La Policía Nacional, en una operación conjunta con fuerzas de EEUU y Colombia, ha desarticulado una organización criminal dedicada a introducir cocaína en España a través de maletas ocultas en vuelos comerciales. Ha intervenido 60 kilos de cocaína y ha detenido a tres personas a las afueras de Guadalajara.
La droga estaba repartida en paquetes en los que se podía reconocer el logo de una marca conocida en el mundo del narcotráfico internacional. Se trata de una figura del Joker con la cara del presidente colombiano, Gustavo Petro, es decir, el logo de Los Petroski.
En una nota de prensa, la Policía explica que la organización —asentada en la provincia de Madrid— contaba con el potencial económico necesario y los contactos suficientes, en el país productor (Colombia), para realizar envíos de cocaína a España de manera periódica.
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La operación parte de las pesquisas que se iniciaron a principios de 2023 cuando, gracias a la colaboración policial internacional (se ha efectuado junto al HSI estadounidense y la DIRAN de la Policía Nacional de Colombia), la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de una importante organización criminal —asentada en Madrid y controlada desde Colombia— presuntamente dedicada a la importación de grandes cantidades de cocaína.
Tras varias gestiones policiales, los agentes identificaron al líder de la organización, un ciudadano de origen colombiano que carecía de antecedentes policiales. El investigado, además, contaba con los contactos necesarios en los principales países productores de cocaína y la capacidad para coordinar este tipo de envíos.
Con el avance de las pesquisas, se detectó que el principal investigado se había desplazado a España para mantener diferentes encuentros y reuniones con otras personas vinculadas al mundo del narcotráfico. Todo ello con la única finalidad de materializar un envío de cocaína desde Colombia que se estaba gestando desde hacía varios meses.
La organización se encontraba perfectamente estructurada y jerarquizada. La droga era introducida en España a través de maletas en vuelos comerciales, eludiendo los controles rutinarios a los que son sometidos los equipajes tanto en origen como en destino.
Para ello, los miembros del entramado disponían de los contactos necesarios —en el seno de las organizaciones criminales productoras de cocaína— que les permitían introducir las maletas contaminadas en los aeropuertos latinoamericanos.
Asimismo, contaban con personas de confianza, encargadas de recibir la droga y de distribuirla por el territorio español. Por último, se valían de otras personas de apoyo que rescataban las maletas del aeropuerto y las transportaban a los lugares donde iba a ser distribuida, colaborando a cambio de una prestación económica.
El incesante flujo de reuniones que se estaban produciendo alertó a los agentes de que la operación de tráfico de drogas era inminente, motivo por el que realizaron un dispositivo policial que finalizó con la detención de tres personas y la incautación de 60 kilos de cocaína.