Dos agentes de policía peruanos hablan con un hombre procedente de Ecuador.

Dos agentes de policía peruanos hablan con un hombre procedente de Ecuador. Reuters

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Salvar el mercado mundial de coca: el narco esquiva la guerra interna de Ecuador y se instala en Perú

La inteligencia militar ha señalado que Fito estaría "de camino a Perú y posteriormente hacia Bolivia para eludir a las autoridades".

22 enero, 2024 03:01

El viernes, la Policía de Perú encontró un artefacto explosivo en las inmediaciones de la cárcel de Tumbes, en la frontera con Ecuador. Las prisiones del país ya estaban en alerta. Diez días atrás, Perú había activado el estado de emergencia en cinco regiones; y el mismo viernes la Inteligencia Militar señaló que Fito, el narcotraficante ecuatoriano que se fugó de la penitenciaria en Guayaquil y ha desatado la mayor crisis de seguridad del país vecino, estaría "de camino a Perú y posteriormente hacia Bolivia para eludir a las autoridades".

Al sur de Ecuador, Perú ha sido una fuente importante de armas para Los Choneros y otras organizaciones narcotraficantes desde antes del motín del 9 de enero. Al día siguiente del ataque en varias cárceles de Guayaquil y Quito, la Policía Nacional del Perú incautó en el puesto fronterizo de Aguas Verdes dos mil municiones de contrabando escondidas en sacos de limón y de cebollas. De los 1.400 kilómetros de linde, la ciudad peruana de Tumbes ha sido un punto caliente para el suministro de explosivos, municiones y granadas —en algún caso de las autoridades militares del país— a distintas bandas ecuatorianas.

Una investigación del diario peruano El Comercio ha hallado que Tumbes concentra el 92% de toda la munición incautada en el país. Pero, además de ser fuente de armas para el narco en Ecuador, esta ciudad del norte de Perú también es el principal punto de salida al extranjero de las bandas criminales desde que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa decretara el estado de excepción en todo el territorio nacional el pasado 9 de enero.

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Los Choneros tienen a sus mejores aliados dentro de las cárceles peruanas. La semana pasada, el Gobierno de Dina Boluarte realizó un megaoperativo de requisa en sus 68 cárceles. Las autoridades hallaron decenas de móviles en colchones y retretes, y paquetes de pasta básica de cocaína y marihuana escondidos en zapatillas y telefónos públicos. El jefe de las prisiones descartó que existieran armas y zonas bajo control de los criminales en las cárceles peruanas: "A pesar de que vulneran la seguridad de los penales, podemos ingresar a cualquier celda o pabellón de cualquier penal", dijo Javier Llaque, del Instituto Nacional Penitenciario, a El Comercio.

Pero la situación no está tan controlada como parece. En una entrevista con Latina Noticias, diversas autoridades de Tumbes han revelado ser víctimas de extorsión, ataques con explosivos, amenazas y asesinatos por parte de bandas delictivas que operan en la zona. El alcalde de Aguas Verdes, César Chapoñan, informó sobre recibir una bomba molotov en su casa y mostró mensajes extorsivos que entregó a las autoridades. Otro alcalde, Christhian Aguayo de Zarumilla, denunció extorsión con amenazas de muerte y el atentado a su madre si no pagaba 50 mil soles. Además, se destacó el asesinato de un regidor de Zarumilla a principios de 2023, quien también era víctima de extorsión.

Un policía peruano comprueba la identificación de un hombre procedente de Ecuador.

Un policía peruano comprueba la identificación de un hombre procedente de Ecuador. Reuters

La Policía Nacional del Perú en estas zonas fronterizas enfrenta recursos limitados. Los alcaldes tuvieron que financiar la reparación de la única patrulla operativa en Aguas Verdes, y en Zarumilla no hay vehículos policiales. Ambas municipalidades prestan vehículos para patrullaje, a pesar de que la seguridad es responsabilidad policial. Ante esta situación, las autoridades de Tumbes buscan aumentar el presupuesto y la logística policial con el estado de emergencia decretado en la zona fronteriza.

Aunque el ministro del Interior asegura que no hay presencia de bandas delincuenciales ecuatorianas recientes en Perú, el alcalde de Tumbes, Hildebrando Antón, advierte sobre la posibilidad de que estén en el país como refugiados debido a la inestabilidad política en Ecuador. También destaca la vía marítima como un medio utilizado por narcotraficantes para cruzar la frontera y transportar drogas desde Tumbes hacia Ecuador y, finalmente, distribuirlas a Estados Unidos.