Elegir un móvil nuevo a buen precio se está complicando ante la amplia variedad de opciones interesantes; la competencia es cada día mayor en la franja de la gama media. Marcas como Realme crece en popularidad con modelos como los Realme 9 Pro que cambian de color, mientras que Xiaomi aspira a romper el mercado en España lanzando los nuevos Redmi Note 11.
La familia Redmi Note es una de las más vendidas de su catálogo, año tras año este éxito se sustenta en la buena relación calidad precio de los modelos. Suelen ser varios móviles de gama media bastante completos que ofrecen altas cualidades a los compradores a un precio muy asequible. El Redmi Note 11 promete continuar con esta esencia que tanto le funciona a Xiaomi.
En EL ESPAÑOL-Omicrono hemos estado probando durante una semana el nuevo Redmi Note 11 que Xiaomi ha lanzado este 17 de febrero por 199,99 euros. Llega junto al Redmi Note 11S; los modelos Pro y Pro 5G tardarán más en ponerse a la venta. El Redmi Note 11 se pone a la venta el 24 de febrero, pero desde el 21 se podrá adquirir por 179,99 euros como promoción de lanzamiento. Pocas marcas consiguen vender a ese precio un móvil que aparenta ser mucho más caro, en diseño y especificaciones.
Diseño premium
Xiaomi ha cambiado ligeramente el aspecto exterior de sus Redmi Note con respecto a la línea anterior. Los Redmi Note 10 eran algo más curvos en los laterales y su módulo fotográfico más discreto, en cambio, los nuevos Redmi Note 11 presentan una carcasa plana con bordes rectos y más sensores traseros que reciben todas las miradas.
Los cambios apuntan a un estilo más parecido a los cuadrados móviles de Apple, pero en cualquier caso este smartphone disimula con su diseño su precio económico. A nuestras manos ha llegado el modelo en tono gris, elegante y discreto.
El tamaño de 159,87 mm x 73,87 mm x 8,09 mm le permiten tener una buena pantalla de 6,43 pulgadas, pero que aún sea cómodo de sostener con una mano. Por otro lado, su peso de 179 gramos se nota, pero no supone una dificultad para utilizarlo con comodidad. La culpa la tiene, en parte, la batería de 5.000 mAh de la que hablaremos más adelante.
En los laterales se encuentra el botón de encendido y apagado que hace la función de lector de huellas. En vez de colocarlo bajo la pantalla, Xiaomi lo ha instalado en el lateral a una altura que resulta agradable para activar el teléfono con rapidez. Tanto el reconocimiento facial como el dactilar son eficientes y no dan muchos errores, pero no son tan rápidos como nos tienen acostumbrados otros teléfonos del mercado.
Pasamos ahora al frontal donde se concentra gran parte de la acción. La pantalla ocupa casi todo el espacio con bordes muy delgados y un orificio central arriba donde se integra la cámara. Se trata de un panel AMOLED con resolución FullHD+ (2.040 x 1.080 píxeles), 90 Hz de tasa de refresco y 180 Hz de respuesta táctil.
Los colores son vivos y con un nivel de detalle que permite ver toda clase de contenidos con buena calidad, sin poder reproducción en 4K. Tampoco es posible ajustar la tasa de refresco de forma automática, por lo que es necesario ir cambiando de forma manual entre 90 y 60 Hz para no agotar la batería más rápido sin necesidad.
Con los 1.000 nits de brillo, la mayoría de imágenes se ven con claridad en toda clase de situaciones, incluso rodeados de mucha luz. Por último, cuenta con la protección Corning Gorilla Glass 3 y el móvil es resistente a salpicaduras con certificación IP53, para los posibles accidentes. Incluso, Xiaomi ofrece durante los seis primeros meses una reparación gratuita.
En general es una buena pantalla con la que disfrutar de las fotografías que toman las cámaras y los contenidos en vídeos, así como videojuegos. Además, viene acompañada de dos altavoces para generar sonido estéreo con buena potencia y sin muchas distorsiones. Otra nota importante es que trae jack para quienes siguen usando los auriculares con cable, aunque no se incluyen en la caja.
Experiencia y rendimiento
El corazón de este modelo es un procesador Snapdragon 680, uno de los chips lanzados por Qualcomm a finales del 2021 para integrar los móviles de gama media que se presenten a lo largo del 2022. Este en concreto, es el más modesto de esa nueva familia procesadores, soporta pantallas 1080p a 90 Hz como hemos podido comprobar con el Redmi Note 11, pero no ofrece conectividad 5G.
Es verdad que la nueva generación de redes de telecomunicaciones es un aporte importante para que el teléfono que compremos ahora no se quede desfasado en los próximos años cuando el 5G esté más desplegado. Sin embargo, esta tecnología aún no ha conquistado a los móviles más económicos. Para muchos consumidores puede ser más prioritario un buen precio en este momento, que tener mayor velocidad de transmisión de datos en algunas ciudades de España.
