Volantazo de Theresa May para tratar de salvar el brexit. Tras haber rechazado cualquier tipo de renegociación y asegurar que el acuerdo de divorcio que pactó con la UE era el mejor posible, la primera ministra cambia de opinión empujada por el Parlamento. Los diputados de Westminster han aprobado este martes una enmienda que le envía a Bruselas insta a volver a intentar más concesiones.
En concreto, la moción que había sido propuesta por el conservador Graham Brady propone eliminar el polémico punto en referencia a Irlanda del Norte del acuerdo de salida. En su lugar, habría que conseguir unos "arreglos alternativos" que no se han concretado. Esta decisión obliga a May a volver a Bruselas para suplicar una solución que pueda ser aceptada en el Parlamento.
El principal escollo para sacar adelante un brexit pactado es la frontera de Irlanda del Norte. El denominado backstop o salvaguarda es una suerte de póliza de seguridad para evitar que se establezca una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. Este extremo supone ciertas concesiones de soberanía para Reino Unido y a pesar de los mensajes de tranquilidad lanzados desde el otro lado del Canal de La Mancha, este asunto ha atascado las negociaciones y ha dejado el brexit en el aire.
Abrir de nuevo este asunto no entra, ni de lejos, en los planes de la UE pero es la única manera que May ha encontrado para lograr el apoyo de un Parlamento que ya ha rechazado sus planes. Tras conocer el resultado de la enmienda Brady que ha recibido el apoyo de 317 diputados frente a 310, May ha anunciado que la negociación "no será fácil".
Además, los diputados votaron en contra de una propuesta presentada por los nacionalistas escoceses del SNP que pedía al Gobierno retrasar la fecha del brexit del 29 de marzo. En el mismo sentido, ha caído otra enmienda presentada por la diputada laborista Yvette Cooper que abogaba por extender la aplicación del artículo 50 por un plazo de hasta nueve meses. Por la mínima, otra enmienda que rechaza salir de la UE sin un acuerdo ha sido aprobada por 318 diputados frente a 310. La proposición no esa vinculante.
El variado y confuso resultado de las distintas votaciones que se han sucedido en el Parlamento británico coloca al Reino Unido más cerca que nunca de un brexit caótico o sin acuerdo.