Rusia ha perdido un nuevo efectivo de su flota, el buque patrullero Sergey Kotov, según afirman las fuerzas armadas de Ucrania. Este barco, una de las joyas más recientes de la Armada rusa, ya había sido atacado en septiembre de 2023, pero ha ahora parece haber sufrido suficientes daños como para hundirlo. Esta noche, en un ataque por controlar esa zona, los drones marítimos Magura V5 ucranianos habrían dañado definitivamente la nave, la tercera en los últimos meses.
La inteligencia militar de Ucrania asegura en su canal de Telegram que el patrullero se hundió tras sufrir daños en la popa y en ambos costados, como también informa Bloomberg. El ataque se habría producido en aguas territoriales ucranianas, cerca del estrecho de Kerch que conecta el mar Negro y el mar de Azov, según esta información.
Ucrania ha intensificado los ataques contra la flota rusa en los últimos meses. Estos ataques se realizan con drones kamikazes cargados de explosivos, lo que ha obligado a Moscú a reubicar parte de la flota fuera de Crimea, territorio que Rusia anexionó en 2014.
Buque Sergey Kotov
El barco es el más reciente de la clase Project 22160, inicialmente diseñada para la lucha contra piratas. Se trata de un buque de gran envergadura que entró en servicio en julio de 2022 y cuenta con una eslora de 94 metros, una manga de 14 metros y un calado de 3,4 metros. Esto supone un peso de 1.700 toneladas y una velocidad de 25 a 30 nudos (46 a 56 km/h) con una autonomía de 10.000 km o 60 días.
El Sergey Kotov se impulsa con una potencia de 1.200 caballos, utilizando un motor diésel de 6.000 caballos y dos turbinas de gas de refuerzo, así como una unidad eléctrica formada por cuatro generadores diésel.
El buque, con una tripulación de 60 personas, integra un amplio sistema de defensa antiaérea y naval, con 2 ametralladoras MTPU de 14,5 mm, varios sistemas de lanzagranadas automáticos DP-65 de 10 proyectiles y dos cañones. Además, cuenta con un cañón automatizado AK-176MA de 76,2 mm.
También dispone de un helipuerto para helicópteros ligeros y podría integrar lanzadores verticales de misiles Kalibr de alta precisión y alcance de hasta 2.600 km. Vuelan a muy pocos metros sobre el nivel del mar y poseen la capacidad de cambiar de rumbo o dirección para entorpecer su interceptación y alcanzan una velocidad de Mach 3 (3.704 km/h).
Drones kamikazes
Por su parte, los drones marítimos de Ucrania son embarcaciones de 5,5 metros de largo capaces de llevar una carga de combate de hasta 200 kilogramos y cuentan con una velocidad máxima de alrededor de 80 km/h. Presentados en 2022, su peso alcanza la tonelada y su radio de operación se sitúa en 400 km, lo que implica una autonomía de 800 km o 60 horas gracias a las baterías integradas en el interior del casco.
Se guían desde una estación de control en tierra con la ayuda de la navegación por satélite, aunque también pueden funcionar de forma autónoma. Realizan tanto ataques como tareas de vigilancia furtiva, pues se entienden principalmente como embarcaciones desechables utilizadas como armas antibuque.
"Estos drones navales ya han demostrado su eficacia y pueden cambiar la situación en el mar Negro de forma significativa", aseguró Oleksiy Neizhpapa, comandante de las Fuerzas Navales de la Armada de Ucrania, en noviembre de 2022.
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