El procesador, aún así, cumple con sus principales funciones, no he notado en ningún momento fallos de rendimiento, bloqueos o retardo. Presenta algunas dificultades más cuando se le exigen funciones pesadas, como editar algún vídeo o jugar a videojuegos, tampoco es un móvil para este uso intensivo. En esos momentos, ofrece un rendimiento acorde con su nivel y no se recalienta en exceso, ni siquiera cuando pones a cargar la batería de gran tamaño.
Otro dato importante es la memoria, el Redmi Note 11 que ha caído en mis manos cuenta con 4GB de memoria RAM y 64GB de almacenamiento interno. Esta es la combinación más sencilla y, por tanto, la más barata. El rendimiento mejoraría con más GB de RAM, aunque, como ya hemos dicho no podemos quejarnos en este sentido.
El almacenamiento es diferente, pues entre fotos, aplicaciones y música, los 64 GB se agotan con facilidad. A lo poco que hemos descargado estos días probando el móvil, hay que añadirle las aplicaciones preinstaladas por Xiaomi que son bastantes y no hemos quitado. Lo bueno es que ese espacio se puede ampliar con una tarjeta microSD que tiene espacio junto a las dos tarjetas nanoSIM que admite el teléfono.
Las aplicaciones preinstaladas son uno de los aspectos más molestos de la capa de personalización MIUI 13 que Xiaomi ha instalado por encima de Android 11. Este sistema operativo también es responsable de facilitar el rendimiento y eficacia del terminal. Sí, hemos dicho Android 11 y no 12. A estas alturas resulta extraño que no hagan uso de la versión más moderna del S.O. de Google, pero lo que no tiene Android lo compensa Xiaomi con una capa bastante completa en funciones.
Toda la potencia del teléfono descansa sobre una batería de 5.000 mAh que tiene la labor de mantener activo el teléfono durante dos días, sobre todo si se utiliza la tasa de refresco de 60 Hz, si no es más difícil pasar del día y algo más de autonomía. Cuando se acaba la carga, un cargador de 33 W consigue recuperar la batería algo más de una hora, con 20 minutos de carga se puede resistir casi un día entero, haciendo algunas concesiones.
Fotografía
Pasamos al apartado fotográfico, uno de los aspectos fundamentales de los teléfonos actualmente. El Redmi Note 11 se queda sin el sensor de 108 megapíxeles del modelo 11S, pero cuenta con uno de 50 megapíxeles que da buenos resultados sin dejar de ser la calidad de un móvil de bajo presupuesto. Le acompañan un gran angular de ocho megapíxeles, una cámara macro de dos megapíxeles y un sensor de profundidad de dos megapíxeles. La cámara frontal, por su parte, es de 13 megapíxeles.
Esto se traduce en imágenes nítidas con luz y un amplio rango de colores. Usar los 50 píxeles al completo aporta más luminosidad, así como el HDR consigue un balance equilibrado entre las sombras y las luces de una misma imagen. Incluso la IA ayuda a mejorar la fotografía, pero puede saturar un poco los colores.
De noche, sin embargo, la calidad desciende y las imágenes pierden detalle cuando menos luz tienen en la escena. Se defiende, pero con dificultad el Modo Nocturno, que ilumina algunos detalles, pero no termina de rebajar el impacto de luz que dan las farolas en las calles, por ejemplo, y que sí consiguen otros móviles.
También cumple bien la fotografía macro que consigue bastante nitidez, aunque esta es una opción que poca gente acaba aprovechando. Sería más productivo potenciar otros aspectos como el zoom que el Redmi Note defiende con soltura hasta los 4x, pero pierde calidad hasta los 10 aumentos.
En cuanto al vídeo, el móvil permite grabar con calidad de 1080 píxeles a 30fps, menos si se activa la función de grabación macro para grabar esporádicamente algún insecto. Con lo que no cuenta es con estabilización lo que sí es más necesario para poder hacer vídeos en movimiento sin acabar sintiendo que es una montaña rusa.
¿Me lo compro?
Por 199 euros el Redmi Note 11 es una bomba, un móvil con buena apariencia y bastante completo. Dentro del rango de precio es uno de los mejores móviles que he probado en bastante tiempo, por lo que fácilmente puede mantener las ventas de sus predecesores.
Es verdad que cuenta con ausencias notables que te hacen recordar que estás ante un móvil barato: sin conectividad 5G, con un espacio de almacenamiento y de memoria RAM muy justo, Android 11 en vez de 12 o el hecho de centrarse en cualidades fotográficas y no en otras quizás más prácticas. Pero todo esto depende de cada usuario, es posible aumentar la memoria hasta 128 GB por 229,99 euros y la memoria RAM hasta 6GB por 259,99 euros, la versión más cara de este móvil que se ha puesto a la venta en España.
Este es el momento en el que cada comprador debe sopesar qué uso le va a dar a su móvil nuevo, si aspira a una inversión a largo plazo y si se puede permitir subir algo el precio a pagar. En los últimos meses algunos familiares me han pedido consejo para comprarse móviles nuevos baratos, sin duda el Redmi Note 11 hubiera entrado en la lista de opciones más interesantes.
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