El extitular de Economía británico Rishi Sunak confirmó este miércoles que es el candidato a batir en la carrera por suceder al líder tory, Boris Johnson, aunque la primera mujer que ejerció como ministra de Defensa en el Reino Unido, Penny Mordaunt, amenaza sus opciones gracias a un fulgurante ascenso.
En la primera votación entre los diputados tories para elegir a su nuevo líder, que se convertirá automáticamente en jefe de Gobierno, Sunak obtuvo el respaldo de 88 compañeros de bancada, y en segunda posición, destacada del resto, se situó Mordaunt, con 67.
La titular de Exteriores, Liz Truss, del ala más a la derecha del Partido Conservador, llegó tercera (con 50 votos), sorprendida por Mordaunt, pero todavía con un amplio granero de votos entre la facción dura de los tories.
Cayeron del peculiar proceso por el que los conservadores eligen a su nuevo jefe dos aspirantes que parecían albergar a priori mayores esperanzas: el actual ministro de Economía, Nadhim Zahawi, que sólo dos días después de ser nombrado por Johnson le pidió que renunciase, y el exministro de Sanidad Jeremy Hunt.
Ninguno de los dos alcanzaron el umbral de los 30 votos necesarios para mantenerse en la carrera. La lista, en la que continúan seis candidatos, seguirá adelgazando hasta quedarse en solo dos nombres, previsiblemente el próximo lunes, que serán finalmente sometidos a votación de la militancia a lo largo del verano.
El nombre del próximo líder conservador y primer ministro del Reino Unido se conocerá, de acuerdo con el calendario previsto, el próximo 5 de septiembre.
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Junto a Sunak, Mordaunt y Truss, continúan en liza la diputada Kemi Badenoch (40 votos), la abogada general del Estado Suella Braverman (32) y el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores, Tom Tugendhat (37).
Las dos primeras pertenecen al núcleo brexitero de los conservadores, mientras que el tercero es representante del grupo One Nation, que agrupa a tories moderados.
Todos ellos participarán mañana en una nueva votación de la que caerá el candidato con menos apoyos.
El ascenso de Mordaunt
Mordaunt, la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de Defensa en el Reino Unido, aunque sólo lo hizo durante menos de tres meses en 2019, ha cobrado impulso en las últimas horas como una figura capaz de unir a un partido muy dividido.
Aunque tradicionalmente el juego de alianzas en estas elecciones cambia de día a día, la ahora secretaria de Estado de Política Comercial cuenta aparentemente con un importante respaldo de la militancia.
Una encuesta de la casa YouGov difundida hoy mostró que Mordaunt, de 49 años, es la favorita para el 27 % de los militantes conservadores, por delante de Badenoch (15%) y Truss y Sunak (13% ambos).
Mordaunt, reservista de la Marina Real, ganó popularidad siendo ya diputada al aparecer en un programa de telerrealidad en 2014 en el que los participantes debían realizar saltos de trampolín.
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A hombros de ese tirón popular, Mordaunt hizo campaña activamente en favor del Brexit en el referéndum de 2016, lo que a ojos del ala más conservadora le otorga una credencial imprescindible.
Al mismo tiempo, su posición en cuestiones sociales como la defensa de los derechos LGTBi+ la acerca a la facción moderada de los tories, lo que aumenta sus posibilidades de resultar elegida como solución de compromiso.
Realizó su entrada en el gobierno como ministra de Desarrollo Internacional en 2017, bajo el Gobierno de Theresa May, y, además de su paso por Defensa, también ha sido responsable de Mujer e Igualdad.
Johnson dice adiós
Y mientras sus compañeros de partido, los mismos que forzaron su dimisión el pasado jueves, elegían a su sucesor, Boris Johnson compareció en su penúltima sesión de control en el Parlamento, que incluso podría haber sido la última si los "tories" llegan a elegir a alguien por aclamación.
En su intervención, el primer ministro en funciones mantuvo el tono desafiante que usó para anunciar su despedida y presumió de los "logros" de su mandato para decir que se marcha "con la cabeza alta".
Admitió que no se marcha por "propia elección", pero que está satisfecho por sus años en el poder, por el Brexit, las medidas para afrontar la pandemia o la ayuda a Ucrania tras la invasión rusa.
Johnson se vio forzado a dimitir el pasado día 7 después de que más de 50 miembros de su Gobierno presentasen sus renuncias en protesta por su gestión y los escándalos que salpicaron su liderazgo, como las fiestas en Downing Street durante la pandemia.
En su cara a cara con el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, el todavía primer ministro recurrió a la ironía.
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"Quiero agradecerle por la forma en que se ha comportado. Creo que sería justo decir que ha sido considerablemente menos letal que muchos otros miembros de esta Cámara", dijo Johnson al líder del Partido Laborista, en clara referencia a que Starmer no ha sido demasiado agresivo en los debates parlamentarios.
Además, Johnson criticó a Starmer por "no haber tenido en los últimos años una idea, un plan o una visión para este país".