Las continuas escaladas del presupuesto de Marruecos asignado a defensa comienzan a dar sus frutos. Para este 2024, las Fuerzas Armadas de Rabat tienen una asignación del 9,6% del PIB del país —11.300 millones de euros— tras incrementar un 4,1% en el último reparto. Con ellos tendrán que hacer frente a la continuación de los programas ya en marcha, como la compra de los cazas F-16 Viper, y a la adquisición de nuevo material.
Dentro de este último apartado, las Fuerzas Armadas Reales del país africano han firmado recientemente un contrato con la turca Otokar para la compra de 200 vehículos blindados modelo Cobra 2. La rúbrica se produjo a finales del pasado 2023, cuando la compañía anunció en comunicado el acuerdo de exportación a un destinatario por entonces desconocido por un valor de 125 millones de euros. "Incluyendo repuestos, equipos de mantenimiento y servicios de adiestramiento".
Alrededor de 20 de esos blindados irán a parar a los despliegues de Marruecos en misiones de paz como parte de Naciones Unidas. Se espera que las primeras entregas se lleven a cabo próximamente y finalicen a lo largo de este mismo año, tal y como recoge Africa Intelligence.
Las buenas relaciones diplomáticas entre Rabat y Ankara quedan de nuevo patentes con esta adquisición. Y es que, la Fuerza Aérea Real marroquí ya tiene en su flota drones Bayraktar TB2 turcos —con capacidad de ataque y espionaje— desde el 2021 y ha mostrado en varias ocasiones su interés por varios programas militares avanzados.
Blindado antiminas
El Cobra 2 es un vehículo blindado táctico con tracción a las 4 ruedas. Según lo describe Otokar, el fabricante, se trata de una plataforma modular flexible capaz de adaptarse a las necesidades del cliente final. "Además de una movilidad excepcional, proporciona una mayor protección balística y contra minas y mayor capacidad de carga útil y de volumen interno".
Esta capacidad para resistir los envites de explosiones de minas es una de las cualidades más importantes del nuevo blindado marroquí. Así como protección contra "amenazas balísticas y de artefactos explosivos improvisados", explica. "El Cobra 2, que ofrece un alto rendimiento en los terrenos y condiciones climáticas más difíciles, está disponible opcionalmente con una versión anfibia".
La plataforma es una evolución del Cobra original que lleva operativa desde 1997 y que obtuvo un gran éxito en las exportaciones a países como Argelia, Pakistán, Siria, Ruanda, Emiratos Árabes Unidos o la flota de vehículos de Naciones Unidas. Con participaciones destacas en la guerra de Afganistán, en la de Georgia y Rusia, en la operación Escudo del Éufrates y en Kosovo.
Sin embargo, el Cobra 2 se mostró por primera vez en el año 2013 con una amplia carta de aplicaciones compatibles fruto de desarrollos previos y la incursión de algunos nuevos. De esta forma, puede llevar a cabo misiones de seguridad fronteriza, vigilancia, evacuación médica, como radar, transporte de personal, estación de comunicaciones y rescate de vehículos; en su faceta sin armamento.
Otokar también permite la integración de armas a bordo. Tanto ligeras —como cañones de 12,7 milímetros y de 20— como pesadas. Esta segunda categoría con lanzadores de misiles antitanque y antiaéreos. "Con su amplia gama de opciones de integración de armas y equipos de misión, el Cobra 2 puede servir para varios tipos de misiones, incluidas misiones urbanas y mantenimiento de la paz".
Se desconoce por el momento qué versiones son las que compondrán las 200 unidades adquiridas por Marruecos. En algunas fotografías publicadas por el fabricante se puede ver un blindado pintado con el característico color blanco de los vehículos de Naciones Unidas y equipado al mismo tiempo con un cañón en la parte superior. Al tratarse de una compra a gran escala es posible que Rabat haya decidido una distribución heterogénea con el fin de emplearse en diferentes escenarios y operaciones.
El peso máximo del Cobra 2 puede llegar a los 14.500 kilogramos que se reparten entre los 6,4 metros de largo, 2,5 de ancho y hasta 2,3 de alto, dependiendo de la versión elegida. De la propulsión se encarga un motor de 360 caballos de potencia que le permiten una velocidad máxima de 110 km/h y una autonomía de hasta 700 kilómetros.
Entre el equipamiento opcional puede incorporar un kit de filtración nuclear, biológica y química, un sistema de extinción de incendios automático y sistema de navegación GPS e inercial. Además de Marruecos, esta versión está presente en Ucrania, la propia Turquía, Ecuador, Costa de Marfil y Senegal, entre otros.
Alianza con Turquía
Esta es la segunda vez que Marruecos recurre a la industria de defensa de Turquía para la adquisición de blindados. Anteriormente, hace apenas 3 años, Rabat adquirió el vehículo 4x4 Nurol Ejder Yalcin para las fuerzas especiales del ejército. En ese caso, fueron un total de 30 unidades las cuales ya están operativas y se han podido ver en algún vídeo promocional.
Aunque el mayor contrato firmado hasta el Cobra 2 se lo llevó el de los drones. En abril de 2021 Marruecos cerró la compra de hasta 24 unidades del Bayraktar TB2 por 53 millones de euros. Los últimos datos de 2023 apuntan a que ha recibido 19 y se desconoce el estado de las otras 4 plataformas restantes.
El dron se encuentra en servicio desde el año 2014 en Turquía dentro de las filas de las Fuerzas Armadas, la Gendarmería y la Policía Nacional del país. En total, se han construido más de 160 drones Bayraktar TB2 que sirven en la propia Turquía, Catar, Ucrania y Azerbaiyán.
Las especificaciones se componen de una altitud de crucero de 5.500 metros con un techo de vuelo de 8.200 metros. La autonomía máxima que consigue es de 27 horas, aunque depende mucho de las condiciones de vuelo como la meteorología o la carga útil con la que esté equipado. Desde Bayraktar apuntan a que el TB2 es capaz de realizar un vuelo completo de forma autónoma. Incluso en maniobras tan complejas como el despegue y el aterrizaje.
La munición que puede equipar el Bayraktar TB2 se compone de un par de Roketsan MAM, también de fabricación turca. Este modelo de dron puede equipar dos modelos: el MAM-C y el MAM-L. El primero de ellos es la versión más explosiva y el segundo se encuadra dentro de las municiones termobáricas. Ambos con guiado láser y con una autonomía de 8 y 15 kilómetros, respectivamente.