El rayo láser imparable para ganar guerras: podrá fulminar tanques pesados en cuestión de segundos
Ha comenzado el desarrollo de un arma láser que, a diferencia de las ya existentes, se centrará en achicharrar vehículos fuertemente blindados.
17 mayo, 2023 04:41La industria de defensa tiene las miras puestas en la tecnología láser por su potencial para revolucionar el sector armamentístico. Lo que estamos presenciando en los últimos años es una auténtica carrera entre EEUU, China, Israel y Rusia por desarrollar las primeras armas capaces de utilizar pulsos láser de alta energía, la mayoría de ellos centrados en derribar objetivos aéreos. España ya prepara el arma que tendrá la Armada en sus buques para derribar drones, pero otro país pretende competir con un concepto novedoso: Australia ha empezado el desarrollo de un láser tan potente como para fundir el blindaje de carros de combate.
Así lo ha anunciado en un escueto comunicado de prensa el Ministerio de Defensa australiano, que ha concedido una inversión inicial de algo más de 8 millones de euros a la empresa QuinetiQ Australia para desarrollar un prototipo de arma láser en colaboración con el Grupo de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTG). No revelan sus ambiciones ni detalles técnicos, pero en el Plan de Estructura de Fuerzas 2020 publicado en su día por el ministerio se afirma de manera explícita y rotunda que ese nuevo arma debería ser capaz de enfrentarse a vehículos blindados, incluidos carros de combate principales como el T-90, el potentísimo tanque que encabezó el ataque ruso en Ucrania.
"Estamos increíblemente orgullosos de la larga y profunda asociación entre QinetiQ Australia y DSTG", dijo Simon Fredericks, director General de Servicios de Ingeniería de QinetiQ Australia. Al aprovechar la tecnología láser de alta potencia y la experiencia en pruebas y evaluación de QinetiQ en colaboración con la innovación científica de DSTG, ofreceremos una capacidad soberana mejorada a las Fuerzas de Defensa de Australia (ADF)".
Ventajas e inconvenientes
Las armas de este tipo, que avanzan en paralelo a la 'guerra mundial' por conseguir el láser más potente, todavía no se han generalizado, dado el coste de su desarrollo y fabricación, pero ofrecen diversas ventajas respecto a las basadas en el lanzamiento de proyectiles. Sus virtudes más destacables son los impactos instantáneos, la velocidad en la recarga, la precisión a la hora de acertar en los objetivos (lo que reduce el riesgo de daños colaterales), y la potencia escalable en función de los requisitos de cada objetivo.
Además, aunque tienen un coste inicial elevado, las armas láser son muy rentables una vez establecidas, ya que tienen costes insignificantes por disparo, sobre todo en comparación con misiles que valen cientos de miles de dólares cada unidad. Entre los inconvenientes, sin duda, están las enormes necesidades de energía, la disminución de la potencia a medida que la distancia es mayor y la sensibilidad a las condiciones atmosféricas, que pueden alterar la eficacia del láser.
Aún así, el Plan de Estructura de Fuerzas 2020 australiano, además del uso de minas inteligentes, la mejora de los obuses M777 o la adquisición de una batería de artillería de cohetes de largo alcance como la que se está planteando España, apuesta por los láseres para potenciar sus fuerzas terrestres.
"Un futuro programa para desarrollar un sistema de armas de energía dirigida capaz de integrarse en vehículos blindados y protegidos de las ADF, y capaz de derrotar a vehículos blindados, incluidos carros de combate principales", se puede leer en el apartado de Apoyo al Combate Terrestre. "El eventual despliegue de armas de energía dirigida también puede mejorar la resistencia de las fuerzas terrestres al reducir su dependencia de las reservas de munición y las líneas de suministro".
Dificultades a sortear
Para conseguirlo, primero deberán sortear numerosas dificultades. Y es que este tipo de armas, capaces de concentrar haces de energía partiendo de 30 KW, han probado su eficacia frente a drones, misiles, proyectiles de mortero y hasta aviones. Todos ellos son objetivos que no están blindados, lo que los hace muy vulnerables. Los objetivos aéreos son también un blanco 'fácil' para los láseres porque en muchos casos basta con inutilizar sus sensores o incapacitar sus motores para que caigan o no puedan operar en condiciones.
Sin embargo, los blindados de más de 60 toneladas siguen siendo todo un desafío para las armas de este tipo. El cañón más potente de los ya desarrollados, un láser de estado sólido pensado para acoplarse a unidades en tierra, mar y aire con una potencia de hasta 300 kW, tampoco sería capaz de hacer un agujero en la gruesa coraza de blindaje de los tanques más avanzados.
Este tipo de carros de combate, como el mismo T-90, disponen de blindaje reactivo que mejora la protección contra algunos tipos de munición como los proyectiles perforadores. También incluyen faldones de goma laterales y algunas áreas del carro protegidas por una armadura especialmente diseñada para resistir municiones antitanque.
Por su parte, blindados de la OTAN como las versiones más avanzadas del Leopard utilizan variantes del blindaje Chobham, una secreta combinación de aleación de acero, cerámica, materiales compuestos y, según algunos rumores, incluso capas de uranio empobrecido. Eso los convierte en auténticos carros acorazados increíblemente resistentes tanto a las explosiones como al calor.
Para que un láser de estado sólido pudiera atravesar todas esas capas protectoras hasta el punto de inutilizar el vehículo, necesitaría mucho tiempo de disparo o una potencia que actualmente no alcanza ninguna de las armas desarrolladas hasta la fecha. Eso incluye HELIOS, el arma láser para buques con la que EEUU podrá derribar aviones y hundir barcos, o el escudo antiaéreo chino que carboniza drones en segundos.
Para ello, sería necesaria una enorme cantidad de energía proyectada en un único punto del blindaje. Eso implicaría una mejora no sólo en el propio láser, sino en su fuente de alimentación, las bobinas de fibra óptica encargadas de generar el pulso de energía, el sistema de puntería... Por eso lo que está financiando Australia no es sólo el desarrollo del prototipo, sino toda una planta de fabricación.
"El DSTG está colaborando con la industria para crear capacidades avanzadas y competitivas para las Fuerzas de Defensa australianas en áreas tecnológicas críticas", ha declarado Tanya Monro, Jefa Científica de Defensa del DSTG. "La capacidad de fabricación de láser de alta energía es un ejemplo de cómo podemos trabajar con la industria para apoyar las tecnologías emergentes y disruptivas".
En ese sentido, China va un paso por delante, ya que científicos del Instituto de Mecánica de la Academia China de Ciencias han dado con la clave para usar superarmas: un generador hipersónico que puede convertir gas caliente en una potente corriente eléctrica.
Este innovador dispositivo llamado generador magnetohidrodinámico o MHD fue capaz durante un experimento de generar pulsos rápidos de hasta 212 kW utilizando algo menos de un litro de gas argón. Eso implica un enorme potencial para liberar fuertes ráfagas de energía en rápida sucesión, como la que necesitan los láseres de alta energía, los cañones de riel o armas de microondas.
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