Las megaconstelaciones de satélites están de moda. En España existen alternativas como Starlink, que prometen ofrecer conectividad a Internet en todo el mundo y con latencia mínima. Otros países buscan ofrecer un servicio muy similar como es el caso de China, que el pasado jueves envió una cantidad no revelada de satélites para probar tecnologías de Internet vía satélite.
El pasado 23 de noviembre China lanzó un cohete Long March 2D con una etapa superior Yuanzheng-3 a las 11 de la mañana (hora peninsular española). Lo hizo desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang en el suroeste de China, y según afirman desde el país, este solo llevaba una carga útil.
No se revelaron detalles de las cargas útiles, pero los indicios apuntan a que se trata de un lanzamiento para realizar pruebas de conectividad, la piedra angular de una futura versión china de Starlink. Así lo recogen medios como The Register, que aseguran que esta carga útil constaba de un único satélite, de dimensiones desconocidas.
La megaconstelación china
La agencia gubernamental Xinhua describió que el lanzamiento transportaba un satélite experimental destinado precisamente "al uso de tecnologías de internet por satélite". Sin embargo, una declaración de lanzamiento de la Academia de Tecnología de Vuelos Espaciales de Shanghái (por sus siglas, SAST) sugiere que tanto esta organización como la Academia de Innovación de Microsatélites (IAMCAS) de la Academia China de Ciencias desarrollaron satélites separados.
Las dimensiones de este satélite son desconocidas, por lo que queda fijarse únicamente en las capacidades del Long March 2D, que es capaz de enviar naves espaciales de hasta 1,3 toneladas de peso a una órbita sincrónica con el Sol a una altitud de 700 kilómetros.
Existe otra carga útil, denominada "Space-based Internet Technology Demonstrator" que fue lanzada desde un Long March 2C desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiquan el pasado 9 de julio. La idea era muy similar; que esta carga sirviera para realizar "misiones de prueba para tecnologías de Internet por satélite", recoge The Register. En este caso, entraron hasta 2 satélites en órbita, pese a que Xinhua habló en su día del lanzamiento de un único satélite.
Las pruebas dan a entender que estos satélites están destinados al llamado 'Starlink chino', conocido localmente como Guowang. Este proyecto prevé llevar hasta 13.000 satélites a la órbita terrestre baja. Una cifra considerablemente menor a la que maneja SpaceX, que espera colocar en el espacio hasta 40.000 satélites.
El CASC ya había dejado claro a principios del 2023 que empezarían a lanzar los primeros lotes de Guowang. De hecho, se especulaba con que el IAMCAS y la Academia China de Tecnología Espacial fueron entidades contratadas específicamente para construir los satélites de Guowang. Por ende, es posible que estos satélites busquen ser plataformas de pruebas para Guowang.
Esto, lejos de ser buenas noticias, implicaría que China va bastante atrasada en el desarrollo de megaconstelaciones de firmas como SpaceX u OneWeb. Según recogía hace 2 años medios como Space News, las autoridades chinas hablaban del desarrollo de esta clase de satélites y los planes para sus lanzamientos. Por lo tanto, más de dos años después, no parece que China haya pasado de ese entorno de pruebas.