La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado que el ERS-2, su viejo satélite europeo, está a punto de regresar a la Tierra. Sin embargo, este reingresará en la atmósfera de forma descontrolada -una técnica de limpieza ampliamente utilizada-, y aunque en un principio se estimaba que esto sucedería esta semana y no se conocía dónde caerán los restos; ahora la organización ha afirmado que esta reentrada tendrá lugar durante la tarde del miércoles 21 de febrero en España.
En un principio, la ESA señaló como el mediodía del miércoles 21 de febrero como el momento en el que el satélite ERS-2 entraría en la Tierra. Sin embargo, la última actualización compartida por la agencia en sus redes sociales, como en X, antiguamente conocida como Twitter, señala que este momento tendrá lugar a las "15:49 UTC (16:49 CET)" y que la incertidumbre en esta predicción "es ahora de sólo más o menos 1,76 horas".
Por lo tanto, se espera que sobre las 16:49 hora de España peninsular el satélite europeo ERS-2 reingrese en la atmósfera de la Tierra de forma descontrolada; y es probable que lo haga en Europa. En ese momento, el satélite comenzará a fragmentarse a unos 80 kilómetros de la Tierra y la mayor parte de él se quemará; aunque los trozos que sobrevivan se esparcirán de forma un tanto aleatoria sobre una huella terrestre de una media de cientos kilómetros de largo y algunas decenas de km de ancho; según ha señalado la ESA.
Por ese motivo, la Agencia Espacial Europea ha indicado en un comunicado que "los riesgos asociados son muy, muy bajos". La ESA también ha compartido un gráfico de la ventana de reentrada del ERS-2, que actualizará periódicamente, donde muestra la incertidumbre equivalente al 20% del tiempo restante hasta la reentrada del satélite. Y es que todavía son inciertos tanto el momento exacto como el lugar donde caerá.
Una incertidumbre que se debe en gran parte a la dificultad de prever la densidad del aire que atraviesa el satélite; y que determina la fuerza del arrastre que hace que la órbita del ERS-2 decaiga. "Nuestra capacidad para predecirla está limitada por lo bien que podamos modelizar nuestra complejísima atmósfera y por las condiciones meteorológicas espaciales actuales", ha explicado la ESA.
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La ESA ha señalado que solamente puede actualizar sus predicciones "después de que [el ERS-2] pase sobre un sensor, como un telescopio o un radar"; lo que, junto con "las impredecibles condiciones atmosféricas y otros factores, como la dirección en la que está orientado el satélite, hace que predecir una reentrada natural sea muy difícil". El satélite europeo, que ha sido fotografiado dirigiéndose a la atmósfera de la Tierra por la empresa HEO Robotics, se diseñó para arrojar luz sobre el clima cambiante de nuestro planeta, vigilar las catástrofes naturales y muchos más.
Para alcanzar mejor sus objetivos, el satélite europeo ERS-2, lanzado el 21 de abril de 1995 y que pesa aproximadamente 2.300 kilogramos, se situó en una órbita "sincrónica al Sol", un tipo de órbita polar que le permitía sobrevolar y estudiar una gran parte de la superficie terrestre. Un satélite que llegó a ser el sistema de observación de la Tierra más sofisticado de la agencia y cuya labor finalizó en 2011, 16 años después y cuando estaba llegando al final de su vida útil.
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