La Fiscalía de Corea del Sur acusa al expresidente Yoon de insurrección y abuso de poder al aplicar la ley marcial
La declaración de esta medida ha sido la primera en 45 años y la única durante un gobierno democrático en Corea del Sur.
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La Fiscalía surcoreana ha decidido imputar este domingo al expresidente Yoon Suk-yeol, por liderar presuntamente una insurrección y abusar de su poder al declarar la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
La imputación, que es la primera de un presidente en el cargo en toda la historia de Corea del Sur, llega un día antes de que expire el período de detención decretado para que el exmandatario sea interrogado por las autoridades.
Yoon, que permanece detenido desde el pasado día 15, ha sido imputado a petición de la Oficina para la Investigación de Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), el organismo que lidera la investigación penal sobre el expresidente por haber decretado fugazmente la ley marcial.
Así pues, la declaración de la ley marcial por parte del presidente surcoreano ha desencadenado una ola de agitación política en la cuarta economía más grande de Asia y un aliado clave de Estados Unidos.
Este movimiento resultó en la destitución y suspensión del primer ministro, así como en la acusación de varios altos oficiales militares por su supuesta participación en la insurrección.
La semana pasada, los investigadores de corrupción recomendaron formalmente la acusación contra Yoon, quien fue destituido por el parlamento y suspendido de sus funciones el 14 de diciembre.
Yoon, exfiscal de alto rango, ha estado en confinamiento solitario desde que se convirtió en el primer presidente en funciones arrestado el 15 de enero, tras varios días de una tensa confrontación armada entre su equipo de seguridad y las autoridades encargadas de su arresto.
Durante el fin de semana, un tribunal ha rechazado en dos ocasiones la solicitud de los fiscales para extender su detención mientras se llevaban a cabo más investigaciones.
Sin embargo, ante la naturaleza de las acusaciones, los fiscales han vuelto a solicitar que Yoon permanezca bajo custodia. Sus abogados, por su parte, han instado a la liberación inmediata de su cliente, a quien consideran objeto de una custodia ilegal.
La insurreción: sin inmunidad
Es importante destacar que la insurrección es uno de los pocos cargos criminales de los cuales un presidente surcoreano no goza de inmunidad; este delito puede ser sancionado con cadena perpetua o incluso la pena de muerte, aunque Corea del Sur no ha llevado a cabo ejecuciones en décadas.
En una conferencia de prensa, el portavoz del Partido Democrático, Han Min-soo, ha anunciado que "la fiscalía ha decidido acusar a Yoon Suk Yeol, quien enfrenta cargos de ser el cabecilla de la insurrección". Con ello, afirmó que "el castigo para el cabecilla de la insurrección comienza finalmente".
Durante una audiencia en la Corte Constitucional la semana pasada, Yoon y sus abogados argumentaron que su intención nunca fue imponer la ley marcial de manera total, sino que sus medidas eran un aviso para romper el estancamiento político en el que se encontraba el país.
Posibles elecciones en 60 días
Simultáneamente a su proceso penal, la Corte Suprema deberá decidir en un plazo de 180 días si Yoon será destituido de su cargo o si se le restituirán sus poderes presidenciales.
El Parlamento, liderado por la oposición, destituyó a Yoon el 14 de diciembre, convirtiéndolo en el segundo presidente conservador en ser destituido en la historia de Corea del Sur.
Cabe recordar que Yoon había revocado su decreto de ley marcial poco después de haberlo implementado, tras una confrontación dramática en la que los legisladores se enfrentaron a soldados armados en el Parlamento, que habían ingresado al recinto a través de ventanas rotas.
Si Yoon es finalmente destituido de su cargo, se convocará a elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
"Una vergüenza nacional"
Con todo, la polarización política en Corea del Sur se ha intensificado notoriamente, como ha podido verse en las multitudinarias manifestaciones en contra y a favor contra el presidente, siendo las primeras las más secundadas. De hecho, tras la aprobación de la moción, más de 200.000 personas se congregaron a las puertas de la Asamblea Nacional.
Para muchos surcoreanos, el episodio es una "vergüenza nacional", tal y como informaban medios internacionales.
'Nos recuerda a la dictadura'
Esto se debe a que, tanto los jóvenes como los más mayores, señalan que los eventos recuerdan a los sombríos días de la dictadura militar, ya que en diciembre de 1979, Corea del Sur también vivió un giro drástico hacia un régimen dictatorial con el golpe de Estado del general Chun Doo-hwan, quien estableció la ley marcial en varias regiones del país.
Este evento truncó las aspiraciones de democratización que intentaba promover el presidente interino Choi Kyu-hah, tras la muerte del dictador Park Chung-hee. Durante los años de gobierno de Chun Doo-hwan (1980-1988) y su sucesor Roh Tae-woo (1988-1993), se intensificó la represión de opositores y se perpetuó un ambiente de falta de libertad, marcados por la brutal masacre de Gwangju en 1980.
Primera ley marcial en democracia
Ante las similitudes con los eventos recientes, de hecho el país ha vivido un total de 16 declaraciones de la ley marcial, algunos ciudadanos surcoreanos temían que se repitiera la historia, y han querido remarcar la importancia de la democracia que han ganado "con esfuerzo", según declaraciones a BBC.
La de Yoon ha sido la primera declaración de esta ley en 45 años y también la única durante un gobierno democrático, a esto se debe la fuerte respuesta social y la alarma generada tanto a nivel nacional como internacional.