El secretismo con el que Estados Unidos mantiene clasificados miles de documentos ha dado pie a toda clase de especulaciones e historias de ciencia ficción. Su tecnología militar y espacial es uno de los asuntos que más guarda en secreto con el argumento de la seguridad nacional. Sin embargo, por este mismo motivo el Pentágono está abrazando una postura más relajada y cambiando su sistema de clasificación.
Como se ha podido ver recientemente, el Pentágono está compartiendo cierta información sobre sistemas de protección satelitales o misiles tradicionalmente secretos con la intención de reforzar su posición militar y su liderazgo en la exploración espacial. Como método disuasorio o para facilitar a socios y empresas privadas el desarrollo de tecnologías innovadoras.
En un momento en el que la NASA trabaja con empresas privadas como SpaceX, Boeing y sus socios europeos frente a competidores como las agencias china y rusa, la colaboración estrecha parece más necesaria que nunca. Una rama de funcionarios del Pentágono demandaba hace tiempo esta apertura, al argumentar que una clasificación excesiva ha impedido el avance en las capacidades militares del país y la posibilidad de disuadir de ataques a los adversarios.
Un ejemplo de ello se produjo en septiembre de 2023. Antes del lanzamiento del satélite Silent Barker, la NRO y la Fuerza Espacial explicaron que había sido diseñado para vigilar satélites y naves espaciales en órbita geosincrónica (GEO), como advertencia a los adversarios.
La subsecretaria de Defensa de Estados Unidos, Kathleen Hicks ha aprobado una nueva política que reducirá el nivel de clasificación de algunos programas y tecnologías espaciales que permanecen hasta ahora como altamente secretas. Esto no significa que la información vaya a pasar a ser completamente pública, pero sí podrá llegar hasta los socios de este país y la industria privada para fomentar el desarrollo de estas tecnologías.
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Se trata de una estrategia con la que multiplicar la fuerza de esta potencia y construir una "ventaja asimétrica y un multiplicador de fuerza que ni China ni Rusia podrían jamás igualar", dijo el subsecretario de Política Espacial del Departamento de Defensa, John Plumb, según informa Breaking Defense.
La nueva medida de seguridad eliminará el estatus SAP, que se conoce como Programas de Acceso Espacial y restringe el intercambio de información altamente confidencial, llegando a mantener en secreto no solo los detalles de algunos proyectos sino hasta la propia existencia de otros.
Con este cambio es posible que se conozcan más detalles o misiones como el reciente lanzamiento de la nave secreta X-37B, fabricada por Boeing para la Fuerza Espacial y de la que poco ha trascendido salvo que servirá como plataforma para ensayos secretos en el espacio. La Fuerza Espacial informó que se dedicaría a experimentar con futuras tecnologías de conocimiento del dominio espacial e investigar los efectos de la radiación en los materiales proporcionados por la NASA.