Los actos de campaña para la segunda vuelta de las elecciones francesas de la ultraderechista Marine Le Pen se están viendo salpicados cada vez más por las protestas contra su discurso, mientras las encuestas se muestran cada vez más favorables para el actual presidente, Emmanuel Macron.
Los últimos sondeos dejan a Le Pen unos 10 puntos por detrás, puesto que dan al presidente francés en torno al 55% o 56% de los votos. Tras la primera vuelta, Le Pen está intentando atraer a los 7,7 millones votantes que apoyaron al izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
Sin embargo, sus últimos actos se están viendo marcados por las protestas. El viernes le gritaron "racista" y "pirata" a su llegada a un mercado de Pertuis, una localidad de la Provenza, lo que se suma al incidente en otro de sus actos de esta semana, en el que una mujer sacó una foto del presidente ruso, Vladimir Putin, para denunciar los vínculos entre ambos.
Además, miles de personas se han manifestado este sábado en las calles de numerosas ciudades de Francia contra la líder de la extrema derecha. Las protestas se han concentrado en la capital, pero también en ciudades como Rennes, Lyon, Nantes y Besançon, entre otras, convocadas por sindicatos y organizaciones como SOS Racismo, bajo el lema de "Contra la extrema derecha y por la justicia y la igualdad", así como "Ni un voto para Le Pen".
"Más vale un voto que apesta a un voto que mata", se leía en una de las pancartas de la concentración de París.
Le Pen se está presentando como la candidata que acabará con las "oligarquías" que están en el poder, además de querer dar la oportunidad a los ciudadanos para que se expresen con referéndums de iniciativa popular. También quiere favorecer una sociedad de naciones dentro de la Unión Europea frente al actual formato.
También ha asegurado que no tocará el sistema de paro para los temporales de la cultura, mientras que desde este sector cada vez se pide más votar contra ella. Asimismo ha dejado claro que no acabará con el matrimonio de personas del mismo sexo si llega al Elíseo.
Primer ministro para la ecología
Por su parte, Emmanuel Macron ha anunciado este sábado que su próximo primer ministro se ocupará de la planificación ecológica. Para ello, se apoyará en otros dos ministerios, unos de planificación energética y otro de planificación ecológica en los territorios, con el objetivo de dejar atrás las energías fósiles.
"La política que llevaré en los próximos cinco años será ecológica o no será", ha afirmado Macron en un mitin en Marsella.
Macron está dando protagonismo a las políticas verdes con el objetivo de atraer al electorado de izquierda, especialmente al de Jean-Luc Mélenchon, para que le den su voto el próximo domingo.
"Nuestro objetivo es hacer una economía más ecológica", ha asegurado. "Los grandes jefes del siglo XXI serán los dirigentes verdes, ecorresponsables", ha añadido.
El presidente francés también ha prometido subir en verano las pensiones un 4% para compensar el incremento de la inflación, que en marzo se situó en el 4,5%, así como a revalorizar el sueldo de los funcionarios, cuando el poder adquisitivo es uno de los asuntos centrales de esta campaña.
Sus declaraciones han coincidido con el anuncio del Gobierno de que el salario mínimo en Francia aumentará un 2,65% en mayo por efecto del dispositivo de revalorización automática en relación con la inflación, mecanismo que había permitido subirlo ya un 0,9% en enero.