Bruselas

La próxima presidenta del Ejecutivo comunitario, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, ha completado por fin este martes el sudoku del reparto de competencias entre los miembros de su colegio de comisarios. Un ejercicio doblemente complicado por la necesidad de respetar los equilibrios de género, geográficos y de familias políticas. Pero sobre todo porque no hay suficientes carteras con contenido real para tanto comisario: son 27 (contando a la presidenta), uno por Estado miembro ya que Reino Unido ha decidido no enviar a ningún representante por el brexit.

El resultado de este desajuste es que muchas carteras son simples floreros que no tienen contenido real. Los pilares del equipo de Von der Leyen son tres vicepresidentes con poderes ejecutivos que representan sus prioridades políticas: la liberal danesa Margrethe Vestager dirigirá un macrodepartamento responsable de economía digital y competencia; el socialista holandés Frans Timmermans será el responsable de lucha contra el cambio climático; y el conservador letón Valdis Dombrovskis se mantiene como vicepresidente económico y responsable de servicios financieros.

Pero además, la próxima presidenta tendrá otros cinco vicepresidentes no ejecutivos. entre ellos el español Josep Borrell, que ya fue designado por los líderes europeos Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común. Para los otros cuatro, el título de vicepresidente no es más que un cascarón vacío de competencias reales. Además, el equipo de Von der Leyen no se ha lucido particularmente con la elección de los nombres, particularmente grandilocuentes y que no aclaran la tarea que tendrá cada cual (si es que tiene alguna).

La polémica por el "Estilo de Vida Europeo"

El título más polémico es el de vicepresidente para la Protección del Estilo de Vida Europeo, cargo que ocupará el conservador griego Margaritis Schinas, casado con una española y que hasta hace unas semanas fue el portavoz de Jean-Claude Juncker. La controversia se ha desatado al conocerse que sus competencias se centrarán en la cuestión migratoria: la denominación del cargo se ha interpretado como un guiño a la extrema derecha.

El nombre "da oxígeno a aquellos que buscan Estados de derecho iliberales e identitarios", ha denunciado la eurodiputada de Ciudadanos, Maite Pagazaurtundúa. "El título de la cartera de Margaritis Schinas es totalmente inaceptable. Los Verdes vamos a pedir que sea modificado", ha anunciado el representante de Catalunya en Comú, Ernest Urtasun. En realidad, la auténtica responsable de política migratoria será la socialista sueca Ylva Johansson, comisaria de Interior.

El resto de vicepresidentes también tienen títulos extravagantes: la croata Dubravka Suica será responsable de Democracia y Demografía; el eslovaco Maros Sefcovic se encargará de Relaciones Interinstitucionales y Previsión; mientras que la vicepresidencia de la checa Vera Jourova se llama de Valores y Transparencia.

Reglas presupuestarias flexibles

Una de las principales sorpresas del reparto de carteras decidido por la alemana es la adjudicación del departamento de Asuntos Económicos a Italia pese a su deuda desbocada (el 132,2% del PIB, la segunda más alta de la UE) y a sus continuos choques con Bruselas a cuenta de su política fiscal. La Comisión tumbó los presupuestos italianos el año pasado en un gesto sin precedentes y ha amenazado reiteradamente con expedientar al Gobierno de Roma por su deuda excesiva.

Ahora el ex primer ministro italiano Paolo Gentiloni sustituirá a Pierre Moscovici como responsable de aplicar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, también a Italia. Es un claro gesto de buena voluntad hacia Roma tras la salida del Gobierno de La Liga del ultra Matteo Salvini y la entrada del Partido Demócrata, al que pertenece Gentiloni. Pero también indica que Von der Leyen pretende ser especialmente flexible en la aplicación de las reglas presupuestarias de la UE para hacer frente al frenazo económico en la eurozona. Una manga ancha que beneficiará también a España, que sigue siendo uno de los países con más déficit de la UE.

Presión sobre los gigantes digitales 

La otra gran campanada del equipo de Von der Leyen es el gran poder que acumulará la liberal danesa Margrethe Vestager, que ha saltado a la fama durante su primer mandato en Bruselas por su ofensiva implacable contra los gigantes tecnológicos estadounidenses. Ha multado a Google con 8.250 millones por prácticas monopolísticas y le ha pasado a Apple una factura de 13.000 millones por impuestos eludidos. El presidente norteamericano, Donald Trump, ha dicho de ella que es la "tax lady" que "odia realmente a Estados Unidos".

Vestager no sólo asciende a vicepresidenta ejecutiva responsable de Economía Digital, sino que inesperadamente conserva también la cartera de Competencia, lo que le permitirá seguir su cruzada contra las multinacionales norteamericanos. "Es una combinación perfecta", sostiene Von der Leyen. El nombramiento indica que su Comisión mantendrá la máxima presión sobre los gigantes digitales de EEUU.

Equilibrios de género, geográficos y políticos

Von der Leyen presume de haber logrado por primera vez una Comisión paritaria: 14 hombres y 13 mujeres. La alemana es además la primera mujer que dirige el Ejecutivo comunitario en toda su historia. Además, entre los ocho vicepresidentes hay representantes de países de Norte, Sur, Este y Oeste. Dos de ellos vienen de la familia liberal, tres son socialistas y tres conservadores. 

"Es el equilibrio adecuado porque si miramos a los Estados miembros hay 6 (primeros ministros) liberales, 9 del Partido Popular Europeo y 10 socialistas", ha resaltado la próxima presidenta de la Comisión. El reparto de Von der Leyen allana el camino para que la Eurocámara dé su visto bueno al colegio en la votación que tendrá lugar el próximo 23 de octubre: las tres grandes familias políticas se han mostrado satisfechas con los puestos que les han tocado.

¿Qué pasa con Reino Unido?

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha decidido no enviar un comisario al equipo de Ursula von der Leyen. Alega que su intención es que Reino Unido abandone la UE el 31 de octubre, un día antes de que empiece a trabajar el nuevo Ejecutivo comunitario. "El brexit, si se produce, no  es el final de algo sino el principio de nuestra relación futura", ha dicho la alemana. Si al final Londres pide otra prórroga, tendrá que designar a un comisario al que se le adjudicará una cartera en su equipo, aunque sea sólo por unos meses, avisa Von der Leyen.

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