Giorgia Meloni mantuvo con Emmanuel Macron su primera -y cordial- reunión con un líder extranjero, en lo que parecía una declaración de intenciones. Poco ha transcurrido desde entonces y ya se puede hablar de la primera crisis entre Italia y Francia, con la inmigración como motivo de la disputa.
El contexto es que Roma rechazó la acogida de 237 migrantes, entre ellos 57 niños, a bordo de un barco humanitario, el 'Ocean Viking'. Este viernes ha atracado en la base naval francesa de Tolón, donde se evalúa su salud antes de empezar a determinar su destino "por el procedimiento acelerado".
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Francia no ha disimulado su enfado con Italia, reforzando los controles fronterizos y suspendiendo "con efecto inmediato" el acuerdo de relocalizaciones de la Unión Europea. Para Meloni, esta reacción es "incomprensible" y no le parece "justo" que París insinúe o directamente hable de poca solidaridad de Italia en la UE.
"Algo no funciona" cuando lo que "molesta" es que Italia "no sea el único puerto de desembarco para migrantes del Mediteráneo", ha dicho Meloni en rueda de prensa. El mismo día que "Francia acogía a 234 personas -ha continuado- desembarcaban 600 personas" en Italia. "La agresiva reacción francesa es la demostración de que la migración en Europa no puede seguir como hasta ahora", ha zanjado Meloni.
Francia "sacará consecuencias"
"No creo que tengamos que discutir cada vez con Francia, Grecia, España... La única solución común, y lo hablé con Macron, Alemania y la UE, es la defensa de las fronteras exteriores, bloqueando las salidas, abriendo centros. Hemos gastado millones de euros para ayudar a Turquía. (...) Pido que se construya una solución europea", ha expuesto la primera ministra.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, ha informado de que nueve países europeos (Alemania, Portugal, Irlanda, Luxemburgo, Croacia, Bulgaria, Rumanía, Malta y Lituania) se han comprometido a acoger a dos tercios de las personas que se queden, recalcando la "solidaridad europea", en contraste con las críticas a Italia por no hacerse cargo de estas personas.
Francia va a organizar "en los próximos días" una reunión con la Comisión Europea y con Alemania para "sacar las consecuencias de la actitud italiana" porque, según insistió el portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, "Francia quiere que la respuesta sea europea".