Pedro Sánchez intensifica la presión sobre sus socios europeos con el fin de poner freno a la "escalada absolutamente irracional" de los precios de la luz y del gas, que se ha agravado desde la invasión rusa de Ucrania. El presidente del Gobierno ha anunciado este viernes que la próxima semana emprenderá una gira de capitales cuyo objetivo es fraguar un pacto europeo que permita acabar con el "chantaje energético" que practica Vladímir Putin contra la UE.
Sánchez ha vuelto a insistir en la urgencia de reformar el sistema de fijación de precios de la electricidad porque "estamos en una situación de emergencia" que afecta ya a la competitividad de la industria, así como al poder adquisitivo de los hogares. El presidente del Gobierno espera una solución "a nivel europeo" en la próxima cumbre que se celebrará en Bruselas el 24 y 25 de marzo.
"A lo largo de la próxima semana, voy a emprender una gira en distintos países europeos para hablar con los distintos líderes y que podamos aunar entre todos una propuesta que frene esta escalada absolutamente irracional de los precios de la electricidad y de los precios del gas. Y que por tanto podamos entre todos defender a la industria, a las pymes y a nuestros ciudadanos del chantaje energético que pretende infligir Putin al conjunto de la UE", ha relatado Sánchez al término de la cumbre informal celebrada este viernes en Versalles.
Es precisamente en esta reunión donde el presidente del Gobierno ha cerrado las primeras citas con sus socios, aunque no ha querido concretar qué países visitará. Sánchez cuenta con el apoyo de Estados miembros como Francia, Italia o Grecia, que también reclaman reformas urgentes en el mercado eléctrico. En el bando contrario, Alemania, Holanda y los nórdicos se oponen a los cambios con el argumento de que podrían acabar empeorando la situación.
"Hay muchos sectores productivos en la economía europea, y por tanto española, que están sufriendo -y no tendrían por qué sufrir tanto- como consecuencia de un diseño que está desfasado de nuestro mercado energético y de la formación de precios", sostiene Sánchez. A su juicio, la prioridad debe ser "cortar el efecto contagio" del aumento desbocado del precio del gas sobre la factura de la luz.
El actual diseño marginalista del mercado eléctrico europeo se traduce en que es la tecnología más cara (en estos momentos el gas) la que fija el precio mayorista de la luz.
"Es fundamental que revisemos la forma en la que se forman los precios en el mercado energético en nuestro continente. Porque claramente no está respondiendo de una manera efectiva a este estrés al que se está sometiendo el precio de la electricidad, desde hace un tiempo, pero evidentemente de manera mucho más exacerbada desde que tuvo lugar la invasión de Ucrania", sostiene el presidente.
Bruselas asume las peticiones de España
A nivel nacional, el Gobierno ya ha agotado todas las medidas que puede adoptar, ha asegurado Sánchez. Entre ellas, prorrogar al menos hasta junio "un importante paquete de rebajas o suspensiones de impuestos", o también extender las medidas de protección a los consumidores más vulnerables. "Vamos a hacer todo lo que esté en la mano del Gobierno de España para defender a nuestra economía y a nuestros ciudadanos", ha insistido.
El presidente del Gobierno ha aprovechado además la cumbre de Versalles para reclamar a la UE, junto con el primer ministro portugués Antonio Costa, que financie la mejora de las interconexiones de gas entre la Península y el resto de Europa. Unas interconexiones que permitirían a España ejercer de hub alternativo al gas ruso gracias al gran número de plantas regasificadoras y a las renovables, ha indicado.
Por su parte, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha anunciado que a finales de marzo tiene previsto "presentar opciones para limitar el efecto contagio de la subida del gas en los precios de la electricidad". En una segunda fase, a medidados de mayo, el Ejecutivo comunitario aprobará también "opciones para optimizar el diseño del mercado de la electricidad, para que sostenga mejor la transición verde".
El Ejecutivo comunitario había recibido inicialmente con frialdad las peticiones de España de reformar el sistema de fijación de precios. De hecho, la comisaria de Energía, Kadri Simson, se alineó con Alemania y los países nórdicos con el argumento de que las propuestas españolas y francesas aumentarían el riesgo de apagones. Pero la guerra en Ucrania ha provocado un vuelco radical en Von der Leyen, que se acerca cada vez más a las ideas de Sánchez.
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