La activista climática Greta Thunberg ha participado en una mesa redonda, en Davos, junto a otras activistas jóvenes y al director de la Agencia Internacional de Energía (AIE) Fatih Birol. La sueca, no obstante, ha reusado ser delegada oficial porque cree que "debería ser la gente de primera línea, no los privilegiados como yo". Además, ha hecho un llamamiento a la opinión pública para que presione y ejerza de mecanismo de control ante las actuaciones de las empresas.
En la mesa redonda también han participado Helena Gualinga, de Ecuador, Vanessa Nakate, de Uganda, y Luisa Neubauer, de Alemania. En un contexto de cómo afrontar el reto de la industria energética global, Thunberg ha avisado de que el sector va a seguir invirtiendo en combustibles fósiles y "arrojando a la gente bajo el autobús para su propio beneficio".
El encuentro ha tenido lugar en la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) en la estación de esquí suiza de Davos, tan solo dos días después de que Thunberg fuese detenida durante las protestas de Lützerath (Alemania). La sueca ha acusado a la industria energética de secuestrar el debate sobre el cambio climático, según informa Reuters.
Las activistas le han comunicado a Birol que han presentado una carta de "cese y desistimiento" a los directores ejecutivos del sector para que no abran nuevos yacimientos de extracción de petróleo, gas y carbón.
Además, no se han limitado a denunciar a las empresas energéticas, sino también a las instituciones financieras que apoyan económicamente las inversiones en combustibles fósiles.
Birol les agradeció que se reuniesen con él, pero insistió en que la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono debía incluir una combinación, sobre todo ante la preocupación por la seguridad energética mundial. También dijo que la crisis energética no era razón para justificar las inversiones en nuevos yacimientos de petróleo.
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"Nuestra casa arde"
La primera vez que Thunberg participó en la reunión del FEM fue en 2019. Entonces solo tenía 16 años y dijo a los líderes que "nuestra casa está ardiendo". Ha sido una de las intervenciones públicas más recordadas de Thunberg, quien volvió a Davos al año siguiente.
Esta vez, en cambio, Thunberg se ha negado a participar como delegada oficial, ya que la conferencia volvió a su horario habitual de enero después de un paréntesis pandémico.
Preguntada por qué no quería abogar por el cambio desde dentro, Thunberg dijo que ya había activistas que lo hacían. "Creo que debería ser la gente de primera línea y no los privilegiados como yo", afirmó. "No creo que los cambios que necesitamos vengan de dentro. Es más probable que vengan de abajo arriba".
La industria del petróleo y el gas, por su parte, ha afirmado que debe formar parte de la transición energética, ya que los combustibles fósiles seguirán desempeñando un papel importante en la combinación energética mundial a medida que los países pasen a economías con bajas emisiones de carbono.