Las imágenes y hallazgos que el James Webb deja en España son dignas de recuerdo. Ya sea en el espacio más profundo o dentro de nuestro sistema solar, el telescopio espacial ha realizado hallazgos vitales para el desarrollo científico. Ahora le toca el turno a Urano, el planeta helado más alejado del Sol por detrás de Plutón, captado por el Webb en todo su esplendor.
Así lo expone la NASA tanto en su web como en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), en la que ha publicado una serie de imágenes del gigante de hielo, mostrando tanto sus anillos como sus lunas. Hasta el punto en el que el Webb ha sido capaz de captar el anillo Zeta de Urano, el más "tenue, difuso y esquivo" de todos.
Junto a las fotografías de Urano, el Webb capturó imágenes de muchas de las lunas del planeta. Hasta el momento se conocen 27 lunas orbitando alrededor de Urano, aunque el Webb ha detectado algunas lunas de tamaño bastante reducido dentro de los propios anillos del planeta.
Nuevas imágenes del Webb
Lógicamente, el Webb no ha sido el único telescopio que ha observado a Urano. La Voyager 2 ya hizo lo propio en los años 80, usando longitudes de onda visibles. Las imágenes, impresionantes para la época, eran bastante poco definidas. Es ahora con las longitudes de onda infrarrojas que Urano muestra muchos más secretos hasta ahora escondidos.
Este mundo, calificado por la NASA como un "mundo de hielo extraño y dinámico", cuenta con unas características atmosféricas tremendamente llamativas. La agencia espacial menciona la capa de nubes estacionales ubicada en el polo norte del planeta, un casquete polar estacional que ahora ha sido observado con mayor detalle. Le siguen aspectos como un conjunto de tormentas brillantes sucedidas tanto cerca como bajo el borde sur del casquete.
La NASA opina que el número de estas tormentas, así como la frecuencia y el lugar en el que estas aparecen en la atmósfera de Urano, podrían tener su origen en una combinación de efectos estacionales y meteorológicos. Y es que debido a la inclinación de 98 grados que Urano posee, sus estaciones son absolutamente extremas.
Sin ir más lejos, la agencia espacial detalla cómo durante una cuarta parte de su año (un año equivalente a 84 años terrestres) el Sol solo brilla en un polo. Por lo que la mitad del planeta tiene un invierno en completa oscuridad, que dura una friolera de 21 años terrestres. Urano alcanzará su próximo solsticio en el año 2028, lo que permitirá a los astrónomos comprobar los cambios sufridos en la estructura de estas características meteorológicas.
Aunque estos detalles puedan parecer poco relevantes, lo son y mucho. Por ejemplo, la visión detallada del anillo Zeta permitirá a futuros astrónomos planificar misiones destinadas a Urano con mayor precisión. Además, Urano puede ser un ejemplo claro de estudio de exoplanetas, ya que en palabras de la agencia, "es un buen representante de muchos de los tipos de exoplanetas lejanos que están siendo descubiertos".
No es para menos; el estudio de Urano podría ser vital para que los astrónomos puedan comprender el funcionamiento de planetas de este tamaño, así como detalles referentes a su formación o su meteorología. Incuso son ideales para el estudio y comprensión de nuestro propio sistema solar "como un todo ubicándolo en un contexto más amplio", según la NASA.