Agencias

Con cerca del 90 % de los votos escrutados, Petr Pavel, candidato apoyado por la coalición de Gobierno de centro derecho liberal, ha obtenido un 57 % de los votos, frente al 43 % de su rival, el magnate agroindustrial Andrej Babis. La participación se ha situado en esta segunda y decisiva vuelta electoral en el 69,8%, lo que supera la ya alta asistencia a las urnas en la primera vuelta (68,2%), celebrada hace dos semanas.



Pavel, con el lema electoral de "devolver al país la tranquilidad y orden", parece haber ganado 10 de las 14 regiones del país centroeuropeo. Babis, su rival, protagonizó una campaña agresiva, acusando a Pavel de querer arrastrar el país a la guerra y de simpatizar con Putin, en el contexto del actual conflicto de Ucrania. Este sábado, sin embargo, ha asumido la derrota nada más cerrar las urnas y ha confirmado la victoria de Pavel.

La controvertida figura de Babis movilizó el voto contra, algo que el mismo reconoció en el tramo final de la campaña, muy bronca, en la que declaró que estos comicios eran un referendo sobre su personaPavel, de 61 años, será el cuarto presidente de la República Checa, un país excomunista que elige sus jefes de Estado por voto popular desde 2013.

Entre los años 1989 y 2008, el presidente del país era elegido por el Parlamento. Pavel sigue en el cargo al controvertido socialdemócrata Milos Zeman, un aliado político de Babis, quien pese a su derrota hoy seguirá siendo el líder del principal partido de la oposición.

Como candidato independiente, y a pesar de su inexperiencia política, Pavel ha cautivado con su diálogo directo y sobrio, al que ha sabido también imprimir tono conciliador. Comenzó su campaña en una motocicleta Harley Davidson y en camisa de franela, una imagen que se convirtió en icónica y llevó a algunos medios a describir su irrupción en escena como una "revolución de franela", en alusión a la "revolución de terciopelo" de 1989, liderada por el dramaturgo Václav Havel, con el que algunos ven paralelismos.

De 1,83 metros de altura, pelo canoso y bigote arreglado, el general retirado no suele repartir sonrisas, pero su voz cálida y asertiva ha inspirado confianza entre mucha gente. Nació en el oeste de la antigua Checoslovaquia, una región que fue la punta occidental del Pacto de Varsovia, el bloque militar comunista.

Su padre fue un militar formado para interceptar y descifrar los mensajes de los países de la OTAN, algo que marcó la trayectoria de Pavel, que también se afilió al Partido Comunista, si bien no hay indicios de que colaborara con la temida policía política comunista.

Su educación transcurrió en instituciones militares, luego se alistó en una unidad paracaidista y prosiguió su formación en los servicios de inteligencia militar del Estado Mayor, lo que más tarde, ya en democracia, le permitió ejercer como diplomático militar en Bélgica, Países Bajos y EE.UU. Amplió sus estudios en instituciones estadounidenses como el Defense Intelligence College de Bethesda, y británicas como el Staff College de Camberley, el Royal College of Defence Studies y el King's College de Londres.