El número total de muertos en el atentado cometido el pasado viernes en Moscú por la filial de la organización terrorista Estado Islámico, denominada ISIS-K (de procedencia afagana), ha aumentado a 143.
Continúan hospitalizadas ochenta personas heridas en el atentado contra el Crocus City Hall, de las cuales cuatro están en estado crítico, según la agencia Interfax.
La lista de fallecidos, actualizada por el Ministerio de Emergencias de Rusia, se conforma en base a datos del Ministerio de Sanidad ruso y se verifica en base a los resultados de las investigaciones forenses.
Según los investigadores rusos, la causa de la muerte de los asistentes al concierto, en el que se produjo el tiroteo, son heridas de bala y por asfixia, debido el humo del incendio provocado por los atacantes.
El atentado, que se saldó en total con unos 200 heridos, ha derivado hasta el momento en once detenciones, entre las que figuran las de los cuatro supuestos autores materiales del asalto al auditorio.
Sin embargo, Rusia sigue sin creerse la versión 'oficial' proclamada por ISIS. El director del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), Alexander Bortnikov, dijo el martes, sin pruebas, que Estados Unidos, Reino Unido y Ucrania están detrás del atentado.
"Creemos que la acción fue preparada tanto por los propios radicales islamistas como por los servicios especiales occidentales", declaró en televisión el líder del heredero del KGB. Bortnikov reproduce así el mensaje del lunes del presidente Vladímir Putin, que atribuyó el atentado a "islamistas radicales", pero aseguró que una "atrocidad" así sólo pudo provenir de "una serie de intentos de quienes están en guerra con nuestro país desde 2014 de la mano del régimen neonazi de Kiev".
"Los servicios especiales de Ucrania están directamente relacionados con esto", sentenció Bortnikov, añadiendo que Kiev había ayudado a preparar a los radicales islamistas en un lugar no identificado de Oriente Próximo. Ucrania, que ha negado reiteradamente cualquier relación con el atentado del viernes, ha tachado de mentiras las acusaciones rusas. El jefe del FSB también ha afirmado creer que los aliados de Kiev, Estados Unidos y Reino Unido, estuvieron implicados en el atentado contra la sala de conciertos.
Esta teoría conspiranoica del Kremlin ha sido deshechada por su aliado bielorruso. Alexander Lukashenko señaló el martes que la intención inicial de los cuatro autores materiales del tiroteo en la sala de conciertos Crocus City Hall de Moscú era huir a Bielorrusia y no a Ucrania.
Lukashenko explicó que los terroristas intentaron huir a Ucrania, después de comprobar que no era posible cruzar a territorio bielorruso debido a las medidas de seguridad a lo largo de la frontera instaladas poco después del inicio de estos atentados.
"No pudieron entrar en Bielorrusia. Lo vieron, entonces dieron media vuelta y se dirigieron al tramo de la frontera entre Ucrania", aseguró, según la agencia estatal de noticias Belta.