El teletrabajo se ha convertido en algo habitual en España tras la pandemia por la Covid-19, lo que ha motivado a muchos a organizarse un buen espacio en casa para sentirse como en la oficina. Para ello no sólo vale con una mesa y un ordenador, sino que hay otros accesorios que son realmente fundamentales, como un buen teclado, ratón, auriculares y hasta sillas; y éste último elemento es uno de los más importantes si quieres que tu espalda no sufra al estar muchas horas frente al PC.
Si uno está trabajando prácticamente sin moverse y adopta una mala postura o no cuenta con la silla adecuada, lo más habitual es que termine con problemas de espalda. En mi caso, que por ciertos motivos de salud no consigo estar del todo recto, estas molestias suelen ser bastante frecuentes, por lo que siempre he preferido adquirir sillas gaming, ya que al estar pensadas para personas que están gran parte del día jugando a videojuegos, por norma general suelen ser cómodas y ergonómicas.
Desde hace poco más de un mes he cambiado mi silla gaming, que ya tenía unos cuantos años, por la Backforce One Plus (690,16 euros), un modelo del fabricante alemán que utilizan varios equipos profesionales de deportes electrónicos (eSports) de dicho país, como el Hertha BSC o el Berlin International Gaming (BIG). Una silla que tiene 10 años de garantía y destaca por ofrecer un diseño futurista, una gran personalización, por ser cómoda y por adaptarse al cuerpo del usuario; y lo cierto es que durante este tiempo lo dolores de espalda no han aparecido.
Diseño futurista
Las sillas gaming están diseñadas para que el usuario mantenga la postura correcta y para ofrecer un correcto descanso para la espalda o la zona lumbar, y eliminar los dolores que surgen tras estar muchas horas sentado, ya sea jugando o trabajando. En el mercado se pueden encontrar diferentes modelos con distintos precios, pero como sucede en prácticamente todos los sectores, cuanto más cara, más calidad tiene.
En mi caso, vengo de utilizar un modelo que en su día me costó un poco más de 120 euros, por lo que la diferencia con respecto a la Backforce One Plus es abismal, ya que ésta última cuesta 690,16 euros. Y se nota la diferencia tanto en su diseño, que es cuidado y ergonómico, como en sus materiales, ya que está hecha en aluminio y posee buenos acabados; o simplemente con estar un buen rato sentado en ella ya se comprueba que es bastante cómoda.
Una de las cosas que más llaman la atención nada más verla es su diseño, ya que parece sacada del futuro o directamente desde la propia Enterprise, la nave de la popular serie de ciencia ficción Star Trek. Esto se debe a que incluye un respaldo ligeramente curvo con unas líneas horizontales de colores y una pequeña luz LED, que le dan así un toque un poco más agresivo en comparación con otros modelos gaming.
El montaje de la Backforce One Plus es bastante sencillo y rápido, ya que tan sólo es necesario seguir las instrucciones que vienen en la caja tanto en papel como mediante un código QR que enlaza a un vídeo explicativo. La silla tiene un reposacabezas y un respaldo de múltiples capas que están recubiertos por superficies sintéticas suaves y colocados sobre una gran estructura interior de espuma y otra de madera, que aporta rigidez.
La silla también incluye un soporte de lumbares graduable en altura y profundidad para que el cuerpo se adapte correctamente, y dos reposabrazos que se pueden rotar y abrir como se quiera para que no molesten y que tienen dos almohadillas que ofrecen más comodidad; mientras que la que utilizaba antes no estaba tan bien equipada.
El respaldo se ajusta a la espalda del usuario y no se puede echar para atrás para tumbarse, pero sigue resultando cómodo. Por su parte, el asiento ofrece dos componentes de espuma con diferentes grados de dureza -uno más blando en el interior y otro duro en el exterior- que se adaptan al cuerpo; mientras que en su zona inferior, justo en los laterales, están los diferentes mecanismos que, por ejemplo, sirven para ajustar la altura o la profundidad e inclinación de la zona para sentarse.
Es personalizable
Una de las cosas que atraen de este modelo, además de su comodidad y diseño, es que es totalmente personalizable. El usuario puede escoger el color en el que desea tener la silla entre doce disponibles, y en mi caso opté por el azul, ya que la anterior era de color rojo y me apetecía algo menos llamativo. La silla también tiene unos parches en su zona superior que se pueden personalizar poniendo el nombre o cualquier otra cosa que se desee, con unos colores que van a juego con el resto del diseño.
Al ser un producto pensado para los gamers no podía falta una luz LED, una de las señas de identidad en los dispositivos para los amantes de los videojuegos. Sin embargo, es una característica que más allá del diseño tampoco aporta mucho, ya que en este modelo es una luz blanca extraíble que no cambia de color, que tiene el logo de la marca y se coloca en la parte superior trasera de la espalda, por lo que tú no la ves.
Al apretarla se puede poner la luz fija, si se pulsa una segunda vez parpadea y con otra tercera se apaga. Además, se carga mediante USB, por lo que hay que estar sacándola cada cierto tiempo. Entre otros detalles, la silla cuenta con una base fabricada en aluminio en forma de estrella y tiene unas ruedas universales de 65 milímetros con embellecedores, para un buen desplazamiento. También soporta un peso de hasta 130 kilogramos y está diseñada para personas con una altura de hasta 1,92 metros.
Tras usarla durante algo más de un mes, tengo claro que es uno de los modelos más cómodos en los que me he sentado, y esto se debe en parte a su estructura y forma que se adapta a la zona cervical y lumbar del cuerpo, donde posee una pequeña curvatura no regulable. Mientras que el material de espuma que compone el interior de la silla también se adapta al cuerpo para ofrecer una mejor postura. Con ella no he sufrido dolores de espalda, y eso que la utilizo tanto para trabajar como para jugar a la consola, y es un gran detalle a tener en cuenta.
¿Me la compro?
La silla Backforce One Plus es posiblemente uno de los mejores modelos que se pueden encontrar en el mercado, y más teniendo en cuenta que está pensada para jugadores de videojuegos profesionales que pasan muchas horas frente al ordenador. En este caso destaca principalmente por su comodidad, ergonomía y adaptabilidad.
El principal obstáculo que tiene esta silla es su precio de 690,16 euros, que es bastante elevado, y más teniendo en cuenta que en el mercado se pueden encontrar buenos modelos más baratos. Sin embargo, cada euro está bien justificado, ya que más allá de que resulte bastante cómoda y en mi caso haya evitado los dolores de espalda, tanto los materiales como el diseño son de alta calidad.
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