Recientemente hemos sido testigos de cómo Android, cuyos números han ido creciendo progresivamente, ha acabado superando sin ningún pudor las cifras relativas a iOS. Aunque esta lucha sigue sin dejar de ser una de las guerras tecnológicas más violenta en la actualidad, casi podemos leer una noticia mensual sobre bloqueo de productos en determinados territorios. Y entre patente y bloqueo, se encuentran atrincherados los desarrolladores de aplicaciones, porque el dilema sigue estando presente ¿desarrollo mi app para iOS o para Android?

A pesar de la humilde presencia que por ahora tienen otros sistemas como Windows Phone o BlackBerry OS, la cantidad de terminales vendidos y apps disponibles, nos hace seguir pensando en los efectos que tiene un duopolio sobre el mercado. Ambas plataformas, tanto Android como iOS, están rozando la cifra del millón de aplicaciones disponibles en la actualidad, y aunque cantidad no implica calidad, el número de desarrolladores que tiene cada bando es un reflejo del éxito de estos, así como los terminales vendidos.

Pero no estamos hoy aquí para discutir quién tiene las cifras más grandes, sino para analizar la situación actual a la que se enfrentan millones de desarrolladores en estos momentos, al tener que elegir entre desarrollar una app nativa para cada uno de los gigantes, o lanzarse al terreno de la web app para satisfacer a todos los dispositivos. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene cada una?

Aplicaciones nativas frente a aplicaciones web

Las aplicaciones nativas son aquellas desarrolladas para exprimir al máximo las características del dispositivo al que van destinadas. Algo que puede resultar relativamente más sencillo en iOS que en Android, debido a la fragmentación del sistema operativo abanderado de Google. Por lo general, suelen estar escritas en Java u Objective-C (dependiendo de la plataforma en cuestión).

Las aplicaciones web son aquellas que se utilizan a través del navegador, de manera que su ejecución depende únicamente del navegador web que utilice el dispositivo. La principal ventaja de estas aplicaciones frente a las nativas, es que al estar desarrollando sobre el motor de un navegador, el mismo código sirve para ejecutarla en cualquier dispositivo. En la actualidad suelen estar escritas en HTML5.

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Pero la decisión no es tan sencilla, hay muchas ventajas de las apps nativas sobre las web apps, como la capacidad para aprovechar eficientemente las capacidades del dispositivo al que van destinadas, el fácil acceso a todos los recursos tanto hardware como software, o poder aprovechar las facilidades que ofrecen los canales de distribución oficiales como Google Play o App Store.

Sin embargo, también existen otras tantas ventajas de las web apps sobre las apps nativas, como la posibilidad de ser ejecutadas por cualquier dispositivo, la inexistente necesidad de ser instaladas en memoria, la capacidad de actualización inmediata, o el reducido consumo de recursos, dado que la mayor parte del procesamiento sucede en el servidor.

Llegados a este punto, es el desarrollador quien debe tomar la decisión, aún a sabiendas de que existen muchas más ventajas y desventajas entre estas dos corrientes de desarrollo. Contadnos ¿qué tipo de apps preferís? ¿Cómo os imagináis el futuro de las web apps?