El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este jueves el cierre del muelle humanitario del Ejército estadounidense frente a la costa de Gaza debido a los obstáculos del mal tiempo y los problemas de distribución de la ayuda.
El presidente Joe Biden anunció en marzo planes para poner en marcha el muelle para las entregas de ayuda ante la inminente hambruna en Gaza. Aunque la estructura ha transportado 8.100 toneladas métricas de ayuda a una zona de clasificación en la costa de Gaza desde que empezó a funcionar en mayo, el muelle flotante de 370 metros de largo ha tenido que ser retirado en múltiples ocasiones debido a temporales adversos.
Gran parte de la ayuda no ha llegado a los hambrientos gazatíes después de que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) interrumpiera sus operaciones en junio por motivos de seguridad.
El portavoz del Pentágono, el general de división de la Fuerza Aérea Patrick Ryder, dijo que los militares intentaron sin éxito volver a anclar el muelle el miércoles. No había nueva fecha para un nuevo anclaje, pero el esfuerzo terminaría pronto. "El muelle siempre se ha concebido como una solución temporal para permitir el flujo adicional de ayuda a Gaza durante un período de extrema necesidad humanitaria... el muelle pronto cesará sus operaciones", declaró Ryder.
Varios funcionarios estadounidenses han declarado a Reuters que las operaciones del embarcadero podrían trasladarse al puerto israelí de Asdod tan pronto como la próxima semana, cuando se prevé que se agote la ayuda destinada al embarcadero de Chipre.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha declarado a la prensa que el embarcadero había ayudado a llevar a Gaza alimentos y ayuda humanitaria que se necesitaban con urgencia, pero que ahora había suministros adicionales que entraban en el enclave palestino a través de rutas terrestres. "El verdadero problema ahora mismo no es hacer llegar la ayuda a Gaza. Se trata de hacer llegar la ayuda a Gaza de forma eficaz", afirmó, aludiendo a la anarquía, las bandas armadas y, en algunos casos, el grupo militante Hamás, que intentan interrumpir la distribución de la ayuda.
Las Naciones Unidas llevan mucho tiempo afirmando que las entregas por mar no sustituyen al acceso por tierra. En su opinión, las rutas terrestres deben seguir siendo el centro de las operaciones de ayuda en el enclave, donde un observatorio mundial del hambre afirmó el mes pasado que existe un alto riesgo de hambruna. "Dimos la bienvenida al muelle como un recurso adicional mientras funcionó. Seguiremos presionando para conseguir lo que realmente necesitamos, que es la transferencia de ayuda por carretera a gran escala a Gaza", declaró a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU.
La ONU había estado supervisando el transporte de la ayuda desde el muelle hasta los almacenes del PMA. Sin embargo, su participación se suspendió para revisar la seguridad tras la misión de rescate de rehenes llevada a cabo por el ejército israelí en la zona el 8 de junio. A finales del mes pasado, el PMA dijo que había dispuesto que operadores comerciales empezaran a retirar la ayuda acumulada en el muelle para evitar que se estropeara.
Según la BBC, el muelle costará alrededor de 230 millones de dólares e implicará a unos 1.000 militares. Por otra parte, el jueves, el Senado votó por un estrecho margen para bloquear la legislación presentada por el senador republicano Ted Cruz que habría cortado la financiación para el muelle.