Margarita Robles conversa con Josep Borrell durante una reunión de ministros de Defensa de la UE

Margarita Robles conversa con Josep Borrell durante una reunión de ministros de Defensa de la UE Unión Europea

Europa

La UE quiere que su industria armamentística pase a un modo de "economía de guerra"

Los ministros de Defensa debaten cómo acelerar el suministro de obuses de 155 milímetros a Ucrania para frenar a Rusia.

8 marzo, 2023 02:55
Bruselas

"La industria europea de defensa debe pasar a un modelo de economía de guerra". Sólo así los países de la UE podrán mantener la ayuda militar a Ucrania en la guerra de desgaste que libra Vladímir Putin y a la vez reponer sus propios arsenales de armas, que se encuentran bajo mínimos precisamente por la asistencia prestada a Kiev, según el diagnóstico que hace el comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton.

El refuerzo de la capacidad de producción de la industria armamentística comunitaria es el principal punto en la agenda de la reunión informal de ministros de Defensa de los 27 que se celebra este miércoles en Estocolomo, a la que asiste Margarita Robles. Lo más urgente ahora es acelerar el suministro a Ucrania de munición de artillería con el fin de que pueda frenar una eventual ofensiva de primavera del Kremlin.

El ministro de Defensa Ucraniano, Oleksi Reznikov, ha pedido por carta a la UE el envío de 250.000 proyectiles al mes, según desvela el FT. Reznikov escribe que la artillería juega un "papel crucial en la eliminación del poder militar del enemigo". En promedio, Ucrania dispara 110.000 proyectiles de calibre 155 milímetros al mes, una cuarta parte de la cantidad utilizada por Rusia.

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Para responder a las necesidades de Kiev y también de los Estados miembros, el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell ha elaborado un plan de acción inspirado por las propuestas de Estonia, pero mucho menos ambicioso. Su recién reelegida primera ministra, Kaja Kallas, había planteado movilizar 4.000 millones de euros para enviar rápidamente a Ucrania un millón de municiones. 

El plan de Borrell, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se basa en tres pilares. Lo más inmediato es lograr que los Gobiernos europeos envíen de forma urgente a Ucrania los obuses que aún tienen en sus reservas. La UE movilizará un nuevo tramo de 1.000 millones de euros de su Fondo de Apoyo a la Paz para pagar hasta el 90% del coste de de estas municiones. Hasta ahora, los 27 ya han destinado 3.600 millones del presupuesto comunitario a financiar el suministro de todo tipo de armas a Kiev.

En segundo lugar, Borrell plantea poner en marcha un programa de compra conjunta de municiones. "La demanda agregada de los Estados miembros y de Ucrania brindaría la oportunidad de efectuar un pedido masivo con el fin de enviar a la industria una clara señal de demanda, lo que le permitiría aumentar su capacidad de producción de forma duradera y sostenible en toda Europa", argumenta el jefe de la diplomacia comunitaria.

Sin embargo, esta propuesta genera toda una serie de interrogantes y dudas. En primer lugar, no hay acuerdo sobre si la compra debe realizarse de forma centralizada a través de la Agencia Europea de Defensa (lo que tardaría varios meses) o si es mejor optar por una "coalición de Estados miembros", una vía que podría ir más rápida puesto que algunos Gobiernos ya tienen contratos con la industria para el suministro de munición, según explican fuentes diplomáticas.

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Tampoco está claro cómo se financiaría esta compra conjunta. Al Fondo de Apoyo a la Paz (que en teoría no está destinado únicamente a Kiev sino a todo el mundo) sólo le queda un tramo final de 1.000 millones de euros. Algunos países son partidarios de agotarlo, mientras que otros apuestan por crear un instrumento nuevo específicamente para Ucrania.

Finalmente, también hay controversia sobre si se debe o no comprar munición a países extracomunitarios si no hay suficientes obuses en Europa. La mayoría de Estados miembros son partidarios de explorar esta posibilidad, empezando por países socios. "Pero hay un par de países que sostienen que no se puede usar dinero europeo para comprar material no europeo", señalan las fuentes consultadas.

El tercer pilar del plan de Borrell consiste en expandir la capacidad de producción de la industria europea, recurriendo a un modelo parecido a los contratos de compra anticipada que se utilizaron con la vacuna contra la Covid-19.

"Con las existencias rápidamente disminuyendo, la producción europea casi a máxima capacidad por los pedidos de los Estados miembros o de países terceros, y los precios ya disparados, pueden ser necesarias medidas de política industrial adicionales por parte de la UE para garantizar un rápido aumento de la capacidad de producción", sostiene el Alto Representante.

"El objetivo general debe ser apoyar (incluso con el respaldo del presupuesto de la UE cuando sea posible) a los fabricantes industriales en la reducción de sus tiempos de entrega, en la resolución de posibles cuellos de botella o factores que puedan retrasar o impedir el suministro y la producción de determinados productos críticos, y en el aumento de su capacidad de producción", explica Borrell.

El plan del jefe de la diplomacia comunitaria volverá a discutirse en la reunión conjunta de ministros de Exteriores y de Defensa programada para el 20 de marzo en Bruselas. La decisión definitiva la tienen que adoptar los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 en la cumbre del 23 y 24 de marzo.