La Eurocámara sanciona a la diputada socialista Mónica Silvana por "acoso psicológico" a asistentes

La Eurocámara ha impuesto una sanción de 10.140 euros y 30 días de suspensión de su actividad parlamentaria a la eurodiputada del PSOE Mónica Silvana (Buenos Aires, 46 años) por "acoso psicológico" a tres de sus asistentes parlamentarios.

La sanción ha sido anunciada por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, al inicio de la sesión plenaria que se celebra este martes en Estrasburgo. La eurodiputada todavía puede plantear un recurso interno ante la mesa, el órgano interno de dirección administrativa y reglamentaria de la Eurocámara. Una apelación que tendría un efecto suspensivo sobre las medidas de castigo.

"He decidido imponer una sanción a Mónica Silvana González (...) como resultado de su comportamiento hacia sus tres asistentes parlamentarios acreditados, que constituyó acoso psicológico", ha explicado Metsola ante el pleno.

El castigo se basa en las conclusiones del comité consultivo del Parlamento Europeo que trata las quejas sobre acoso entre asistentes y eurodiputados. La presidenta ha tenido en cuenta también las alegaciones de la propia denunciada, a la que le fue notificada la decisión este mismo lunes.

En concreto, la sanción equivale a la pérdida durante 30 días de la "dieta diaria" que reciben los eurodiputados por su actividad, que asciende a 338 euros. Es decir, un total de 10.140 euros. A ello hay que sumar la suspensión de la participación de Silvana en todas las actividades de la Eurocámara, también por un periodo de 30 días.

La presidenta Roberta Metsola, durante el anuncio de las sanciones Parlamento Europeo

La presidenta de los socialistas en el Parlamento Europeo, Iratxe García, ha expresado el "respeto absoluto" a la decisión de Metsola y ha dicho que el grupo socialista aplicará a Silvana la misma sanción por lo que se refiere a la suspensión de actividad.

Por su parte, Silvana ha hecho público un comunicado a media tarde en el que asegura haber sido "injustamente sancionada". La eurodiputada anuncia que recurrirá la decisión y que no descarta acudir al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) para defenderse de lo que tacha de "denuncias falsas".

"En este largo e injusto proceso de casi dos años, no he tenido las mínimas garantías procesales que hubiese tenido en cualquier proceso de la justicia ordinaria. Por sólo poner un ejemplo, el dossier ha estado dirigido por una asistente parlamentaria de la ultraderecha y los testimonios clave de personas que continúan trabajando conmingo no han sido escuchados ni tenidos en cuenta", sostiene Silvana.

Mónica Silvana inició su carrera política en 2007 como miembro de la ejecutiva del PSOE de Alcalá de Henares, de cuyo ayuntamiento fue concejal entre 2007 y 2015. También ha sido parlamentaria en la Asamblea de Madrid entre 2007 y 2015, legislatura a la que concurrió en la lista de Ángel Gabilondo.

Desde 2017 hasta octubre de 2021, Silvana ejerció de secretaria de Área de Movimientos Sociales y Diversidad del PSOE en la ejecutiva federal de Pedro Sánchez.

Fue elegida eurodiputada en las elecciones de mayo de 2019. En la Eurocámara, es vicepresidenta de la delegación para las relaciones con Mercosur y miembro del comité de Desarrollo y de la asamblea parlamentaria euro-latinoamericana.

El código de comportamiento interno establece que los eurodiputados "se comportarán de manera digna, cortés y respetuosa, exenta de prejuicios y no discriminatoria con todas las personas que trabajanen el Parlamento Europeo".

"Los diputados observarán un comportamiento profesional y, en sus relaciones con el personal, se abstendrán en particular de emplear un lenguaje degradante, insultante, ofensivo o discriminatorio y de toda acción contraria a la ética, denigrante o ilícita", señala el código.

Desde 2018, la Eurocámara ha reforzado las medidas para prevenir y abordar el acoso. Entre otras cosas, se ha reforzado el funcionamiento del comité consultivo que se ocupa de las denuncias de acoso contra eurodiputados y se ha introducido un código de conducta para parlamentarios en el ejercicio de sus funciones.

Además, los contratos de los asistentes se mantienen hasta la fecha de vencimiento original en los casos en que se constate acoso por parte de su eurodiputado. También se ha creado una red de consejeros confidenciales, que está disponible para los miembros del personal que deseen solicitar asesoramiento y orientación.

En esta legislatura existe otro precedente de sanción contra un eurodiputado por acoso laboral a sus asistentes. En enero de 2021, el entonces presidente David Sassoli actuó contra la parlamentaria liberal luxemburguesa Mónica Semedo por acoso psicológico contra uno de sus asistentes. El castigo por este comportamiento fue la pérdida de las dietas durante 15 días y la suspensión de la participación en las actividades del Parlamento también durante 15 días.