A falta de una esfera pública europea común, los asuntos nacionales dominan la campaña para las elecciones a la Eurocámara (que se celebran entre el 6 y el 9 de junio), no sólo en España sino en todos los Estados miembros. No hay una carrera europea, sino 27 carreras nacionales divergentes.
Sin embargo, el resultado de los comicios tendrá un impacto directo en las prioridades políticas de la Unión Europea para la próxima legislatura 2024-2029. Un periodo marcado por la guerra de Vladímir Putin en Ucrania, el posible regreso de Donald Trump en Estados Unidos y la creciente agresividad de China en la escena internacional.
Poderes de la Eurocámara
La Eurocámara es uno de los tres principales pilares de la Unión Europea (junto con la Comisión, el brazo ejecutivo y el Consejo, que representa a los 27 Gobiernos) y la única institución elegida por sufragio directo desde 1979. A diferencia de los parlamentos nacionales, la Eurocámara carece de iniciativa legislativa y su función se limita a negociar y adoptar (con el Consejo) las normas que propone la Comisión. También aprueba el presupuesto comunitario y debe ratificar (o tumbar) al presidente de la Comisión. No tiene competencias en política exterior ni en impuestos.
Un total de 360 millones de personas en toda la UE están convocadas a las urnas para elegir a 720 eurodiputados (15 más que en 2019), que se distribuyen entre los Estados miembros en función de su población. Alemania es el país que envía más diputados a Estrasburgo (96) y Chipre, Luxemburgo y Malta los que menos (6). España elige a 61.
¿Qué dicen las encuestas?
Todos los sondeos pronostican un brusco viraje a la derecha en la Eurocámara en la próxima legislatura, que será la décima. El Partido Popular Europeo (PPE) volverá a ganar las elecciones con claridad, (con alrededor de 171 escaños), muy por delante de los socialistas (S&D), que obtienen 142 escaños. Las dos fuerzas mayoritarias conservan posiciones respecto a los anteriores comicios de 2019, mientras que se desploman los liberales de Renew (hasta los 76 escaños, frente a los 102 actuales) y sobre todo los verdes (41 escaños, frente a los 72 actuales), según la encuesta de encuestas que publica diariamente Politico.
Pero la gran novedad es el auge de las fuerzas populistas de derecha radical en todo el continente, que podrían obtener más del 25% de los escaños, convirtiéndose en los grandes vencedores de los comicios. Las fuerzas de extrema derecha aspiran a ser la primera fuerza política en las europeas en países como Francia, Italia, Hungría, Países Bajos, Austria o Bélgica.
Meloni o Le Pen
Entre los grupos de derecha radical, las encuestas sitúan en primer lugar a los Conservadores y Reformistas Europeos (75 escaños, frente a los 69 actuales), la facción liderada por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y en la que también militan Vox, los polacos de Ley y Justicia o la Reconquista de Éric Zemmour. A ellos podría sumarse tras las elecciones el Fidesz del húngaro Viktor Orbán, que ahora figura como no inscrito.
Por su parte, el grupo Identidad y Democracia (dirigido por la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen) obtendría 69 escaños (frente a los 49 escaños) tras la reciente expulsión de Alternativa para Alemania, por ser excesivamente radical. En este grupo están también la Liga de Matteo Salvini, el PVV de Geert Wilders, el FPÖ de Austria o los flamencos del Vlaams Belang.
En campaña, Le Pen le ha ofrecido a Meloni unir sus fuerzas para que la ultraderecha sea el segundo grupo en la Eurocámara, superando a los socialistas. Pero hasta ahora todos los intentos de la derecha radicial de formar un supergrupo han fracasado por sus profundas diferencias internas en cuestiones como la posición hacia Rusia o la política económica y también por rencillas personales.
Reparto de altos cargos
Las elecciones europeas suponen el pistoletazo de salida para el reparto de altos cargos de la UE para la próxima legislatura (presidentes de la Comisión, del Consejo y de la Eurocámara y Alto Representante para la Política Exterior), que se decidirá en el Consejo Europeo del 27 y 28 de junio. Los primeros nombres empezarán a circular en la cena informal de líderes europeos del 17 de junio.
