El exprimer ministro israelí Benjamin Netanyahu (Likud) ha ganado las elecciones en Israel por amplia diferencia respecto al segundo partido -el centrista Yesh Atid- y el bloque de grupos políticos que lidera podrá gobernar. Netanyahu recuperará el poder tras más de un año en la oposición.
Según los datos del Comité Electoral Central, que ha contado más de tres millones de sufragios, el partido derechista Likud es la primera fuerza con unos 31 asientos, y tendría una holgada mayoría de 65 escaños con el apoyo de los ultraderechistas de Sionismo Religioso (14) y de las dos formaciones ultraortodoxas (20).
El bloque antiNetanyahu, con el actual primer ministro en funciones, Yair Lapid, al frente, ha quedado muy por debajo, y la amalgama de fuerzas de derecha, centro e izquierda que encabeza se queda con 50 escaños. El partido centrista de Lapid seguirá como segunda fuerza con 24 escaños.
[Israel registra una participación récord del 28,4% pese a votar por quinta vez en tres años]
Fin del bloqueo
Más allá de qué gobierno formaría Netanyahu, el hecho de que esté en condiciones de establecer un ejecutivo representa un hecho importante para el país, que saldría de un bloqueo político de casi cuatro años y durante el cual se celebraron cinco elecciones generales.
Por otra parte, los resultados indican un mínimo histórico de representantes de partidos de izquierda y centroizquierda en la Knéset (Parlamento).
El histórico partido Laborista, que gobernó Israel desde su fundación y durante buena parte de su historia, obtiene cuatro escaños, su peor cifra. Y el pacifista Meretz, la formación más de izquierdas dentro de los partidos sionistas, no alcanza por el momento el mínimo del 3,25% de los votos necesarios para entrar al Parlamento y se quedaría fuera por primera vez desde su creación.
Otro partido que quedaría fuera de la Knéset es el nacionalista árabe Balad, que apostó a escindirse de una coalición de partidos árabes y se presentó de forma independiente, obteniendo en torno a un 3% de los votos.
Las otras dos formaciones árabes, Raam y Hadash-Tal fueron, junto a Yesh Atid, los únicos partidos del bloque opositor que registraron una mejora en su desempeño electoral respecto a los comicios del año pasado. Israel Nuestro Hogar y Unidad Nacional, los miembros derechistas del bando antiNetanyau, pierden dos escaños cada uno.
Además del meteórico ascenso de la ultraderecha -tercera fuerza política con 14 escaños- y el desmoronamiento del bloque opositor al exprimer ministro, uno de los aspectos que definen el gobierno que planea formar Netanyahu es la poca participación de mujeres.
Mientras que la coalición del "Gobierno del cambio" contaba con 24 parlamentarias, el nuevo Ejecutivo incluirá solo nueve. Esto se debe en parte a la presencia de los partidos ultraortodoxos, que no permiten la inclusión de mujeres en sus listas, por lo que ellas no figuran en sus, de momento, 19 escaños.