Los impopulares cambios que ha traído Elon Musk al comprar Twitter han abierto la puerta a una fuga masiva de usuarios que ven en aplicaciones como Mastodon, Substack o BlueSky, entre otras, auténticas alternativas a la red social del pájaro azul, pese a sus intentos para censurarlas. Que el magnate de Tesla y SpaceX anuncie ahora que deja su puesto como consejero delegado de Twitter sumado a la crisis de publicidad que sufre la compañía, confirma que su gestión ha sido un desastre total.
TikTok e Instagram son competencia parcial de la red social del pájaro azul, que sigue siendo una de las más descargadas y usadas en el mundo año tras año. Otras plataformas alternativas a Twitter, con un modelo mucho más similar, están creciendo de forma exponencial y podrían alterar el panorama digital en poco tiempo, se mantenga o no Elon Musk al frente de la tecnológica.
"Me emociona anunciar que he contratado a una nueva CEO para X/Twitter. Ella comenzará en seis semanas. Mi papel pasará a ser el de presidente ejecutivo y director de tecnología, supervisando el producto, el software y los operadores del sistema", señaló el magnate en un tuit.
¿Se enfrenta Twitter a una fuga masiva de usuarios?
Pese a la brecha digital global, que es multifactorial, más de 4.600 millones de personas en el planeta usan las redes sociales, es decir, el 58,7% de la población mundial. Todas las redes sociales luchan por conquistar una mayor cuota de mercado, pero según el portal Visual Capitalist, en 2022 las 10 más destacadas son: Facebook (2.900 millones), YouTube (2.300 millones), WhatsApp (2.000 millones), Messenger (1.300 millones), Instagram (1.200 millones), WeChat (1.200 millones), TikTok (732 millones), Telegram (700 millones), Douyin (600 millones) y QQ (595 millones).
En Twitter, cada vez más usuarios hacen un llamamiento para organizar una espantada. Todo ello mientras la compañía perfecciona los algoritmos de su lista negra para censurar cualquier mención a sus rivales. Los recelos de Twitter se ceban especialmente con el modelo de red social descentralizada, que en la práctica significa que el control no recae sobre una sola empresa o entidad.
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De ahí que se sobreentienda una mayor resistencia a la censura y la manipulación. Al mismo tiempo, se entiende que con esta modalidad los usuarios tendrán posibilidad de utilizar distintas aplicaciones manteniendo los datos bajo su control, y no bajo el control de las plataformas que prestan el servicio.
El último veto de Twitter ha sido para Substack: cualquier tuit con enlace a esta red social no podrá recibir me gustas ni retuits. Una deriva persecutoria basada en inteligencia artificial (IA) que ya ha empleado contra Mastodon, Facebook o Instagram, entre otras.
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BlueSky, de los fundadores de Twitter: ¿ganará la batalla?
Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter y anterior CEO con 15 años en la compañía que posee ahora Musk, ha creado Bluesky con un diseño prácticamente idéntico: desde los colores hasta las funciones, herramientas y apartados de los que dispone. Hace sólo semanas que está aceptando usuarios, si bien Bluesky está controlando que la cantidad no se dispare. Por ello han optado por un mecanismo clásico basado en un sistema de invitaciones.
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Bluesky es una red federada al estilo Mastodon, que por defecto generará un usuario en @username.bluesky.social, aunque posibilita crear un servidor propio. Está disponible para iOS y Android y, desde que Musk compró Twitter en octubre del 2022, ha recibido más de 1,2 millones de solicitudes de usuarios que abultan su lista de espera para labrarse un nuevo perfil digital en Bluesky.
Mastodon: ¿el primer refugio de los tuiteros?
La red descentralizada se erigió como la mejor alternativa a Twitter poco después de la llegada de Musk. Pero su funcionamiento a base de servidores supone un reto para los miles de usuarios de Twitter que buscan en Mastodon una salida: si bien pueden encontrar un servidor o comunidad apacible, también los hay del otro extremo. Este mecanismo, que bien parece una lotería, viene compensado con la posibilidad de migrar nuestra cuenta de una instancia a otra.
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El modelo de Mastodon tiene otra implicación a la hora de consumir información. Mientras en Twitter todo viene combinado, en Mastodon se producen las conocidas como cámaras de eco, donde sólo aparecen los contenidos de círculos de amistades marcados como "interesantes" para el propio usuario. Esto puede impedir que el usuario obtenga una visión más general y diversa, favoreciendo al mismo tiempo un ambiente en el que se reafirma constantemente.
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Asimismo, en Mastodon no existen los mensajes privados y dentro de la comunidad no existe el concepto "privacidad": si bien en Twitter los mensajes privados no están cifrados, en Mastodon tampoco, por lo que los administradores de cada servido podrían acceder y leer dichos mensajes.
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¿Cómo ha sido la guerra entre Substack y Elon Musk?
Substack es una popular plataforma estadounidense para la creación y distribución de newsletters y Elon Musk la tiene como objetivo número uno a batir: Twitter marca los enlaces de Substack como inseguros y peligrosos desde abril de 2023. Así, al tratar de acceder al dominio de la plataforma, la red del pájaro azul muestra un mensaje por separado que advierte: "Twitter o nuestros socios han identificado el enlace al que intenta acceder como potencialmente spam o inseguro". Además, limita la posibilidad de retuitear o dar like a esos vínculos en un nivel más de la hostilidad de Musk hacia Substack.
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Esta plataforma arrancó en 2017 para dar servicio a escritores y lectores preocupados por el incremento del uso del clickbait, los bots y las redes sociales para librar guerras culturales. El manifiesto de Substack dice así: "Nos alejamos de la publicidad y la economía de la atención y nos dirigimos hacia las suscripciones y las relaciones directas (...) un modelo de negocio que pone a los escritores y lectores a cargo, que recompensa el gran trabajo con dinero y que protege la libertad de prensa y de expresión". Se trata de dar forma a los "fundamentos de un nuevo motor económico para la cultura", algo que podría verse como enriquecedor e inocente, y que en realidad, vistas las críticas hacia el nuevo Twitter, es un dardo dirigido a la frente de Elon Musk.
¿Logrará Meta crear su propio Twitter?
La compañía que está detrás de Facebook e Instagram está elaborando una red social de microblogging con la intención de hacer competencia a Twitter. "Una red social descentralizada independiente", describen desde Meta, que no ha ofrecido demasiados datos sobre la iniciativa salvo que no será Marc Zuckerberg quien lo lleve a cabo, sino Adam Mosseri, CEO de Instagram y responsable muy activo en redes sociales.
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Tampoco se conoce qué tipo de protocolo descentralizado utilizará Meta, pero una de las ventajas radica en que será interoperable con otros servicios: ello representa el espíritu del programa Interoperable Europe a través del Observatorio del Marco Nacional de Interoperabilidad (NIFO, por sus siglas en inglés). De esta forma, mientras que Facebook, Instagram y WhatsApp son aplicaciones totalmente cerradas, la futura red de microblogging de Meta podría no serlo.