Nuevas medidas restrictivas dentro de la UE para tratar de frenar la expansión de las variantes más contagiosas de la Covid-19, como las de Reino Unido, Sudáfrica o Brasil. La Comisión Europea ha recomendado este lunes a todos los Estados miembros que exijan a los viajeros procedentes de regiones de alto riesgo no sólo una prueba PCR negativa antes de entrar, como hace ya España, sino también una cuarentena obligatoria de entre 10 y 14 días a la llegada. En todo caso, la consigna de Bruselas es evitar todos los viajes no esenciales hasta que mejore la situación epidemiológica.
Las zonas de alto riesgo son aquellas que registran una incidencia acumulada de más de 500 casos en los últimos 14 días, según la definición que propone el Ejecutivo comunitario. A partir de ahora, estas áreas aparecerán coloreadas de "rojo oscuro" en el mapa semanal que elabora el Centro Europea de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Se trata de una nueva categoría que se suma al semáforo de zonas verdes, amarillas y rojas que existía hasta ahora para clasificar a las regiones europeas.
Para estas regiones con un elevado número de infecciones, el Ejecutivo comunitario aconseja además adoptar o mantener medidas de confinamiento y cierre de determinados negocios, reforzar los test y el rastreo de contactos y aumentar la tasa de secuenciación genómica en los test positivos para detectar las nuevas cepas. En estos momentos, la mayoría de comunidades autónomas españolas entrarían en la categoría de "rojo oscuro". Sólo se salvan Galicia y País Vasco, según el mapa provisional elaborado por Bruselas.
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, sostiene que las comunidades autónomas ya están adoptando las medidas que recomienda la UE. "Las medidas más contundentes que han ido aplicando las comunidades autónomas han sido cierres perimetrales, que en realidad significa evitar todos los movimientos que no se consideren esenciales entre comunidades autónomas, dentro de ellas o incluso entre pueblos o ciudades dentro de las regiones españolas", ha dicho González Laya.
"Todos seguiremos atentos a la situación y, si es necesario tomar medidas adicionales, será discutido en el consejo interterritorial como se ha hecho hasta ahora en cada uno de los momentos de esta crisis de la Covid", asegura la ministra de Exteriores. La jefa de la diplomacia ha hecho valer que España ya exige pruebas PCR a los viajeros, pero no ha aclarado si añadirá la cuarentena obligatoria.
Evitar el cierre de fronteras
El objetivo último de esta nueva recomendación de Bruselas es evitar un nuevo cierre total de fronteras y suspensión de vuelos dentro de la UE, tal y como ocurrió en marzo y como habían amenazado con hacer países como Alemania, Holanda o Bélgica. Al mismo tiempo, el Ejecutivo comunitario desaconseja los viajes no esenciales hasta que no mejore la situación epidemiológica.
"El cierre de fronteras no ayudará, las medidas comunes sí", asegura el comisario de Justicia, Didier Reynders. La recomendación tiene que ser aprobada ahora por los Gobiernos de la UE, que de todas formas serán los que tengan la última palabra sobre las restricciones. De hecho, Bélgica se ha adelantado a la decisión y ha prohibido todos los viajes al menos hasta final de febrero.
En lugar de adoptar decisiones tan drásticas, el Ejecutivo comunitario aconseja a todos los Gobiernos que impongan un doble requisito a los viajeros procedentes de zonas "rojo oscuro". En primer lugar, una prueba PCR negativa realizada antes de la llegada. Pero también una cuarentena obligatoria de entre 10 y 14 días, que podría reducirse si a partir del quinto día se presenta otro test negativo.
La exigencia de cuarentena representa un giro de 180 grados en la estrategia de Bruselas. Hasta ahora, el Ejecutivo comunitario consideraba que con una PCR negativa era suficiente para garantizar la seguridad de los viajes. La alarma provocada por las nuevas variantes del virus, que son entre un 50%-70% más transmisibles, ha forzado este aumento de las restricciones.
Las personas que habitan en regiones fronterizas deben quedar exentas de algunas de estas restricciones de viaje. Si necesitan cruzar frecuentemente la frontera, por motivos familiares o de trabajo, no tendrán que hacer cuarentena y la frecuencia de test debe ser "proporcionada". Si la situación epidemiológica es similar a ambos lados de la frontera, no deberían exigirse tampoco PCR.
Además, los Estados miembros tienen que hacer todo lo posible para evitar disrupciones en los viajes esenciales, en particular en el transporte de mercancías. Los transportistas deben quedar exentos de la obligación de PCR y cuarentena porque su exposición a la población general es limitada. Pero otros trabajadores esenciales como los sanitarios sí deberán cumplir las nuevas restricciones debido al aumento del riesgo.
Para los viajeros procedentes de fuera de la UE, Bruselas reclama también reforzar las restricciones de entrada en materia de pruebas PCR y cuarentenas. Además, anuncia que relanzará los trabajos para crear un formulario común de localización de pasajeros aéreos en la UE.
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