Inspectores evalúan los daños en un edificio residencial en Israel tras un ataque con cohetes y drones de Hezbolá el 25 de agosto de 2024.

Inspectores evalúan los daños en un edificio residencial en Israel tras un ataque con cohetes y drones de Hezbolá el 25 de agosto de 2024. Ammar Awad REUTERS Líbano

Oriente Próximo

El nuevo pulso entre Israel y Hezbolá acaba en tablas y se emplazan para otro: "No es el fin de la historia"

Los ataques no implican que Irán, ni sus grupos armados no estatales aliados en la región, estén dispuestos a asumir una guerra más amplia.

26 agosto, 2024 02:48

Tras semanas de tensión y amenazas, a primera hora de este domingo los aviones israelíes llevaron a cabo un ataque en el sur de Líbano, argumentando que se trataba de una acción preventiva contra lanzadores de cohetes de Hezbolá que se estaban preparando para una ofensiva contra Israel. Este nuevo pulso entre los países de Oriente Próximo ha acabado en tablas, pero ya se emplazan para una nueva ronda de ataques.

Prueba de ello son las reacciones del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que no se hicieron esperar, y advirtió a Hezbolá e Irán que los significativos ataques aéreos realizados en Líbano el domingo por la mañana "no son el final de la historia".

En esta misma línea, Hezbolá hizo referencia el domingo a una "primera fase" de su venganza por el asesinato de su líder militar Fuad Shukr el pasado 30 de julio a las afueras de Beirut, dando a entender que se producirían más ataques en los próximos días.

En comentarios realizados ante el gabinete, Netanyahu indicó que estos ataques "eliminaron miles de cohetes de corto alcance diseñados para atacar a nuestros ciudadanos y fuerzas militares en la región de Galilea".

Además, el primer ministro afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) "interceptaron con éxito todos los drones lanzados por el grupo chií" que estaban dirigidos a una zona crítica cerca de Tel Aviv, que incluye la sede del Mossad.

"Evaluaremos la situación"

El líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, aclaró que evaluarán los resultados del ataque contra Israel realizado para vengar la muerte de su comandante Fuad Shukr. Y que, sólo si los resultados son satisfactorios, considerarán la operación como concluida, señaló en un discurso televisado.

Ante esta situación, Israel emitió directivas de seguridad para el norte, pero por lo demás, la situación parece más tranquila, con el aeropuerto Ben Gurion reabriendo después de haber estado cerrado durante unas pocas horas.

¿Acuerdo de paz?

En medio de estos ataques las negociaciones de paz se han visto de nuevo truncadas por Hamás, quienes han rechazado las nuevas condiciones de Israel para un acuerdo de alto el fuego. El grupo armado palestino se mantiene firme en adherirse a las condiciones que se establecieron en el acuerdo del 2 de julio.

Las negociaciones avanzan a un ritmo muy lento, ya que ninguna de las partes está dispuesta a ceder, a pesar de los intensos esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos, los cuales no están alcanzando resultados concretos en la práctica.

No buscan guerra regional

Aunque no se está llegando a un acuerdo, esto no significa que vaya a haber una escalada regional por ahora, ya que el nuevo intercambio de ataques por parte de Israel y el Líbano, si bien ha aumentado la tensión, no implica que Irán ni sus grupos armados no estatales aliados en la región estén dispuestos a asumir una guerra más amplia.

De hecho, Hezbolá ha prometido repetidamente vengarse de cualquier ataque israelí en Beirut con un ataque a grandes centros urbanos en Israel. No obstante, ya sea por decisión estratégica o debido a los supuestos ataques preventivos de Israel, el grupo paramilitar no ha cumplido con esa amenaza.

Así pues, sus objetivos declarados siguen limitándose al área fronteriza, donde han tenido lugar todas las hostilidades desde el 7 de octubre.

Con todo, el peligro de un conflicto a gran escala parece haberse reducido notablemente tras los recientes intercambios de ataques del domingo. Sin embargo, la constante amenaza de Irán seguirá intensificando las tensiones que han marcado el enfrentamiento entre el eje iraní e Israel y, mientras la guerra en Gaza continúe, la región se mantendrá en una situación crítica.

Los ataques en cifras

En relación con el ataque del domingo, las fuerzas armadas israelíes informaron que habían detectado un inminente lanzamiento por parte de Hezbolá de cientos de misiles hacia el centro de Israel a las 5 de la mañana, según indicó la radio del Ejército israelí, lo que motivó un ataque media hora antes utilizando 100 aeronaves.

El ejército israelí emprendió una operación aérea significativa, descrita como preventiva, dirigida a miles de plataformas de lanzamiento de cohetes del grupo armado chií, concretamente en 40 ubicados en el sur de Líbano, según fuentes oficiales israelíes.

El teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz del ejército israelí, destacó que esta operación era "compleja" e involucraba "alrededor de 100 aviones", una cifra considerable.

Por su parte, Hezbolá respondió con un ataque a Israel del norte utilizando cohetes y drones, en represalia por la muerte del comandante Fuad Shukr, según lo manifestado por el grupo libanés.

Muertos y heridos

Una persona resultó gravemente herida tras el ataque con dron en Qasimia, en el sur de Líbano, y el posterior ataque aéreo israelí mató a una persona en la localidad libanesa de Khiam, según informan agencias libanesas.

Del bando de Israel, un soldado de la marina cayó abatido y dos resultaron heridos durante el intercambio de cohetes en el norte de Israel el domingo, según informó el ejército israelí.

No se proporcionaron detalles sobre las circunstancias de la muerte del soldado, pero los medios israelíes informaron que ocurrió en un buque naval en altamar, mientras un interceptor del sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro de Israel se enfrentaba a un dron disparado por Hezbolá.

También hay informes de algunos heridos en la ciudad israelí de Acre.

¿Alcanzaron objetivos?

Según Hezbolá, su ataqué alcanzó 11 instalaciones militares israelíes, incluyendo la base Meron y cuatro sitios en los Altos del Golán ocupados.

Israel, por su parte, afirmó que atacó miles de lanzadores de cohetes de Hezbolá y que el grupo paramilitar tenía la intención de atacar objetivos en el norte y centro de Israel, tal y como señaló el portavoz del ejército israelí.

Nadav Shoshani, ha asegurado que las primeras evaluaciones mostraron "muy poco daño" en el territorio israelí, aunque el ejército se mantenía en alerta máxima. Añadió que alrededor de 100 aviones israelíes participaron en los ataques 'preventivos' del domingo.

Hezbolá aseveró que su ofensiva consistió en más de 320 cohetes Katyusha dirigidos a múltiples localidades en Israel, además de un "gran número" de drones. La organización señaló que su operación estaba enfocada en un "objetivo militar israelí cualitativo que será anunciado más adelante", así como en "instalaciones y cuarteles enemigos, y plataformas del sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro".

Posteriormente, Hezbolá comunicó que había concluido lo que calificó como la primera etapa de sus ataques de represalia, los cuales, según indicó, le permitirían llevar a cabo ataques más profundos en Israel. Sin embargo, una declaración posterior afirmó que "las operaciones militares programadas para el domingo se habían completado".

Afectaciones

Nunca antes se habían alcanzado tantas plataformas de lanzamiento por parte de cohetes israelíes, un total de 100 según el ejército israelí, lo cual ha permitido que 'saquen pecho' al demostrar la precisión con la que conocen las ubicaciones de estas bases de despegue.

Hezbolá, por su parte, ha negado que Israel haya atacado sus bases de lanzamiento, y ha añadido que ha completado con éxito la "primera fase" de su ataque de represalia contra Israel, dando a entender que podría haber una segunda.

Por ende, si Hezbolá realmente planeaba lanzar un ataque simultáneo desde todas estas estaciones de lanzamiento para sobrecargar las defensas antiaéreas de Israel, ese intento se vio claramente frustrado desde el principio. Por este motivo los analistas israelíes consideran la contraoperación del domingo un éxito y creen que Hezbolá no lo había visto venir.

Es prematuro sacar conclusiones definitivas sobre la situación, o sobre la envergadura del ataque, ya que, cabe decir, que las bases del grupo paramilitar chií desde las cuales lanzan cohetes y misiles, siguen contando con más de 100.000 cabezas explosivas disponibles, sin contar los drones y otros armamentos de corto alcance.

Con todo, la situación parece, por ahora, haberse calmado.

¿Por qué atacaron?

Desde el ataque en Beirut el 30 de julio, que resultó en la muerte de Fuad Shukr, Hezbolá ha prometido lanzar una contraofensiva contra Israel, aumentando las tensiones en la región. Desde el 7 de octubre de 2023, ambos han estado involucrados en un conflicto de baja intensidad en la frontera, con intercambio de fuego continuo que afecta a las comunidades en el sur de Líbano y el norte de Israel.

A su vez, los ataques recientes coinciden con la conmemoración de Arbaeen, un día significativo para Hezbolá, marcado por el martirio.

Guerra y acuerdo de paz

En suma, la escalada de la violencia entre Israel y Hezbolá complica los esfuerzos por lograr un alto el fuego en Gaza y plantea el riesgo de una guerra regional que, por ahora, no parece que vaya a producirse debido a los altos costes que ninguna de las partes está dispuesta a asumir.

Mientras tanto, delegaciones de Estados Unidos, Israel, Catar y Egipto están en El Cairo para negociar, con la administración Biden monitoreando la situación de cerca y Hamás rechazando un acuerdo que, por lo pronto, parece no llegar.