La importancia de los drones en el campo de batalla está quedando demostrada en guerras como la de Ucrania, en la que España participa a través de la OTAN. Estas plataformas voladoras no tripuladas pueden ejecutar todo tipo de misiones, desde espionaje o labores de inteligencia a ataques empleando misiles, dos campos muy diferentes en los que trabaja la compañía andaluza Aertec junto con su modelo de dron Tarsis.
Aertec, fundada en Málaga en 1997, se especializó en sus primeros años en los proyectos aeroportuarios y ya bien entrado en el nuevo milenio comenzó a desarrollar sistemas aeroespaciales y de defensa tanto propios como para terceros. La aeronave insignia de la compañía es el dron Tarsis y han aprovechado la Feria Internacional de Defensa (FEINDEF), celebrado en Madrid, para presentar una versión con capacidad de ataque.
"Tenemos dos conceptos diferentes para Tarsis, uno sería el de vigilancia (ISR) y otro sería el armado", comenta a EL ESPAÑOL-Omicrono Rafael Márquez, director de desarrollo comercial de Aertec, en su estand de FEINDEF. El primero se trata de un producto maduro que ya se encuentra listo para su entrada en servicio, mientras que al segundo concepto todavía le quedan algunos cabos sueltos en el campo de la integración de los misiles.
Programa RAPAZ
La versión sin armamento está integrada dentro del Proyecto RAPAZ, impulsado por el Ministerio de Defensa en el año 2015, que tiene como finalidad evaluar aeronaves con capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento con un peso al despegue inferior a los 150 kilogramos.
Aertec se incorporó en el programa en 2017, en la segunda hornada de drones participantes y "somos prácticamente los únicos que nos mantenemos dentro de RAPAZ", recalca Márquez. Desde entonces se han realizado diversos vuelos de prueba y exámenes por parte de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM). La última hace menos de dos meses en León y durante estas semanas también volarán. "Tenemos contrato para todo 2023".
Durante estos últimos años, la compañía ha modificado el dron dentro del programa para satisfacer las necesidades del Ministerio de Defensa. "Ahora mismo estamos con la integración del sistema con el mando y control del ejército", apunta en esta ocasión Juan José Calvente, jefe de la división de sistemas de aeronaves no tripuladas.
En cuanto a especificaciones, el dron Tarsis de espionaje cuenta con un peso máximo al despegue de 75 kilogramos que se reparten en 5,2 metros de envergadura, 3,8 de longitud y 0,96 de altura. Dispone de un motor que le proporciona una velocidad de crucero de 100 kilómetros por hora con un techo de vuelo de 5.000 metros sobre el nivel del mar y un tiempo máximo de vuelo de 12 horas cuando lleva 12 kilogramos de carga de pago, el máximo.
Esta carga de pago son los instrumentos que se pueden integrar dentro del dron, que se centran principalmente en sistemas electroópticos y de infrarrojos para realizar labores de inteligencia. Aertec ha probado numerosos sistemas y, según explican, pueden adaptarse a prácticamente cualquier petición del cliente.
Con misiles
La novedad de esta edición de FEINDEF es la presentación de una versión armada con misiles, denominada comercialmente Tarsis-W. Tal y como explica Márquez, este modelo en particular se encuentra inmerso en otro programa del Ministerio de Defensa para la integración del armamento en la plataforma; algo que en España no se había explorado. "En los últimos años ha habido un cambio significativo" en cuanto a disponer de drones con misiles.
"Lo que se trata precisamente es de impulsar el desarrollo de tecnología nacional propia", recalca. Aertec ha aplicado diversas mejoras al Tarsis-W respecto a su hermano sin armamento. Una envergadura mayor —alrededor de 1 metro extra— y un cambio de propulsor a uno más potente le garantiza un peso máximo al despegue mayor para equipar hasta 4 misiles junto al sistema de inteligencia.
Otro de los puntos en los que la compañía está trabajando es en la integración de un nuevo acople para los misiles que irá debajo del ala del Tarsis-W. La munición está protagonizada por micromisiles guiados modelo μASM A- FOX especialmente diseñados para equiparse en drones clase I, como es el andaluz.
Cuentan con 50 milímetros de diámetro por 1 metro de largo y una masa de 3 kilogramos, aunque este último dato puede cambiar según la carga interna. La compañía apunta a un alcance máximo de 4 kilómetros con una carga de guerra de 500 gramos. Podrá ser efectiva contra objetivos poco protegidos tales como vehículos sin blindaje o grupos de personas al descubierto.
Toda la interfaz de vuelo desde donde se maneja el dron en tierra firme también es desarrollo de Aertec, así como todo el software de navegación aérea punto a punto. Disponen actualmente de diversos formatos que van desde estaciones de control en furgonetas a otros no más grandes que una maleta.
En esta línea, otro de los puntos esenciales del Tarsis y del Tarsis-W es que puede despegar y aterrizar autónomamente y desde cualquier tipo de pista. "En las pruebas realizadas en León el dron operó en una pista de gravilla compactada" con una carrera de despegue de unos 150 metros.