DJI, la compañía especializada en drones y sistemas de grabación, ha presentado su nueva cámara de acción, la Osmo Action 4. Lo hace menos de un año después de haber lanzado al mercado la Osmo Action 3, manteniendo el formato de forma de la generación anterior y olvidando ya la fórmula modular sorprendente de la Action 2.
La nueva cámara llega al mercado con un precio de salida de 429 euros, ligeramente más barata que la GoPro 11, y a la que ataca directamente con argumentos: diseño, ligereza, robustez y —sobre todo— calidad de imagen. Y es que el principal reclamo de la Action 4 es una gran calidad de imagen en un cuerpo muy pequeño y resistente.
El diseño es continuista y a primera vista parece la misma cámara del año pasado, aunque ajusta ligeramente sus dimensiones para ser todavía más cómoda de llevar. Es pequeña, coqueta y fácil de usar, pues sigue apostando por la acertada combinación de dos pantallas táctiles —una frontal y otra trasera— permiten que utilizarla sea sencillo e intuitivo. "El diseño está centrado en el usuario", explica Paul Pan, gerente de la línea de producto de DJI.
Aunque parezca el mismo diseño, hay detalles que no se ven que mejoran con respecto a la cámara del año pasado. Así por ejemplo amplía los metros a los que se puede sumergir sin estuche, pudiendo hundirse hasta 18 metros sin carcasa y disparando la resistencia de temperatura hasta los -20 grados centígrados.
Mejor sensor
Aunque el diseño continúa, el principal cambio está en el sensor. Ahora el sensor mejora hasta las 1/1.3 pulgadas con una apertura de f/2.8, un tamaño de píxel de 2.4 μm y un campo de visión que mantiene los 155 grados, lo que permite capturar ampliamente el entorno en el que estamos, sin importar que haya poca luz y sin deformar la grabación.
La Osmo Action 4 es todo potencia y puede grabar hasta en calidad 4K a 120 frames por segundo; aunque al músculo de la calidad de imagen le acompañan otras funciones que son las que verdaderamente hacen diferente a esta cámara frente a la competencia.
Si de algo sabe DJI es de estabilización de imagen. Lo hace a la perfección con sus drones y aquí utiliza su saber hacer para sacar partido a la función HorizonSteady en 360°, que incluyen RockSteady 3.0/3.0+ para vídeos en primera persona y HorizonBalancing y HorizonSteady para tomas en horizontal, la idea es que grabemos y nos olvidemos de cuánto se puede mover la cámara: la imagen que tendremos es estable y de alta calidad como esperamos. Da igual el entorno.
Otro de los puntos en los que hace hincapié la compañía con la cámara es en la fidelidad de color. Dispone de un sensor avanzado de temperatura del color, que garantiza tonos auténticos, para ser fiel en cualquier entorno de grabación, así como dispone del modo de color D-Log M de 10 bits que ofrece más de 1.000 millones de colores y un mayor rango dinámico, una funcionalidad perfecta para jugar después con los vídeos en posproducción.
Grabación y retransmisión
Más allá del sensor, la Osmo Action 4 ofrece una serie de funciones diseñadas para mejorar la experiencia de grabación. Así como mantiene su diseño magnético de liberación rápida, con el que se puede cambiar rápidamente de configuración para capturar cada momento en cuanto se presenta la oportunidad.
Asimismo, dispone de capacidad de grabación vertical nativa, habilitada por la montura de protección horizontal-vertical, con lo que se puede grabar contenido para redes sociales sin necesidad de realizar recortes digitales o bajar la calidad. Asimismo cuenta con una serie de funciones inteligentes y la posibilidad de cambiar rápidamente entre modos para realizar transiciones entre ellos.
Entre las funciones inteligentes de la cámara se encuentran SnapShot, que permite cambiar rápidamente entre grabación inmediata y modo instantáneo; cambio rápido entre cinco modos personalizados; avisos y control por voz para no tener que desmontar la cámara o tocarla cuando tenemos las manos ocupadas; InvisiStick, que reconoce los palos de selfies y los oculta digitalmente; zoom digital 2x; así como compatibilidad con accesorios y micrófonos con conexión tipo C.
Otra de las mejoras se encuentra en la aplicación LightCut para editar el vídeo. Ahora, gracias a la IA, se dispone de una serie de previsualizaciones rápidas y edición automática sin necesidad de transferir el metraje desde la cámara. Puede reconocer temáticas en el vídeo, recomendar una secuencia de grabación ideal y editar automáticamente el contenido con solo un toque a 4K/60 fps.
Además de la grabación de contenido, la cámara también está pensada para la retransmisión de vídeo, buscando ser una solución integral por sí misma, sin necesitar nada más. Integra un sistema de tres micrófonos que permite tanto reducir el ruido del viento como captar bien la voz del usuario, así como se puede conectar a un punto de conexión WiFi para realizar las emisiones.
Eso sí, para retransmisiones largas la compañía recomienda la conexión a una fuente de alimentación para streams más largos. Su batería promete una autonomía de más de 2,5 horas, alta resistencia a bajas temperaturas pudiendo grabar 150 minutos a -20 grados, y un sistema de carga en los que se tiene el 80% de carga en 18 minutos. Asimismo, como complemento, es recomendable para escapadas largas el battery case, un funcional estuche que permite guardar tres baterías, comprobar su capacidad y cargarlas de forma simultánea.
Precio y disponibilidad
La nueva cámara de DJI está disponible a partir hoy en su web y distribuidores autorizados a partir de 429 euros, 70 euros más que la Action 3 de partida. Incluye una batería externa, la montura de protección el soporte de liberación rápida, la base adhesiva curva, el tornillo de fijación, cable PD tipo C, un parasol de objetivo y un parche antideslizante.
Sin embargo, por 100 euros más también ofrece el pack Aventura que añade dos baterías más, el estuche battery case y un brazo extensible de 1,5 metros para llevar la cámara con más comodidad en viajes y rutas.