Cuando monté el despacho en casa tras trabajar en el salón durante el confinamiento lo que tenía más claro es que quería un monitor grande. Había estado meses haciéndolo en un portátil y necesitaba ese respiro que dan las pulgadas para poder organizar mejor las tareas diarias. Compré un modelo de Samsung de 32 pulgadas panorámico con el que estoy muy contento, pero entonces llegó Dell para ofrecer una prueba de un modelo todavía más grande y con un formato diferente. Inmediatamente acepté y cambió mi concepto de monitor para trabajar.
La bestia de Dell que he tenido en casa durante meses para trabajar a diario es el UltraSharp 43: U4320Q (980 euros), un monitor de 42,5 pulgadas con resolución 4K y conexión USB-C que me ha hecho confirmarme en el primer pensamiento: a mí los monitores me gustan grandes. Pero este modelo de Dell es mucho más que una pantalla de enormes dimensiones y está pensado para que el trabajo diario sea mucho más práctico, útil y fluido de la mano de una serie de funciones que acompañan unas dimensiones de infarto.
Este UltraSharp 43 viene con un formato de 16:9 y con una ambición clara: ser la única pantalla que vas a necesitar en tu escritorio. Se acabó el eterno dilema de si es mejor trabajar con dos monitores o con uno grande, aquí Dell ofrece un equipo de grandes dimensiones que aporta soluciones para que cualquier cosa que queramos hacer en el trabajo, podamos hacerlo.
Y es que este es un monitor pensado para trabajar. No se ha concebido para juegos sino para ser capaz de sacar todo el partido a una gigantesca hoja de Excel, a tener una vista siempre en las cotizaciones de bolsa o a poder trabajar con hasta cuatro ordenadores a la vez. Se convertirá en el verdadero centro de mando de la casa u oficina.
Inmersión total
Lo primero que llama la atención del diseño del UltraSharp 43 es lo obvio, su tamaño. Tiene unas dimensiones de 96,72 cm de ancho, 24,9 cm de profundidad y 59,52 cm de alto no apto para todos los escritorios, no sólo por ubicar el monitor sino por la distancia a la que tendremos que trabajar para que realmente sea cómodo hacerlo, ya que la sensación de inmersión es total.
La inmersión en este tamaño sólo puede conseguirse gracias a una resolución UHD 4K y a una buena densidad de píxeles (103 ppp) que hacen que por más cerca que estemos de la pantalla no perdamos detalle de lo que estamos viendo con claridad en todo momento. Tiene una resolución de 3840x2160 a 60 Hz, un brillo de 350 cd/m², una relación de contraste 1000:1, un paso de píxel de 0.2451 mm y un tiempo de respuesta de 5 milisegundos. Además, incluye una pantalla sin parpadeos y la función ComfortView, que reduce hasta un 60% las emisiones de luz azul, con lo que los ojos no terminan cargados a final del día.
Me llevó un par de días acostumbrarme a organizar de la forma más cómoda la pantalla para sacarle verdadero partido. Hasta ese momento, por ejemplo yo estaba muy habituado a trabajar con escritorios secundarios en macOS y pasar de uno a otro en función de mis necesidades. Eso se acabó ya que podía tener todo lo que necesitaba siempre en pantalla y consultarlo de un vistazo. Es un cambio que parece pequeño, pero a nivel de rendimiento en el trabajo diario es asombroso. Realmente se mejora la productividad.
Aunque mi trabajo principal lo desarrollo con un MacBook Pro, también tenía un equipo Windows conectado la mayoría del tiempo con el que iba alternando en la pantalla. Pensando precisamente en los usos en los que se le conectan varias máquinas, el monitor cuenta con picture-by-picture (PBP), que permite una vista completa de su trabajo mostrando contenido de hasta cuatro PC diferentes en una sola pantalla.
Y es que lo que busca Dell con este equipo es productividad, y lo hace a todos los niveles. Integra por ejemplo la función easy organizing, para ordenar y ver fácilmente las aplicaciones que mejor funcionan en multitarea así como dispone de la función de restauración automática, con lo que recuerda las aplicaciones que hemos utilizado incluso después de haber apagado.
Dell se enfoca así a un perfil profesional muy interesado en la gestión y administración de entornos con otra serie de características como teclas de acceso directo para trabajar con atajos. Asimismo permite a los administradores de sistemas capturar y realizar un seguimiento de la información de los monitores, así como contar con varios monitores a la vez a través de una única configuración.
Versatilidad al poder
Pese a sus dimensiones, el UltraSharp 43 de Dell es sinónimo de versatilidad. Está pensado para adaptarse a todas las situaciones y entornos de trabajo tanto por diseño como por conexiones. Es accesible, cómodo de utilizar y con una rápida respuesta que aporta agilidad al entorno de trabajo.
El dispositivo de Dell es el primer monitor 4K de 42,5 pulgadas del mercado regulable en altura y ajustable en todas las posiciones. Es decir, cuenta con un sistema que le permite permite inclinar, girar y subir según el gusto y necesidad del usuario. Además, permite ser alineado con otros monitores para configurarlo con otros modelos y tener un entorno de trabajo con una visualización todavía más amplia.
Pese a las dimensiones y la capacidad de movimiento, la peana es realmente pequeña, lo que permite aprovechar el espacio de nuestra mesa. Un verdadero desafío si tenemos en cuenta que el conjunto pesa casi 18 kg, no todos pueden presumir de ello.
Esta movilidad extrema de la pantalla se une además con la alta disponibilidad de conexiones. En la parte trasera dispone de dos puertos HDMI, dos conexiones DP, una salida USB tipo-C/Display, salida de línea de audio y dos conexiones USB Type-A. Aunque son accesibles y cómodos de llegar gracias a la inclinación de la pantalla, cuenta además con un puerto USB de bajada y un USB tipo-C en el lateral para no tener que estar trasteando conexiones puntuales en la parte trasera.
En mi caso, que uso un modelo de teletrabajo mixto, me resultaba especialmente interesante la toma USB-C porque además ofrece hasta 90W de potencia, con lo que podía dejarme el cargador en la redacción y tenía siempre cargado el portátil con el mismo cable de conexión a la pantalla. Una comodidad y sencillez espectacular.
¿Me lo compro?
Si usted busca un monitor de gran tamaño, versátil, rápido y con el que poder trabajar mejor, el UltraSharp 43: U4320Q es su equipo. Tiene una muy buena respuesta, la capacidad de inmersión en el entorno de trabajo es total sin llegar a abrumar y la conectividad y capacidad de personalización es perfecta para adaptarse a las necesidades de cada usuario.
El mayor problema de este monitor es el espacio que necesita en casa o en la oficina para poder sacarle todo el partido. No sólo por lo que ocupará en su escritorio (o en la pared, ya que también incluye kit de montaje VESA), sino por el espacio que debe dejar entre el monitor y usted para usarlo con comodidad.
Es ideal para entornos de trabajo en los que se necesita una monitorización constante de datos o para gestionar varias aplicaciones y entornos a la vez. Permite tener una multitarea en tiempo real y de un vistazo. Es un verdadero aliado de la productividad.
No sólo sus dimensiones, su precio también puede echar atrás. Ahora se encuentra rebajado a 980 euros, con lo que se entiende que no es un monitor de masas ni para todos los bolsillos, pero realmente vale cada euro que cuesta. Es una de las mejores soluciones que podrán encontrar los profesionales que trabajan con documentos o códigos muy grandes y al mismo tiempo necesitan estar monitorizando otros procesos a la vez.
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