Sirius, el misterioso dron con bombas que Rusia ha desplegado en plena contraofensiva ucraniana
La aeronave está equipada con bombas de hasta 100 kilogramos y puede permanecer en misión de espionaje hasta 40 horas seguidas.
7 junio, 2023 03:20Los ataques con drones son el día a día tanto en Ucrania como en Rusia. Ambos países emplean este tipo de aeronaves no tripuladas para traspasar la frontera y ejecutar misiones en las capitales destruyendo edificios e infraestructuras al tiempo que se saldan con víctimas mortales y heridos. La última incorporación cae del lado de Moscú, con las primeras imágenes captadas del dron Sirius con capacidad de lanzar bombas, algo que España no tiene.
El despliegue de esta aeronave llega en un momento crucial. Las tropas ucranianas se encuentran en plena contraofensiva avanzando en Donetsk y Bakhmut, mientras intentan tomar el acceso a Mariúpol, otra de las plazas clave en esta guerra. La voladura de la presa Nova Kajova, uno de las reservas más importantes de Ucrania y planta hidroeléctrica, también ha supuesto un incremento notable de la tensión entre ambos países.
Más allá de alguna exposición al principio de su vida, el desarrollo del Sirius se ha llevado de forma discreta por parte de la compañía. Un velo tras el que todavía se oculta hoy su puesta de largo en la guerra contra Ucrania y que tan solo se ha visto interrumpido por un vídeo grabado desde la superficie.
Por otro lado, la preocupación del ejército de Zelenski para protegerse de estos ataques se ha transformado en un nuevo impulso de material militar por parte de Estados Unidos. El Ejército de Washington D. C. ha contratado a una empresa con sede en Florida para proporcionar a Kiev más unidades del cañón autopropulsado Gepard con capacidades antiaéreas para pararlo.
Un dron con "dientes"
El dron Sirius es una de las últimas incorporaciones del ejército de Moscú. Se trata de una aeronave de grandes prestaciones perteneciente a la familia Kronshtadt Orion, desarrollada por la compañía Kronstadt Group. El proyecto estuvo impulsado por el Ministerio de Defensa ruso a partir del 2011 y ya en 2016 comenzaron con las pruebas de vuelo.
Ya en 2021, el mismo Ministerio contrató a Kronstadt para mejorar el modelo original —denominado Orion— lanzando el programa Inokhodets-RU, conocido popularmente como Sirius. Éste realizó su vuelo inaugural en mayo del pasado 2022 y, tras unos meses, entró finalmente en producción a finales del mismo año.
"El dron se diferencia del resto, ya que sirve como una herramienta perfecta del Sistema de Gestión de Enlaces Tácticos. Coordina las unidades en el campo de batalla y ayuda a inclinar la balanza a favor de su propietario", afirmó el pasado año la empresa. Esta faceta de aeronave de vigilancia, inteligencia y coordinación tan solo es una parte de su trabajo en la guerra.
"Al principio no pensábamos añadir armas a Sirius y queríamos que fuera un pequeño 'pájaro' que lo ve todo y no es visto por nadie. Pero, durante la producción, los ingenieros vieron la posibilidad de añadirle armas de ataque aéreo, así que decidimos añadir 'dientes' a nuestro Sirius", concluyeron, tal y como recoge Rbth.
"Tiene un enorme potencial de modernización y es capaz de utilizar una gama más amplia de sistemas de armas pequeñas en comparación con el resto". Medios rusos apuntan a que puede equipar bombas como la FAB-100 de alto explosivo, la KAB-100 guiada o la ODAB-500PMV. Esta última dentro de la categoría de bombas de vacío.
Para cumplir con los nuevos estándares, la compañía modificó en profundidad el diseño prácticamente duplicando la envergadura de la aeronave hasta los 30 metros para acomodar a 2 motores de hélice, con una longitud de 9 y una altura de 3,3. El Sirius puede acomodar hasta 450 kilogramos de carga de combate y mantener una velocidad de crucero de 295 km/h y a una altitud máxima de 12.000 metros durante 40 horas, según Air Force Technology.
Se desconoce por el momento la cantidad de unidades disponibles de este dron en el ejército de Rusia ni si han ejecutado alguna misión de ataque. Teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva en producción y la escasez de sistemas tecnológicos en la que se encuentra inmersa el país, el probable que la flota sea muy reducida. Por su parte, Ucrania no ha anunciado todavía el derribo de ningún Sirius, algo que sí ha conseguido en varias ocasiones con el modelo Orion.
Footage of a 🇷🇺"Sirius" LR Drone during a test flight pic.twitter.com/9QN7Sd1Gkf
— Tony (@Cyberspec1) June 1, 2023
Ucrania cuenta en su arsenal con varios modelos de drones, algunos tan avanzados como el turco Bayraktar TB2 que tan buenos resultados lleva dando desde el comienzo de la contienda en operaciones de inteligencia y ataque. Han demostrado, además, las debilidades de los escudos antiaéreos con los que Putin habría blindado Moscú.
La defensa ucraniana
El Gepard comenzó a desarrollarse en la Alemania Occidental de los años 60. Entro en servicio a mediados de los 70 y desde entonces continúa activo en diversos ejércitos de todo el mundo. Berlín decidió enviar a Ucrania este modelo de blindado como defensa antiaérea de punto y ha demostrado en todos estos meses su valía contra misiles de crucero subsónicos y drones, como los Shahed-136 que emplea Rusia para atacar Kiev.
Una de las particularidades de este vehículo es que cuenta con un sistema de radares a bordo para la detección de amenazas aéreas con un radio de cobertura que puede pasar los 15 kilómetros. En cuanto al armamento, dispone de un par de cañones de 35 milímetros cada uno que se acompañan de otros 2 lanzadores de granadas de humo.
Dispone de una masa de 47,5 toneladas repartidas entre los 7,68 metros de largo, 3,71 de ancho y 3,29 metros de alto con el radar escondido. El empleo de cadenas le permite una alta movilidad en el campo de batalla que se acompaña con los 65 km/h de velocidad máxima y hasta 550 km de autonomía.
En cambio, el Gepard emplea una munición mucho más barata de fabricar y con gran variedad de tipos. Una característica que convierte a este blindado alemán en clave para repeler los ataques de drones suicidas que no alcanzan gran altura.
Este arma cubre un espacio esencial en el ejército de Kiev, situándose por debajo de los sistemas antiaéreos más avanzados como el S-300, los Patriot o los NASAMS. Estos últimos cuentan con mejores especificaciones tanto en la detección como en el derribo de amenazas, pero a un precio por disparo altísimo debido a que emplean misiles.
El acuerdo, que asciende a 110 millones de euros, contempla la adaptación y puesta a punto de un número no publicado de Gepards en Amán (Jordania) con una fecha de finalización estipulada en el 30 de mayo del próximo año. Las unidades serían antiguos blindados neerlandeses que habrían sido vendidos al ejército de Jordania en 2013 tras un tiempo fuera de servicio, según The War Zone.