El comisario adjunto de la Policía Metropolitana de Londres, Mark Rowley, ha señalado este martes que no hay pruebas de radicalización o motivación terrorista en el agresor de 19 años que sobre las 22:30 de la noche del miércoles agredió con un cuchillo a los transeúntes de la Plaza Russel en la capital británica.
"La investigación progresa rápidamente. Todo el trabajo realizado hasta ahora apunta cada vez más a que han sido problemas de salud mental los que han causado este trágico incidente", ha explicado Rowley. "Hasta ahora no hemos encontrado signos de radicalización o nada que sugiera que el hombre detenido tuviera motivaciones terroristas".
Creemos que fue un ataque espontáneo y las víctimas fueron seleccionadas al azar
Una mujer de 60 años y nacionalidad estadounidense murió en el lugar del suceso, que la Policía trata como un crimen, no como un acto terrorista. Otras cinco personas resultaron heridas, entre los que un británico permanece ingresado en estado grave pero estable en un hospital. Además, hay un hombre y una mujer australianos y una mujer israelí que también recibieron una puñalada en cada caso, pero ya han sido dados de alta.
"En este momento creemos que fue un ataque espontáneo y que las víctimas fueron seleccionadas al azar", ha explicado Rowley.
El sospechoso, al que está interrogando la policía, es un hombre noruego de origen somalí. "Sin embargo, subrayo que [la investigación] sugiere que ello no es relevante para la motivación de sus acciones", ha añadido el comisario adjunto.
Los agentes también están interrogando a su familia y testigos. Además, se está realizando una "revisión completa de Inteligencia por los servicios secretos".
El comisario ha destacado que los agentes de policía llegaron a la plaza Russell en sólo 6 minutos a partir de las primeras llamadas de emergencia a las 22:33 de la noche, que advertían de que un hombre estaba agrediendo con un cuchillo a distintas personas. Redujeron al agresor con una pistola eléctrica (Taser) sin necesidad de disparar con fuego.
Londres se encuentra bajo alerta máxima terrorista a causa de los últimos ataques en Europa y precisamente el miércoles comenzó el despliegue de 600 agentes adicionales en la llamada "Operación Hércules". Esto eleva el total de policías desplegados por la ciudad a 2.800.