El director del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), Alexander Bortnikov, ha afirmado este martes, sin pruebas, que Estados Unidos, Reino Unido y Ucrania están detrás del atentado del viernes en una sala de conciertos de Moscú, en el que murieron al menos 139 personas. Según ha informado la agencia estatal de noticias Tass, Bortnikov también habría dicho que el número de cómplices en el atentado contra la sala de conciertos aumentaría más allá de los actuales 11 detenidos.
"Creemos que la acción fue preparada tanto por los propios radicales islamistas como por los servicios especiales occidentales", ha declarado en televisión el líder del heredero del KGB. Bortnikov reproduce así el mensaje del lunes del presidente Vladímir Putin, que atribuyó el atentado a "islamistas radicales", pero aseguró que una "atrocidad" así sólo pudo provenir de "una serie de intentos de quienes están en guerra con nuestro país desde 2014 de la mano del régimen neonazi de Kiev".
"Los servicios especiales de Ucrania están directamente relacionados con esto", ha dicho este martes Bortnikov, añadiendo que Kiev había ayudado a preparar a los radicales islamistas en un lugar no identificado de Oriente Próximo. Ucrania, que ha negado reiteradamente cualquier relación con el atentado del viernes, ha tachado de mentiras las acusaciones rusas. El jefe del FSB también ha afirmado creer que los aliados de Kiev, Estados Unidos y Reino Unido, estuvieron implicados en el atentado contra la sala de conciertos.
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Bortnikov, de 72 años y jefe del FSB desde 2008, ha dicho que Rusia aún no ha identificado a quienes ordenaron específicamente el atentado más mortífero dentro de Rusia en dos décadas, pero afirmó que se tomarán medidas de represalia. No ofreció pruebas concretas de sus afirmaciones, que los partidarios de la línea dura en Moscú podrían utilizar para justificar una escalada de la guerra en Ucrania y explicar cómo los servicios de seguridad rusos no pudieron impedir el atentado.
Desde que el presidente Putin envió fuerzas a Ucrania en 2022, el Kremlin ha tachado a Occidente -y en particular a Estados Unidos y Reino Unido- de enemigos cuya decisión de apoyar a Ucrania los convierte esencialmente en partes en guerra con Rusia. Rusia ha afirmado en repetidas ocasiones que las explosiones en los gasoductos Nord Stream bajo el mar Báltico en septiembre de 2022 fueron llevadas a cabo por Estados Unidos y Reino Unido. Washington y Londres han negado esas acusaciones.
¿ISIS o Ucrania?
El medio de noticias ruso Shot publicó un video de un intercambio en el que un reportero le preguntó a Nikolái Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, si era "¿ISIS (Estado Islámico) o Ucrania?". "Por supuesto que Ucrania", respondió Patrushev. Preguntado posteriormente por el comentario, dijo que había "muchos" indicios de la implicación ucraniana.
El alto asesor presidencial ucraniano Mijaílo Podolyak tachó de mentiras las afirmaciones rusas. "Las mentiras son difundidas oficialmente por Patrushev, y después por el jefe del FSB, Bortnikov", declaró Podolyak.