"Nadie nos escucha" se lamentaba el pasado 10 de agosto Baida en declaraciones a la edición digital de Al Jazeera. Baida es una mujer de 27 años que, de alguna manera, se ha erigido en líder de un grupo de unos 40 inmigrantes sirios que se han visto atrapados durante días en una isla sin nombre situada en la unidad periférica de Evros, un enclave griego que limita con Turquía y Bulgaria.
Ella ha sido la persona que ha estado enviando mensajes desesperados de auxilio a abogados y periodistas desde que una niña del grupo de apenas cinco años muriera. "Una niña ha muerto. No puedo hacer nada", decía Baida en una nota de voz de WhatsApp enviada a las periodistas Franziska Grillmeier y Katy Fallon.
Baida colgó también imágenes de la pequeña fallecida recostada sobre su espalda en una zona de hierba de la isla, con los ojos cerrados. En otro mensaje Baida se preguntaba por qué los niños no estaban recibiendo ayuda alguna de nadie.
El motivo es que, al parecer, la ubicación del grupo de inmigrantes no estaba del todo clara y eso provocó que hubiera dudas entre Grecia y Turquía sobre quién debía llevar a cabo las labores de rescate, según cuenta este martes la cadena británica BBC.
De hecho, Al Jazeera se hace eco de una declaración que llegaron a emitir las autoridades griegas en la que se decía que los refugiados se encontraban "fuera del territorio griego". Sin embargo, los abogados con los que contactó el citado medio aseguraron, tras comprobar las coordinadas, que se encontraban en una isla que formaba parte de Grecia.
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Las autoridades griegas señalaron en un primer momento que los inmigrantes (que se han identificado como sirios ante la Policía) se hallaban en territorio turco. Finalmente, se encontró al grupo a cuatro kilómetros al sur de las coordenadas que habían facilitado unos días antes, fuera del territorio griego. Por eso no se pudo localizar antes a los refugiados, según la Policía griega.
Entre las personas atrapadas en la isla había una mujer embarazada de varios meses que llegó a enviar un mensaje a los periodistas en el que decía: "Soy una mujer embarazada de ocho meses y necesito ver a un médico porque estoy sangrando". El periodista Giorgos Christides, que trabaja para Der Spiegel, se hizo eco de ello en Twitter.
Este grupo de inmigrantes denuncia que ha estado varado en esta diminuta isla griega desde mediados de julio y que en todo ese tiempo no han recibido la atención ni la ayuda necesaria. Se quejan de que han sufrido una situación crítica y se han visto abandonados.
Baida, la mujer que se ha convertido en la portavoz del grupo, ha explicado a la BBC que les han tratado "como a una pelota de fútbol, yendo de un lado a otro"; en referencia al cruce de acusaciones entre Turquía y Grecia. "Nadie nos quiere, nadie nos escucha y nadie nos ayuda", denuncia.
Amnistía Internacional ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter en el que reconoce el "alivio" por el hecho de que "el grupo de inmigrantes que ha estado bloqueado durante días la isla de Evros está finalmente a salvo en Grecia". Pero también lamenta "la muerte de la niña de cinco años" y señala que "nos preocupa el retraso en el rescate". El tuit termina con un recordatorio: "La búsqueda de asilo es un derecho humano".