El segmento ruso de la Estación Espacial Internacional (ISS) ha registrado una fuga de refrigerante el pasado lunes 9 de octubre, que no puso en riesgo a la tripulación. Un accidente, el tercero de este tipo en menos de un año, que se une a una amplia lista de problemas en la ISS, como el sucedido en el mes de julio en el que la NASA perdió el contacto con la orbitadora, lo que llevó al organismo a utilizar los sistemas de emergencia por primera vez, o cuando una fuga de combustible casi deja atrapados a tres astronautas.
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Roscosmos, la agencia espacial de Rusia, ha confirmado a través de su canal de la aplicación Telegram que se ha detectado una fuga en el radiador de su módulo Nauka -que significa 'ciencia' en ruso- a bordo de la Estación Espacial Internacional. Un incidente que no ha puesto en peligro a la tripulación, se ha producido en un radiador de respaldo que está montado en el exterior y que se pudo observar sobre las 18:00 hora peninsular española.
Una fuga que se pudo seguir en directo en una emisión de la NASA. En ella, los controladores de vuelo de la agencia espacial independiente del Gobierno Federal de los Estados Unidos, utilizando las cámaras en el exterior de la ISS, observaron escamas que emanaban de uno de los dos radiadores en el Módulo de Laboratorio Multipropósito (MLM, por sus siglas en inglés) Nauka de Roscosmos; concretamente, en el más antiguo de ellos, que fue entregado en 2010.
Escamas de refrigerante
Una vez observados las escamas de refrigerante congelado, los controladores de vuelo de la NASA informaron a la tripulación a bordo de la estación espacial de la posible fuga y les pidieron que investigaran más a fondo el accidente informando de las imágenes desde la ventana en forma de cúpula de la ISS. Poco después, Jasmin Moghbeli, astronauta estadounidense de origen alemán, confirmó la presencia de las escamas en las ventanas de la cúpula.
Desde Houston pidieron a los astronautas que cerrarán las contraventanas de las ventanas del segmento estadounidense de la ISS como medida de precaución contra la contaminación, como ha informado la NASA en un comunicado oficial. Por el momento no está claro qué fue lo que causó esta fuga, pero en estos casos siempre se suele tener como principal sospechoso a la basura espacial, que aumenta significativamente a medida que más empresas y países entran en la carrera espacial.
La fuga solamente ha sucedido en el radiador de respaldo que está montado en el exterior del módulo de Nauka, mientras que el radiador principal funciona con normalidad. Este suceso no ha afectado ni a la vida de la tripulación ni obligó a que se pospusieran experimentos, según ha informado el cosmonauta a bordo Oleg Kononenko a Roscosmos. También asegura que las condiciones de temperatura en el módulo son agradables y que a los astronautas no se les prohibió hacer ejercicio.
Se trata de la tercera fuga de refrigerante que afecta al segmento ruso del complejo orbital en menos de un año. La primera de ellas sucedió en octubre de 2022, cuando una fuga parecida afectó a un carguero Progress MS-21; mientras que la segunda tuvo lugar el 15 de diciembre de 2022, cuando se captaron como partículas blancas salían durante horas de una nave Soyzu atracada en la ISS.
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