La policía alemana ha detenido este lunes en la región del Sarre (fronteriza con Francia) a dos hombres, de 38 y 32 años, como presuntos autores del asesinato de dos agentes, ocurrido la pasada madrugada.
Fuentes policiales del Sarre informaron de las dos detenciones, durante un control de carreteras, horas después de difundirse en los medios la foto, el nombre, Andreas Johannes Schmitt, y la edad, 38 años, de uno de los sospechosos.
Se supo también que tenía antecedentes delictivos y licencia de armas, que comerciaba con animales de caza y que tenía una panadería en la región.
Se partía de la base de que actuó con otro individuo, del que sólo se ha dado a conocer la edad tras ser detenido. La rápida identificación del primero fue posible porque en el lugar de los hechos se habían encontrado documentos suyos.
Las fuerzas policiales habían iniciado su búsqueda tras la muerte de dos agentes, una mujer y un hombre, de 24 y 29 años, mientras realizaban un control de tráfico, a las 4.20 de la madrugada, en una carretera del Land de Renania Palatinado, vecino al del Sarre, a la altura de la localidad de Ulmet, según informa Efe.
La pareja policial había contactado por radioteléfono con su central para comunicar que iban a revisar un vehículo, en cuyo maletero habían hallado un animal de caza muerto.
La agente, que estaba aún en la academia policial, no pudo ni usar su arma, según las investigaciones en curso, sino que recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto.
Su compañero de patrulla pudo informar por radioteléfono de la muerte de ésta ("nos están disparando",dijo), e inmediatamente abrió fuego, pero resultó herido mortalmente, también en la cabeza, y murió poco después.
La Policía activó un fuerte operativo de búsqueda del agresor o agresores. Se partía de la base de que se trataba de dos individuos, uno de ellos armado.
Las autoridades requirieron a través de redes sociales, radio y televisión pistas sobre el automóvil en que se habían dado a la fuga y extendió la búsqueda hacia los estados vecinos.
El suceso ha causado gran conmoción en Alemania y ha merecido la condena de todo el espectro parlamentario, tanto desde la coalición del canciller Olaf Scholz como de los principales partidos de la oposición.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, comparó la muerte de los policías con una "ejecución".