Triste final el de la historia de la ballena beluga de 800 kilos rescatada en el río Sena a 70 kilómetros de París. La ONG encargada de su rescate, Sea Shepherd France, ha informado de su muerte: "Con gran pesar anunciamos que la beluga no ha sobrevivido al traslado, que era arriesgado, pero esencial para darle una oportunidad a un animal que de otro modo estaría condenado. Dado el deterioro de su estado, los veterinarios han tomado la decisión de sacrificarlo".
La ballena se encontraba muy lejos de su hábitat natural, que son las aguas árticas o subárticas, y además presentaba signos de malnutrición, lo que precipitó el intento de rescate, que consistía en extraerla de las aguas del Sena para trasladarla a aguas saladas, cerca del mar, explicó Sea Shepard. La operación llevaría varias horas, decenas de voluntarios, maquinaria pesada y un gran riesgo para el cetáceo. Francia lo ha seguido con gran expectación.
"Estamos devastados por este trágico desenlace que sabíamos muy probable, pero agradecemos a todos los que han trabajado en esta movilización sin precedentes", ha tuiteado Sea Shepard.
Ollivet Courtois, veterinaria de los bomberos, ha explicado que "el sufrimiento del animal era evidente" y que "sufría dificultades de respiración" agravados hasta hacer inevitable la eutanasia.
La operación de rescate
Esta ballena, acostumbrada a vivir en las frías y saladas aguas canadienses, había acabado de manera fortuita en el Sena e iba a ser trasladada a Ouistreham, en la costa normanda, donde iba a permanecer tres días en un estanque de agua marina antes de ser liberada en alta mar.
El animal había dejado de alimentarse hacía días y se encontraba en un estado de salud que preocupaba a autoridades, veterinarios y activistas, que optaron por adelantar un rescate que ha implicado a 80 especialistas durante ocho horas.
Se trataba de un macho que pese a sus 800 kilos estaba más delgado de lo que corresponde a un cetáceo de estas características. Había sido bloqueado en una zona del río Sena mediante esclusas el pasado jueves y extraído esta madrugada del agua con una red levantada por una grúa, un momento muy estresante para el animal.
[Un sumidero de microplásticos: una ballena puede consumir más de tres millones al día]
Los trabajos de rescate han costado varios miles de euros, reunidos gracias a numerosas donaciones de ciudadanos. Vecinos facilitaron también el camión o la paja en su interior.
En mayo, una orca entró en el Sena, donde estuvo varios días, pero murió de cansancio y falta de alimentación antes de que pudiera ser rescatada.
Los especialistas barajan varias opciones para explicar estos fenómenos, como un exceso de contaminación sonora que las desorienta o que se pierden por las modificaciones en las corrientes marinas debido al calentamiento global.