China ha completado la construcción del que ya se considera el mayor telescopio terrestre, formado por cientos de platos apuntando hacia el cielo. Los 313 telescopios que forman esta construcción se enfocarán en comprender todo lo relativo a las eyecciones solares, fenómeno que ha amenazado con destruir las comunicaciones en la Tierra en más una ocasión estos últimos años. Este objeto de estudio también se está abordando en España.
Las tormentas solares pueden ser un gran aliado al regalar a la humanidad el espectáculo que suponen las auroras que pintan el cielo nocturno de vivos colores. Sin embargo, según su fuerza y alcance esta actividad solar se puede convertir en un peligro más del Sistema Solar contra este planeta habitado y todos sus avances tecnológicos.
El radiotelescopio solar Daocheng (DSRT) está ubicado en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China y ya luce sus 313 platos completamente instalados. Cada uno mide 6 metros de diámetro y forma una circunferencia de 3,14 kilómetros, por lo que pueden presumir de ser el conjunto de telescopios más grande destinado a una misma función.
"Podemos pronosticar si una tormenta solar estallará hacia la Tierra", dijo a CCTV+ Wu Lin, diseñador jefe adjunto del Proyecto del Telescopio de Imágenes de Radio Solar Ring Array, según recoge Space.com. La combinación de radiación y viento solar puede generar una onda con gran carga magnética que si alcanza la Tierra provoque daños en la tecnología construida por el ser humano durante décadas.
La empresa SpaceX perdió a principios de año más de 40 equipos recién lanzados a la órbita terrestre por una tormenta solar. Satélites, redes de telefonía, internet y muchas otras infraestructuras electrónicas se ven amenazadas por este fenómeno que irá creciendo en los siguientes años. Los resultados de esta observación servirán también para proteger todos los equipos que China está lanzando al espacio, como su nueva estación espacial o el conjunto de satélites de conectividad que pretende lanzar en adelante.
Se estima que las eyecciones se suceden en lapsos aproximados de 11 años, cuando el Sol está en sus fases de mayor actividad magnética, también conocidos como "máximos solares". El ciclo en el que se encuentra actualmente el astro central de este sistema tendrá su punto álgido a lo largo del año 2024, por lo que cualquier protección terrestre es urgente.
"Si estalla hacia la Tierra y nos alcanza, podremos emitir una alerta temprana para una tormenta solar de este tipo. De esta manera, podemos proporcionar pronósticos del entorno espacial para el funcionamiento normal de los satélites en el espacio y las redes eléctricas en tierra", afirma Wu Lin. Junto a los más de 300 telescopios construidos en Sichuan, el país asiático lanzó recientemente un satélite solar para estudiar más de cerca este fenómeno.
[China seguirá usando los cohetes sin control que amenazan la Tierra en su constelación satelital]
Aunque ya está terminado, la inmensa construcción no comenzará a trabajar hasta mediados del próximo año. Primero debe completarse la alineación y la prueba conjunta de todos los telescopios en hilera. El Centro Nacional de Ciencias Espaciales (NSSC) de la Academia de Ciencias de China está a cargo de este proyecto y DSRT es parte de una red de monitoreo del entorno espacial basada en tierra llamada Proyecto Meridiano Chino.
De esta forma, China se une así a otros programas de defensa planetaria que persiguen este mismo objetivo, conocer mejor como funciona el Sol, vigilarlo y controlar sus efectos. Es importante contar con ojos en cada zona del planeta para detectar a tiempo cualquier incidencia y dar la voz de alarma a tiempo para proteger las comunicaciones terrestres.