La armada rusa ha sufrido un nuevo golpe, después de que Ucrania haya atacado este viernes la fragata "Almirante Makarov" en el Mar Negro. Aunque el Kremlin no ha confirmado lo sucedido, desde Ucrania informan que el buque habría sido alcanzado conéxito por misiles Neptune, los mismos que hundieron el pasado 14 de abril el "Moskva", el navío más importante de la flota rusa en esa zona.
La Makarov se econtraba cerca de la Isla de las Serpientes, un enclave situado en el mar Negro, a unos 150 km de Odesa y a 40 km de la costa, muy próximo a la frontera entre Ucrania y Rumanía, cuando se produjo el ataque por parte de Ucrania.
Después del hundimiento del crucero Moskva, el pasado 14 de abril, la flota rusa del Mar Negro se había reducido a tres grandes buques de combate y el mejor y más moderno era la fragata atacada este viernes.
Con una tripulación que puede alcanzar los 200 tripulantes, pertenece a las fragatas de la clase Admiral Grigorovich, de los que Rusia posee tres. Construida entre 2012 y 2017 en los astilleros de Yantar de Kaliningrado, recibió el nombre de unos de los héroes de la Marina rusa, el vicealmirante Stepan Makarov, muerto en combate durante la guerra ruso-japonesa.
El hundimiento del Moskva en abril fue la primera demostración oficial del empleo del misil en una operación militar. Y puso también de relieve la capacidad ucraniana para burlar el sistema antiaéreo S-300 con el que Rusia había equipado a la embarcación con el fin de protegerla y también para servir de paraguas al resto de la Flota del Mar Negro.
El desarrollo del R-360 Neptune comenzó poco antes de la invasión rusa de la península de Crimea en 2014 y se supo de su existencia por primera vez en el 2015. Está basado en el misil de crucero soviético Kh-35 y actualmente se ha desarrollado por el Estudio de Diseño Luch en la ciudad ucraniana de Khariv. Se trata de un misil de crucero antibuque y conforma una de las armas más modernas de las que sirven en todo el ejército.
El misil tiene su base de lanzamiento en la plataforma transportada USPU-360 instalada en un camión y está compuesta por un total de 4 misiles, un camión extra para recargar la munición y un vehículo de comando. Cuenta con un sistema de guiado por inerciales y una autonomía capaz de alcanzar los 300 kilómetros.
Antes de que comenzara la invasión, Ucrania tenía planes de construir versiones lanzadas desde tierra firme —la que habrían utilizado en esta ocasión—, desde barcos y también desde aviones. De estas dos últimas por el momento no se conocen más detalles, aunque sí se sabe que el Neptune podría atacar igualmente a instalaciones en tierra firme.