En los últimos días Spotify se ha enfrentado a una corriente de usuarios que llamaba a darse de baja del servicio, incluyendo España. ¿El motivo? la plataforma se posicionó del lado de Joe Rogan frente a la del músico Neil Young en la polémica antivacunas fomentada por el popular podcáster. Si alguien ha sabido aprovechar la situación ha sido Apple.
La compañía de Cupertino ha reaccionado sacando pecho no sólo de contar con la discografía completa del artista canadiense, sino de llegar a rebautizar a Music como 'la casa de Neil Young'. Pero la estrategia de Apple Music para comerle terreno a Spotify va mucho más allá de ser el hogar de los artistas que no quieren estar en Spotify.
La guerra en los servicios de streaming de música tiene más competencia que nunca. Spotify es la plataforma de referencia en el sector, con un 31% de cuota del mercado global según un reciente estudio de Midia Research. En él se puede observar además que Apple Music se ha colocado como el segundo servicio de música con un 15% de cuota de mercado, adelantando así a Amazon Music.
En su ofensiva para destronar a Spotify, la compañía de Cupertino está apostando fuertemente por una doble estrategia: calidad de sonido y precio, las dos principales debilidades de la empresa sueca. La primera lo hizo en mayo con el anuncio del audio en calidad sin pérdida, mientras que a final de 2021 desembarcó en España Apple Music Voice, una suscripción de pago más barata (4,99 euros al mes) pero con la particularidad de que sólo se puede usar el servicio a través de Siri.
Estos 5 euros mensuales son la mitad de lo que cuesta la suscripción individual para una cuenta de Spotify (9,99 euros al mes) Pero ¿cómo es usar un servicio de música únicamente desde el asistente de voz? ¿es cómodo? ¿cuánto limita la experiencia de usuario el sólo poder relacionarse con la plataforma a golpe de comando? Y sobre todo: ¿merece la pena? En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos probado esta modalidad durante un mes para ver qué tal funciona de primera mano y comprobar qué buscar a la hora de contratar una tarifa u otra en Apple Music.
Cómo funciona
Para empezar soy consciente de que tendría que poner orden en mis suscripciones. Tengo más de las que debería. Pago por Spotify, Apple Music, Amazon Music Prime y YouTube Music, aunque en realidad uso únicamente las dos primeras, pues las otras dos son accesorias a mi cuenta de Amazon Prime y YouTube Premium, no son un reclamo musical real para mí. Tidal me manda mails para que vuelva, pues lo di de baja en el momento en el que Apple incorporó el audio sin pérdida a su catálogo.
Para un servicio de música, tan importante como que el catálogo tenga millones de canciones lo es que tenga una buena experiencia de usuario. Que se adapte al usuario, a tus gustos, a tu estado de ánimo y trabaje en listas y contenido que te haga descubrir contenido afín. Ahí está la clave y es justo ahí donde reside el éxito de Apple y Spotify y por lo que consiguen atrapar realmente al usuario.
Pero ¿cómo es esta experiencia si sólo puedes pedir música a la aplicación a través de comandos de voz? Pues en realidad, menos traumático de lo que parece sobre el papel. El funcionamiento de Apple Music Voice es sencillo: la relación con la aplicación siempre tiene que pasar por el asistente de Apple. En el iPhone navegar por la interfaz o consultar tipos de listas o emisoras —aunque no aparecerán las letras de canciones—, sin embargo, todas las peticiones tendrán que ser a través de comandos de voz.
A Siri se le puede pedir que te ponga Ay Mamá, Rigoberta Bandini, la lista del Benidorm Fest o lo más escuchado de España. El usuario puede reclamar al asistente para ser más o menos específico con lo que quiere que suene, bien sean playlist, canciones, álbumes, emisoras o cualquier tipo de contenido que sólo se puede encontrar en Apple Music, no hay límites en ese sentido. Asimismo, tampoco hay límites que impidan saltar canciones, el usuario puede poner lo que realmente quiere.
Tampoco hay anuncios. Que la mensualidad sea más baja no quiere decir que Apple Music intercale publicidad entre las canciones. Aquí se accede al mismo catálogo que el resto de los usuarios, lo único, que todo se hace a través de Siri, tanto que se puede contratar hasta a través del asistente.
¿A qué se renuncia?
En mi día a día he descubierto que uso más la voz para pedir música de lo que pensaba. Lo hago con los HomePod que tengo en casa, desde los AirPods cuando voy caminando por la calle y lo hago también cuando conduzco desde CarPlay. Sí he echado de menos el poder relacionarme directamente desde el iPhone cuando estoy trabajando en el ordenador, que de forma instintiva me sale abrir la aplicación, navegar por ella y pulsar. Pero hay otras renuncias que llegan junto a Voice.
El primer elemento restrictivo es el propio Siri. No tanto porque todo tenga que hacerse a través del asistente, sino porque excluye de forma automática a quienes quieran usar Apple Music sin tener dispositivos de la compañía. Es un servicio 100% para usuarios de Apple al tener la necesidad de gestionarlo desde Siri.
El otro elemento restrictivo es la necesidad de tener conexión a internet. Al necesitar pasar por Siri, esta modalidad no contempla descargar canciones en el dispositivo o acceder al catálogo sin estar conectados. Siempre hay que estar online para usar Apple Music, un inconveniente si por ejemplo tenemos un vuelo y queremos escuchar música.
Por último, el otro gran punto que he echado de menos es el audio espacial con Dolby Atmos y el audio sin pérdida. Soy consciente de que estas dos funcionalidades son más de corte premium y tienen sentido que no estén en una suscripción de entrada, pero al pasar del plan Familiar al Voice lo he echado de menos en los AirPods Max. Es una de esas mejoras que valoras realmente cuando no la tienes.
¿Merece la pena?
Apple Music Voice es una propuesta interesante que se adapta al hábito de uso de una gran parte de usuarios a un precio considerablemente menor. No es sólo una forma de entrar en el ecosistema de música de Apple, sino que es una modalidad que puede ser suficiente para una amplia gama de suscriptores que quieren tener música en su día a día sin demasiadas complicaciones.
Las renuncias que hay que hacer por 5 euros al mes son comprensibles, sin embargo, habrá a usuarios a los que se les quedará corto el servicio al no poder por ejemplo guardar sus canciones favoritas para acceder a ellas sin conexión. Sin embargo, si lo que se busca en Apple Music es escuchar su catálogo o hacer uso de las emisoras —Apple Music Hits es especialmente buena—, con la modalidad Voice será más que suficiente.
En suma, si eres un usuario que está dentro del ecosistema de Apple y quieres tener un Apple Music más básico pero sin renunciar a lo importante, la música, esta es la modalidad que realmente estás buscando. Si ya buscas más calidad de sonido para sacar partido al audio espacial o descargar canciones, compensará moverse a una modalidad superior.
También te puede interesar...
- Los nuevos anuncios de Spotify que escucharás aunque seas premium
- Probamos el Apple Watch Series 7: una gran pantalla para mejorar su uso diario
- Primer contacto con los iPhone 13: parecidos y diferencias antes de elegir
- Probamos el iPad mini: el tablet más pequeño de Apple es una bestia