismo medio que los pequeños drones con visión en primera persona han sido responsables de alrededor de dos tercios de los tanques rusos destruidos en los últimos meses. Las cargas que llevan son lo suficientemente potentes como para traspasar las zonas más endebles de los tanques, que son el techo y los costados. De ahí que se hayan instalado este tipo de superestructuras.
Tortugas antidrones
El primero de los tanques tortuga apareció hace un par de semanas. Los soldados ucranianos pudieron recoger en imagen lo que parecía un tanque T-72 al que se había integrado un gran caparazón de metal en su parte más superficial. La estructura recoge todo el blindado, cubriendo también los laterales donde están las cadenas y la torre, esta última se trata de la parte más débil del tanque.
Tan sólo el cañón sobresale por la zona delantera y, debido al caparazón, buena parte de su movilidad se encuentra limitada. Los ocupantes también experimentan una merma importante en la visibilidad y, por tanto, en la consciencia situacional tan importante en el campo de batalla.
Las últimas informaciones sobre esta particular versión del T-72 indican que ha sido destruido. Se desconoce el método empleado por las tropas de Zelenski, tan sólo que participó en una serie de operaciones en la ciudad de Krasnogórivka, situada cerca de Donetsk.
Tan sólo unos días después de que se confirmara la baja del primero, la inteligencia ucraniana detectó un nuevo blindado con caparazón. Se trata de un vehículo con una línea similar al primero, aunque algo más esbelta la estructura que lo protege. La información sobre él es prácticamente nula.
Sin embargo, el que más ha llamado la atención de los analistas es un tercer vehículo del que sí existen varias fotografías. Integra una estructura metálica visiblemente más alta que el resto con la misma forma trapezoidal. La parte superior, pintada de un color rojizo, la componen un par de planchas que se asemejan mucho a las que se utilizan para construir los tejados metálicos; con los surcos para canalizar el agua incluidos.
La principal diferencia respecto al resto de blindados tortuga es que esta iteración dispone de un sistema de guerra electrónica. Según se puede apreciar en las imágenes publicadas, una serie de antenas asoma fuera de la estructura y el chasis. Los analistas indican que puede tratarse de una medida extra para protegerse contra los ataques de los drones al saturar el espacio radioeléctrico circundante.
Tampoco está claro si alguno de los tres tanques de este tipo divisados hasta ahora incorpora algún tipo de protección adicional —como redes o alambres— para proteger los extremos delantero y trasero de la estructura. Tal y como indican desde TWZ, no hacerlo parecería cuestionar la utilidad real del caparazón, que también "limita severamente el recorrido de la torreta del tanque". Además de añadir muchos kilogramos de peso al vehículo que provocan una reducción de la movilidad y la autonomía.