Una de las máximas del James Webb es la de descubrir los secretos más enraizados del espacio profundo. En España es famoso por las impresionantes imágenes que arroja, pero sus verdaderos logros radican en sus descubrimientos nacidos de la visión más detallada que ofrece del universo. El telescopio espacial vuelve a ocupar portadas, esta vez al descubrir una serie de objetos que desafían lo que conocemos de ciertos cuerpos espaciales, como los planetas.
Así lo especifica el medio New Atlas. La Agencia Espacial Europea ha publicado una serie de nuevas imágenes del James Webb apuntando directamente a la Nebulosa de Orión, usando la cámara de infrarrojo cercano del telescopio, la NIRCam. Se han descubierto una serie de objetos extraños del tamaño de un planeta en dicho lugar que no son planetas.
Estos objetos, denominados objetos binarios de masa de Júpiter (o JumBOs) aparecen en estas imágenes. Lo que desafía a la lógica científica es su naturaleza, ya que no cuentan con un tamaño suficiente como para considerarse estrellas, pero tampoco orbitan alrededor de una estrella, como haría un planeta convencional.
Objetos extraños en el espacio
La foto en cuestión, que ya ha sido cargada en la aplicación ESASky de la NASA (la interfaz de exploración para revisar a fondo las imágenes del Webb) apunta directamente a Messier 42, una brillante nebulosa ubicada dentro de la constelación de Orión. Esta está situada a 1.400 años luz de la Tierra.
La idea era poder sacar una foto con la cámara infrarroja que pudiera conseguir detalles a través del polvo y gas que conforma una nebulosa, y ver a través de estos elementos. Los descubrimientos fueron variados; protoestrellas aún en formación y estrellas jóvenes con discos de polvo formándose a su alrededor fueron solo unos ejemplos. Sin embargo, la clave está en los puntos blancos repartidos por la imagen.
Los llamados objetos binarios de masa de Júpiter han sido llamados así debido a cómo han sido observados. Para empezar, son objetos que en su mayoría se encuentran en pares binarios, y por otro lado, son increíblemente pequeños. Algunos cuentan con la mitad de la masa de Júpiter o bien con una masa varias veces la del planeta en cuestión. Esto, al menos sobre el papel, desafía mucho de lo establecido por la ciencia referente a la formación de planetas.
Para empezar, las teorías existentes establecen que, siguiendo el proceso que da vida a las estrellas dentro de dichas nebulosas, este no sirve para formar objetos que cuenten con dicha masa. Pero por si fuera poco, estos objetos flotan de forma libre en el espacio, y no orbitan ninguna estrella. Algo que contradice por completo el modelo más aceptado sobre la formación de estos cuerpos.
Y es que por lo general, se cree que la formación de planetas proviene de los discos de polvo que rodean a las estrellas más jóvenes. El material que orbita alrededor de esta estrella se distribuye en forma de disco (conocido como protoplanetario), y este acaba condensándose y concentrándose en un mismo punto. Estas nubes de material terminan por colapsar sobre sí misma debido a su propia gravedad, resultando finalmente en un planeta.
Este proceso determina que los planetas empezaron su andadura alrededor de una protoestrella central. Es por esto por lo que una de las mayores rarezas de los JumBOs reside en que, de ser planetas, estos van totalmente por libre en las fotografías proporcionadas por el Webb.
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Los análisis que el equipo del Webb ha realizado sobre estos JumBOs desvelan detalles todavía más desconcertantes. Aparentan tener una composición planetaria, con atmósferas principalmente compuestas de vapor y metano. Tendrían, aproximadamente, un millón de años y cuentan con temperaturas en su superficie superiores a los 1.000 grados. Algo que, debido a la falta de una estrella, acabará cambiando.
Expertos como Mark McCaughrean, asesor principal de ciencia y exploración de la ESA, están tremendamente desconcertados por el descubrimiento. Tanto es así, que el científico acaba reconociendo que, basándose en la física actual, ni siquiera es posible que se puedan formar objetos tan pequeños.
Si bien no es la primera vez que se han avistado objetos considerados pequeños, el origen de estos objetos en las observaciones del Webb no se ajusta a lo que entendemos en la física actual. Uno de los aspectos que más perplejidad causa es el hecho de que los JumBOs se distribuyan en pares.
Una posible explicación esgrimida para el descubrimiento de objetos pequeños era que estos podían haber sido expulsados de un disco planetario que orbitaba alrededor de otra estrella. De hecho, de momento esta es la hipótesis más plausible hasta el momento, según expone el propio McCaughrean.
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El hecho de que docenas de estos JumBOs estén dispuestos en pares binarios dificulta esta explicación. Esto es debido a que la expulsión dos objetos de la órbita de una estrella en dicha interacción y que se acaben uniendo es algo que, actualmente, no tiene explicación.
El avistamiento de estos JumBOs sienta un precedente en muchos aspectos. Podría servir para revisar los modelos que actualmente fundamentan nuestra creencia sobre la formación de planetas. Por otro lado, podrían incluso provocar la creación de una nueva categoría astronómica completamente nueva. Habrá que esperar a que estos objetos sean nuevamente estudiados para conseguir más detalles de ellos.
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