Según el Tratado, son los jefes de Estado y de Gobierno los que eligen al presidente de la Comisión "teniendo en cuenta" el resultado de las europeas. Así que si se confirma la victoria del PPE, Ursula von der Leyen -que esta vez ha hecho campaña como candidata de los populares- tendría en principio el camino despejado para un segundo mandato como jefa del Ejecutivo comunitario, ya que también es la favorita de los líderes europeos (aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, tiene dudas).
Sin embargo, una vez confirmada por los líderes, Von der Leyen debe ser ratificada por la Eurocámara por mayoría absoluta (361 votos). Populares, socialistas y liberales -la gran coalición que le ha sostenido durante su primer mandato- sumarían en principio 389 votos, pero en Estrasburgo no impera la disciplina de partido y se esperan muchas defecciones. Eso es lo que explica su acercamiento a Meloni, ya que quiere tener los votos de Hermanos de Italia como red de seguridad.
En 2019, la alemana fue confirmada por un margen de apenas 9 votos. Y eso que ya entonces le votaron fuerzas de derecha radical, como Ley y Justicia o Fidesz; y populistas, como el Movimiento 5 Estrellas.
¿A qué cargo aspira España?
Una vez colocada la pieza principal, que es la presidencia de la Comisión, el resto de altos cargos se distribuyen atendiendo a equilibrios políticos, geográficos y de género. Esta vez, los socialistas aspiran a hacerse con la presidencia del Consejo Europeo, que ahora ocupa el liberal Charles Michel. El favorito vuelve a ser el portugués António Costa, aunque todo depende de se perciba como completamente exonerado del escándalo de corrupción que le obligó a dimitir.
La principal aspirante para sustituir a Josep Borrell como jefa de la diplomacia comunitaria es la liberal estonia Kaja Kallas. Por su parte, la popular Roberta Metsola podría repetir otros dos años y medio como presidenta de la Eurocámara. Para la próxima legislatura, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende situar a su vicepresidenta tercera y cabeza de lista, Teresa Ribera, al frente de una cartera potente en el Ejecutivo comunitario que acumule todas las competencias relacionadas con lucha contra el cambio climático y política industrial verde.
Impacto de la ultraderecha
La cartera climática a la que aspira Ribera podría ser precisamente la principal damnificada del giro a la derecha en la Eurocámara tras las elecciones del 9-J. Si algo tienen en común las fuerzas de derecha radical en toda la UE es su rechazo al Pacto Verde Europeo, el paquete de iniciativas diseñado por la Comisión Von der Leyen para alcanzar el objetivo de cero emisiones de aquí a 2050.
También el PPE se ha opuesto a alguna de sus medidas, como la controvertida Ley de Restauración de la Naturaleza. La agenda verde ha sido además uno de los factores que ha desatado las protestas de los agricultores en un gran número de Estados miembros en los últimos meses. La nueva configuración del Parlamento Europeo hará muy dificíl que prosperen nuevas normas verdes y podría revertir algunas ya aprobadas, como la prohibición de los coches diésel y de gasolina en 2035.
En cuanto a los asuntos de interior, el giro a la derecha supondrá un mayor endurecimiento de la política de migración y asilo. En materia de política exterior, la influencia de la Eurocámara es muy limitada. Además, Von der Leyen ha fijado como línea roja a cualquier colaboración con fuerzas de derecha radical que no apoyen a Ucrania ni se opongan al imperialismo de Vladímir Putin, lo que a su juicio excluye a Le Pen o a Alternativa para Alemania.
¿Cuándo se conocerán los resultados?
El Parlamento Europeo tiene previsto difundir una primera estimación de la composición de la nueva cámara aproximadamente a las 20:15-20:30 horas del domingo. Los primeros resultados provisionales se publicarán a partir de las 23:15 horas.