Tras la renuncia del presidente de EEUU Joe Biden este domingo los demócratas deben elegir a un nuevo candidato en menos de un mes, condensando lo que normalmente es una campaña primaria de un año en solo un par de semanas.
Sobre la cuestión de cómo se elegirá un nominado, en este futuro 'post-Biden' podría haber una especie de batalla campal entre los pesos pesados demócratas que compiten por el puesto.
Según Ballotpedia, se espera que en 2024 haya unos 4.672 delegados, incluidos 3.933 delegados comprometidos y 739 de los llamados superdelegados, es decir, miembros de alto rango del partido.
Para asegurar la nominación, un candidato necesitaría obtener una mayoría, es decir, más votos que todos los demás juntos.
Si nadie logra eso, entonces habría una "convención negociada" en la que los delegados actuarían como agentes libres y negociarían con la dirección del partido.
Se establecerían reglas y se realizarían votaciones nominales para los nombres incluidos en la nominación.
Podrían ser necesarias varias rondas de votación para que alguien obtenga la mayoría y se convierta en el candidato. La última convención negociada en la que los demócratas no lograron nominar a un candidato en la primera votación fue en 1952.
Situación sin precedentes
Biden respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris, pero la selección oficial de un candidato la realizarán los más de 4.600 delegados de la Convención Nacional Demócrata, un grupo de figuras importantes del partido, activistas locales y funcionarios electos que fueron seleccionados en las convenciones estatales del partido esta primavera.
Esos delegados, que normalmente desempeñan un papel funcional, presidirán ahora una decisión de importancia histórica. Nunca en la historia moderna de la política estadounidense un candidato que arrasó en las primarias presidenciales de un partido abandonó su campaña tan cerca de una convención nacional. No hay precedentes ni registros históricos que consultar, y las reglas del partido no siempre son claras sobre los detalles de lo que sucederá a continuación.
Fondos de campaña
La campaña Biden-Harris tenía 91 millones de dólares en el banco a finales de mayo, pero los expertos en derecho de financiación de campañas no están de acuerdo sobre la facilidad con la que el dinero podría cambiar de manos.
Debido a que Harris también figura en los documentos de presentación de la campaña, muchos expertos creen que el dinero podría transferirse a ella si figura en la boleta.
Pero existe cierto debate sobre si Biden necesitaría ser nominado oficialmente primero como candidato del partido antes de que se pueda realizar una transferencia.