El nuevo iPad Air de Apple se pone a la venta este viernes en España. Fue una de las grandes novedades que la compañía dio a conocer la semana pasada en su keynote Peek Performance, que se caracterizó por estar centrada en el salto de potencia de los equipos presentados: el iPhone SE de tercera generación, que llega con el chip de los iPhone 13; así como el Mac Studio, su nuevo ordenador de sobremesa en el que debuta el ambicioso chip M1 Ultra.
El iPad Air de quinta generación mantiene el diseño con respecto al modelo lanzado en 2020 pero sufre un sustancial incremento de potencia al incorporar en su interior el chip M1, un auténtico portento en rendimiento y eficiencia. Este procesador debutó en los MacBook Air, MacBook Pro, y Mac mini para llegar después al iMac y al iPad Pro. En esta expansión de la versión básica del chip, Apple lo lleva ahora a su iPad más equilibrado ordenando así su portfolio de tabletas tras meter un A15 Bionic en el iPad mini.
La subida de potencia hace que el iPad Air se asienta como su tablet más versátil y orientada, cada vez más, para quienes quieren apostar por la ultramovilidad sin poner límites al rendimiento. Además, la renovación del modelo trae otros ases bajo la manga como mejores cámaras o conexión 5G. Parte de los 679 euros (30 euros más que la generación anterior) y en EL ESPAÑOL - Omicrono hemos pasado la última semana con ella para comprobar de primera mano cómo ha sido la evolución y si merece la pena.
Un diseño conocido
Apple no suele apostar por rediseños radicales de una generación a otra y menos si han funcionado. La quinta generación del iPad Air continúa con el mismo aspecto que debutó en la versión lanzada en 2020 con la que se acercaba al iPad Pro y servía a la compañía para marcar la línea de diseño de los mejores iPad de su catálogo, como luego también demostró el iPad mini.
Así pues, el iPad Air cuenta con un diseño industrial de aluminio reciclado, de bordes rectos, un frontal de pantalla con márgenes delgados y una funcionalidad que muchos usuarios desean para los iPhone: Touch ID en el botón de encendido. Y es que el Air carece de FaceID —como sí tiene el Pro— pero dispone de lector de huellas en el superior izquierdo según vemos la tableta en horizontal.
La principal fortaleza del diseño del Air es la combinación de robustez y ligereza (pesa 462 gramos), que permiten que manejar una pantalla de 10,9 pulgadas sea realmente cómodo y versátil. Buscando esa variedad de usos el Air sigue siendo compatible tanto con el Apple Pencil de segunda generación como con la funda Magic Keyboard, que permite transformar el iPad en una alternativa a un portátil.
Con respecto a la calidad de la pantalla, mantiene el panel Liquid Retina con tecnología True Tone de la generación anterior, diferenciándose así de la pantalla Liquid Retina XDR con Tecnología ProMotion que sí integra el iPad Pro. Igualmente sucede con la salida del sonido, tenemos dos altavoces estéreo en horizontal que suenan realmente bien, pero que quedan por debajo de los cuatro altavoces del modelo Pro, que dan una sensación mucho más envolvente. Una forma de Apple de marcar la distancia entre gamas.
M1: potencia a raudales
El gran salto, y gran reclamo, de este nuevo iPad Air es el chip M1 que alberga en su interior. Pocos límites se le pueden poner a esta tableta que ahora vuela hasta en los procesos más complicados. Este cerebro no sólo hace que se puedan manejar procesos y aplicaciones con mayor fluidez y que los tiempos de espera se acaben, sino que abre la posibilidad de que los desarrolladores puedan adaptar las interfaces y entornos de trabajo a esta tableta.
Con el chip M1 el iPad Air se pone a la altura del iPad Pro más asequible, ya que también dispone de CPU y GPU de 8 núcleos, Neural engine de última generación (16 núcleos) y 8 GB de RAM —pudiendo el Pro subir hasta los 16 GB-. Esto se traduce en que es un 60% más rápido que a nivel de CPU que la generación anterior y el doble de rápido en gestión gráfica.
De este modo, el iPad Air permite desde construir y modificar con fluidez un entorno 3D en el que estamos trabajando a montar un vídeo en 4K con nuestras imágenes del carrete en cuestión de segundos, así como ir sobrado para jugar a cualquier juego que encontremos en la App Store. Es un verdadero portento.
Esta potencia no lastra uno de los puntos fuertes que tenía la generación anterior: la batería. Pese a montar un procesador mucho más potente, el nuevo iPad Air mantiene la autonomía, con lo que se puede tener unas 10 horas de uso en entorno WiFI
Cámara frontal mejorada
El otro gran avance de la nueva generación del iPad Air está en su cámara, en la frontal concretamente. Apple es consciente de la importancia que han ganado las videoconferencias tras la pandemia que ha decidido mejorar antes dicha lente que la ubicada en la parte trasera. Y tiene sentido.
El nuevo dispositivo de Apple monta un ultra gran angular de 12 Mpx que incorpora la tecnología de encuadre centrado, lo que permite estar en una videollamada y poder moverse con libertad que el iPad te seguirá. Una función realmente útil que se puede encontrar en el resto de tabletas del catálogo y se echaba ya de menos en la generación anterior. Eso sí, la mejora en la cámara frontal no dispone de modo retrato para hacer fotos, que queda reservado para el Pro.
Con respecto a la cámara trasera, mantiene el gran angular de 12 megapíxeles con f/1.8 de apertura y zoom digital 5x. Mejora ligeramente en el apartado de vídeo con la mejora del rango dinámico ampliado para grabar a 30 fps, un detalle que no es casual ya que Apple quiere que este iPad Air sea la herramienta total para los creadores que se están iniciando, con lo que pueden grabar y editar contenido directamente desde ahí. Eso sí, queda claro el enfoque del Pro, ya que en el momento que quieran acceder a funciones más especializadas para su trabajo será necesario dar el salto al modelo superior.
¿Me lo compro?
El iPad Air de quinta generación es el modelo para quienes lo quieren todo: mucha potencia, nueva línea de diseño y un precio más ajustado que lo que ofrece el iPad Pro. Tiene un rendimiento espectacular, con una fluidez y agilidad de procesos mucho más potente que muchos ordenadores portátiles del mercado y realmente es un portento a todos los niveles.
En su día ya cambié en su día un iPad Pro por mi MacBook Pro de 2017 como equipo principal —con un chip menos potente—, y con el nuevo iPad Air no sólo podría hacerlo mejor, sino que podría volver a repetirlo a un precio más barato. El nuevo iPad Air es una bestia en rendimiento y capacidades e igual la única limitación para no dar el salto de un portátil a un iPad siga siendo iPadOS. Pero aquí, al menos de momento, la línea de Apple parece clara en diferenciar qué es un iPad y qué es un MacBook.
En cualquier caso, el nuevo iPad Air (desde 679 euros) vuelve a colocarse en el lugar que merece: articular el catálogo de tablets de Apple. Es el iPad pensado para la gran mayoría de usos, que demuestra mayor versatilidad con una potencia bestial, un diseño ligero y manejable, así como la herramienta perfecta para creadores de contenido.
Tanto si es tu primer iPad como si quieres dar el salto a uno que te dure muchos, muchos años, el iPad Air se presenta gracias al chip M1 y a su conectividad 5G como la oportunidad perfecta para ser esa compra tecnológica de la que no te arrepentirás.
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