Estados Unidos reanudará parte del envío de bombas a Israel que la administración de Joe Biden frenó a principios de mayo ante el temor de que pudieran ser utilizadas durante la ofensiva militar a gran escala en la ciudad gazatí de Rafah.
Según The Wall Street Journal, que cita como fuentes a funcionarios de EEUU, Washington enviará muy pronto las bombas más ligeras, las de 226 kilos, poniendo así fin a la pausa de dos meses impuesta para reducir las bajas civiles en la Franja de Gaza
Las bombas más pesadas, las de 900 kilos, que estaban destinadas a ser parte del mismo envío aún están en espera.
Washington ordenó en mayo la suspensión de este envío, que afectó a 1.800 bombas de unos 900 kilos y otras 1.700 más ligeras, de alrededor de 226 kilos.
Al Gobierno estadounidense le preocupaba especialmente la utilización de los artefactos más pesados y "el impacto que podrían tener en núcleos urbanos con gran densidad" de población, como explicó en su momento un portavoz del Ejecutivo a distintos medios, entre ellos la CNN.
La pausa en el suministro adoptada por la administración Biden se produjo después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llevara semanas amenazando con una operación militar en Rafah.
Los envíos de armas estadounidenses a Israel siguen siendo un símbolo del apoyo estadounidense.
Tras los ataques de Hamás a Israel el 7 de octubre, EEUU aceleró las entregas de armas a su aliado más cercano en Oriente Próximo, incluida una entrega de bombas de 900 kilos.
Los suministros de armas han continuado en los últimos meses, aunque a un ritmo más lento que en los meses inmediatamente después de que comenzara la guerra en Gaza.